5 formas de “recordar al Señor” en todo lo que haces

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En el estudio del manual “Ven, sígueme” de esta semana, aprendemos sobre la importancia de recordar al Señor en todo lo que hacemos.

En Helamán 12, se nos enseña acerca de las desafortunadas consecuencias del orgullo cuando nos olvidamos del Señor y nos enfocamos por completo en nuestros propios esfuerzos.

Aunque el Señor desea que tengamos confianza en nosotros mismos, nos invita amorosamente a confiar en Su fortaleza.

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Cuando recordamos al Señor en todo lo que hacemos, se nos promete que el Espíritu nos fortalecerá, nos traerá paz y nos dará la esperanza necesaria para cuando las cosas se pongan difíciles.

A veces, cuando estamos abrumados con las responsabilidades del día a día, podemos perder de vista, sin querer, todas las maravillosas formas en que el Señor está obrando activamente en nuestras vidas.

Con la finalidad de ayudarte en esos momentos ajetreados, recopilamos 5 formas en que puedes recordar al Señor en todo lo que haces.

1. Tomar un tiempo todos los días para meditar tranquilamente

Con frecuencia, los líderes de la Iglesia nos animan a tomar un tiempo cada día para meditar en cuanto a lo bueno que nos rodea.

A veces, cuando aprovechamos esos momentos de tranquilidad para desconectarnos de nuestros teléfonos y otras tecnologías, nos sentimos casi instantáneamente llenos de un conocimiento más profundo del maravilloso mundo que nos rodea.

Nuestro Padre Celestial nos ha dado esta vida para que “tengamos gozo” (2 Nefi 2:25 ) y esos momentos de tranquilidad pueden recordarnos ese hecho.

Además, cuando tomamos esos momentos para meditar en silencio, podemos identificar de una manera más fácil las formas en las que el Señor está obrando en nuestra vida diaria.

2. Tener un diario de gratitud

Los estudios y los líderes de la Iglesia han enseñado que cuanto más buscamos cosas por las que estar agradecidos en nuestra vida, será más fácil que las encontremos.

A veces, en los días malos, puede ser difícil enumerar las cosas por las que podemos estar agradecidos.

Sin embargo, cuando nos tomamos el tiempo para escribir en un diario, podemos reflexionar y ver los pequeños detalles del día por los que podemos sentir gratitud.

Cuando permitimos que la gratitud llene nuestro corazón, podemos sentir el profundo amor que nuestro Padre Celestial tiene por todos y cada uno de nosotros.

Podemos darnos cuenta de que Él participa activamente en todos los aspectos de nuestra vida y que nuestras preocupaciones son Sus preocupaciones.

Nuestros triunfos son Sus triunfos y nuestras esperanzas son Sus esperanzas.

Uno de las mayores bendiciones de tener un diario es poder leer las entradas anteriores y ver cuánto amor nos tiene el Señor.

Cuando los tiempos se pongan difíciles, podemos tener un registro tangible de nuestros triunfos pasados con el Señor de nuestro lado.

3. Encontrar formas de estar en contacto con los demás

Durante estos tiempos muy confusos debido a la pandemia de COVID-19, muchos estamos luchando por encontrar nuevas formas de mantenernos conectados con nuestros amigos y familiares cuando no podemos estar físicamente cerca de ellos.

Nuestro Padre Celestial nos creó a Su imagen y nos hizo criaturas sociales. Nos encanta estar en contacto con nuestros hermanos y compartir recuerdos juntos.

Con muchos de nosotros más aislados que en años anteriores, mantenernos en contacto con quienes nos rodean puede requerir un esfuerzo adicional.

Pero, a medida que hagamos esos esfuerzos, podemos recordar que el Señor no nos ha traído a esta Tierra para estar solos.

Permanecer en contacto con nuestros seres queridos mediante una simple llamada telefónica, una videollamada o escribir una carta física a un amigo cercano, puede recordarnos que el Señor nos ama y nos ha dado a estas personas maravillosas para ayudarnos a salir adelante en estos tiempos difíciles.

4. Hacer un estudio diario de las Escrituras

El presidente Gordon B. Hinckley en una oportunidad habló con respecto a las bendiciones del estudio diario de las Escrituras, en particular las del Libro de Mormón, dijo:

“Hermanos y hermanas, sin ninguna reserva les prometo que si leen el Libro de Mormón con espíritu de oración, sin importar cuántas veces lo hayan leído antes, sentirán el Espíritu del Señor en su corazón con mayor intensidad, se fortalecerá su decisión de andar en obediencia a Sus mandamientos y recibirán un testimonio más fuerte de la viviente realidad del Hijo de Dios”.

Cuando dedicamos una parte de nuestro día a leer las palabras de los profetas de la antigüedad, recordamos que nuestros desafíos no son muy diferentes de los suyos en algunos casos.

Podemos ver cómo confiaron en el Señor, se acordaron de Él y encontraron fortaleza al seguir Sus mandamientos.

5. El don de la oración

Una de las mejores formas en que podemos recordar al Señor en nuestra vida diaria es simplemente al comunicarnos con Él.

La verdad más inspiradora que se restauró mediante el profeta José Smith fue que nuestro amoroso Padre Celestial es nuestro Padre de carne y hueso.

Él se preocupa profundamente por nosotros y responde a nuestras oraciones.

Cuando pasamos tiempo cada día comunicándonos con Él, puede ser mucho más difícil olvidar que Su mano está en nuestras vidas.

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Nuestro Padre Celestial nos ama y desea que nos acerquemos a Él de todas las formas posibles. Existen innumerables escrituras e historias que nos instan a “recordarlo” en todo lo que hacemos.

Cuando nos tomamos el tiempo para reevaluar cómo podemos recordarlo mejor, podemos encontrar paz y felicidad para afrontar cada día con entusiasmo.

Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Devin Justesen y fue publicado en ldsdaily.com con el título “5 Ways to Remember the Lord in All You Do”.

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