Con pocas probabilidades de vivir más de los 30 años, Marcos Rossi de Natal, Brasil y miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, nos demuestra que todos tenemos un potencial divino como hijos e hijas de Dios.
“Los médicos me dieron 30 años de vida, pero no conocen a Dios”
“Los médicos me dieron 30 años de vida, pero no conocen a Dios. Ahora tengo 41 años, soy un orador internacional, un escritor de dos libros. Soy surfista, skater, buceador. Soy DJ. Soy cantante. Estoy casado y tengo dos hijos. Y Dios está conmigo todo el tiempo”, declaró recientemente Rossi para Church News.
“Nací sin brazos ni piernas y con un síndrome muy raro. Los médicos me dieron 30 años de vida, pero no conocen a Dios”.
Rossi nació con el síndrome de Hanhart. Este trastorno congénito hizo que sus brazos y piernas no se desarrollaron completamente.
Otros desafíos también afectaron a su cuerpo, por lo que los médicos no dieron un buen pronóstico para él. Sin embargo, ahora podemos ver como se moviliza rápidamente por las multitudes en una silla de ruedas especializada.
“Estoy agradecido a Dios por haber nacido en este cuerpo”
“Mi inspiración viene de Dios”, declara Rossi. “He aprendido que el antídoto del miedo y la ira es la gratitud. Cuando vives en ese estado, pase lo que pase, tienes una vida bendecida”.
“Las cosas malas pasan, y preguntamos por qué nos pasan esas cosas. Es para que aprendamos, para que crezcamos, y este es el plan. Así que estoy agradecido a Dios por haber nacido en este cuerpo porque sé el tamaño de la misión que Él tiene para mí”.
Un tiempo especial con élder Soares en el templo
En el relato de esta historia, Church News compartió que Rossi viajó junto a su esposa para participar de la jornada de puertas abiertas del Templo de Brasilia, Brasil, donde tuvo la oportunidad de conocer al élder Ulises Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles.
“Fue tan especial. Podía sentir su energía. Podía sentir su paz, guía, conocimiento. Fue esclarecedor para mí. Me siento bendecido por este momento”, explicó Rossi.
Su sueño es cantar con el Coro del Tabernáculo
“La vida no termina aquí”, reflexiona Rossi. “Eso me ayuda a encontrar la paz cada día. Esta condición que tengo es temporal. La muerte será una pausa, y la vida continuará de una manera diferente”.
También cuenta que la única enseñanza que le encantaba cuando comenzó a aprender sobre la Iglesia. Y sigue siendo una fuente de fuerza hoy en día, es que “la vida es para siempre”.
Sin embargo, Rossi también ha manifestado que siempre tiene otro objetivo o algo por lo que trabajar mientras vive esta vida. Ahora mismo, dijo que su sueño es cantar con el Coro del Tabernáculo.
“Cuando sueño, sueño en grande”, dijo.
Él siguió toda la cobertura sobre el viaje del coro a México y dijo que espera que también vengan pronto a Brasil.
“La gente espera demasiado”, dijo. El dinero, el amor, las posesiones son todas las cosas que dijo que la gente espera para hacerlos felices. “Pero yo vivo con Dios todos los días de mi vida como si fuera el último día de mi vida”.
Fuente: Church News