Los Santos de los Últimos Días son miembros de La Iglesia de Jesucristo y son absoluta y enfáticamente seguidores de Cristo.
Tienen la creencia de que toda persona en la tierra es hijo o hija de un Dios amoroso y que su Hijo Jesucristo salvó al mundo del pecado y de la muerte. Jesucristo invita a todos los hijos de Dios a venir a Él, a seguirle y a llegar a ser más como Él.
Como miembros de la Iglesia, siguen principios y ordenanzas fundamentales como la fe en el Señor Jesucristo, el arrepentimiento por medio de Su nombre, el bautismo y la recepción del Espíritu Santo.
Hacen convenio de recordarlo cada semana a través de la ordenanza de la Santa Cena, donde participamos del Su cuerpo y sangre.
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Las escrituras y el evangelio de Jesucristo
Los Santos de los Últimos Días también estudian, aman y honran la Sagrada Biblia. También leen, estudian, aman y honran el Libro de Mormón, otro Testamento de Jesucristo, un registro de la comunicación con Dios con personas de la antigua América.
En este libro leemos el propósito de su contenido:
“Y hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo y escribimos según nuestras profecías, para que nuestros hijos sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados”. – 2 Nefi 25:26
Los Santos de los Últimos Días también creen que Jesucristo es el Mesías y el Dios de Abraham, Isaac y Jacob del Antiguo Testamento. Él es el Creador de todas las cosas y lo hizo bajo la dirección del Padre Celestial. Su amor y mandamientos proveen misericordia y justicia perfectas.
Cualquier esperanza de salvación es a través de Jesucristo, mediante Su sacrificio expiatorio. Él tomó sobre Sí mismo los dolores y sufrimientos de toda la humanidad para que al tener fe en Él, confiar en Él y entregarle nuestros pesares y pecados, pueda aliviar nuestras cargas.
Profetas y apóstoles
Los Santos de los Últimos Días también creen que Dios todavía puede comunicarse con Sus hijos e hijas por medio de profetas y apóstoles, personas videntes y reveladores para los tiempos en los que vivimos.
La Iglesia de Jesucristo cuenta con estos testigos especiales del Salvador. Ellos son personas que fueron llamadas por Dios para ayudarnos a entender Su plan para nosotros, fortalecer nuestra fe, y aprender las verdades del Evangelio de Jesucristo.
Todos son bienvenidos
Los Santos de los Últimos Días no hacen acepción de personas. Siguen el mandamiento de amar a nuestro prójimo. Creen que todos somos iguales ante los ojos de Dios, no importa su religión, creencias, procedencia, etnia ni raza.
La Iglesia cuenta con programas y organizaciones para todos. Cada uno de ellos ayuda a que los miembros y los amigos de la Iglesia sean más felices y vivan vidas más plenas.
Los Santos de los Últimos Días no son personas perfectas, pero se esfuerzan por hacer lo justo con la ayuda de Jesucristo, Sus mandamientos y Su evangelio.
Si deseas conocer más sobre la Iglesia o aclarar las dudas que tengas, con gusto nos comunicaremos contigo.