Con frecuencia pensamos que enamorarse es algo que pasa por accidente, que no tenemos control sobre ello.
Pensamos que ser “felices para siempre” es cuestión de enamorarse de la persona correcta como por arte de magia.
Otros podrían pensar que ser “felices para siempre” solo sucede en los cuentos de hadas.
Es imposible desenamorarse si hay dos personas dispuestas [a seguir luchando por su amor. Imagen: Canva
“Tendemos a pensar que enamorarse y desenamorarse es algo accidental sobre lo que no tenemos control, como ser flechado por Cupido.
Algo que es hermoso y maravilloso, pero sobre lo que no tenemos mucho que decir, es algo que solo pasa o deja de pasar.
Es imposible desenamorarse si hay dos personas dispuestas [a seguir luchando por su amor]”.
El amor y la felicidad son una elección
Nefi y sus hermanos, Videos del Libro de Mormón. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
El élder Robbins compartió el ejemplo de Nefi y sus hermanos. Explicó que el amor y la felicidad son, en gran medida, una elección:
“Cuando pensamos en ver el vaso medio lleno o el vaso medio vacío, nos damos cuenta de que [Nefi y sus hermanos] tenían el mismo vaso.
Para Nefi, el suyo siempre estaba medio lleno, porque tenía desafíos; sin embargo, estaba feliz. Lamán y Lemuel buscaban algo misterioso y se sentían miserables, mientras que Nefi buscaba la felicidad y simplemente era feliz.
Buscar la felicidad nos trae gozo, entonces, ¿por qué no elegimos la felicidad a fin de tenerla?”
“Creo que [Jesús] fue la persona más feliz que haya existido”. Imagen: Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
“¿Se imaginan lo emocionado que estaba [Jesús] cada mañana al despertar sabiendo el impacto que tendría en muchas vidas ese día, devolviendo la vista a los ciegos, oídos a los sordos, haciendo andar a los cojos y obrando milagros de muchas otras maneras? Creo que fue la persona más feliz que haya existido”.
A pesar de haber padecido las cargas y los dolores de la humanidad, Jesucristo, al igual que Nefi, veía el vaso medio lleno.
Si Él, quien sufrió más que cualquiera, puede elegir ser feliz, nosotros también podemos hacer lo mismo con lo que tenemos y las personas que nos rodean.
Un amor puro
Al saber que podemos escoger ser felices, la felicidad misma se vuelve nuestra elección. Imagen: Canva
El élder Robbins también compartió que la manera en que Jesús amó a la Iglesia puede ayudarnos a amar a los demás, es el secreto para poder tener “finales felices” en nuestra vida, después de elegir serlos
“Se ha enseñado. ‘Maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la Iglesia’… Ese es el amor puro de Cristo.
Cuando aplicamos este amor a nuestros matrimonios, se vuelve sufrido y benigno; esa no es solo la mejor fórmula para un matrimonio dichoso y feliz en esta vida, sino para toda la eternidad.
Al saber que podemos escoger ser felices, la felicidad misma se vuelve nuestra elección”.
Es momento de dejar que nuestras acciones nos permitan ser feliz al elegir ser feliz.
Es momento de recordar que el “felices para siempre”, el amor de “cuento de hadas”, no viene de la nada, viene del esfuerzo y trabajo diario, con muestras de cariño que fortalecen día a día la relación que tenemos con quienes nos rodean, ya sean nuestros familiares o la persona con la que hemos decidido compartir nuestra vida.
Fuente: LDSliving
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