La Conferencia General es una época maravillosa del año. Siempre me siento inspirada cuando escucho las palabras de los profetas.
Una de mis partes favoritas de la Conferencia General es cuando nuestros líderes comparten historias. Ellos tienen experiencias increíbles para compartir y también algunos cuentos de ficción muy divertidos.
¡Echemos un vistazo a las mejores historias que se compartieron en la Conferencia General en estos últimos años!
1. Un verano con la tía abuela Rose
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Cuando pienso en las historias de la Conferencia General, esta siempre es la primera que me viene a la mente. El élder Uchtdorf dijo:
“Al meditar en lo que debía decirles hoy, vino a mi mente la forma en que enseñaba el Salvador. Es interesante cómo podía enseñar las verdades más sublimes utilizando historias sencillas. Sus parábolas invitaban a Sus discípulos a recibir las verdades, no solo con la mente sino con el corazón, y a relacionar los principios eternos con su vida diaria”.
Todo el discurso del élder Uchtdorf es una parábola. Hay tantas cosas maravillosas que aprender de sus palabras, que no lo resumiré. ¡Léelo por ti mismo y cuéntame qué te enseñó el Espíritu!
2. El cuarto piso, la última puerta
El élder Dieter F. Uchtdorf relató otra de mis historias favoritas.
En octubre de 2016 contó la historia de dos misioneros. Un día, sintieron la impresión de tocar puertas en un edificio de apartamentos. No tuvieron éxito hasta que llegaron a la última puerta en el último piso.
Esta familia a la que contactaron finalmente, se bautizó y una de las hijas terminó casándose con el élder Uchtdorf. ¿No es asombroso? De esta historia, aprendí la importancia del trabajo duro. El Padre Celestial nos tiene reservadas bendiciones increíbles, pero también debemos esforzarnos.
3. Por designio divino
¿Recuerdas esta historia del élder Rasband?
“Hace algunos meses, nuestra nieta se unió a un grupo de jóvenes para recorrer varios sitios históricos de la Iglesia.
El itinerario final indicaba que pasaría por la zona donde su hermano misionero, nuestro nieto, estaba prestando servicio.
Nuestra nieta no tenía la intención de ver a su hermano durante la misión. Sin embargo, mientras el autobús entraba en la ciudad donde prestaba servicio su hermano, vieron a dos misioneros caminando por la calle; uno de ellos era su hermano.
El autobús rebosaba de expectación conforme los jóvenes pedían al conductor que estacionara para que ella pudiese saludar a su hermano.
En menos de un minuto, tras algunas lágrimas y dulces palabras, su hermano se encaminó de vuelta a cumplir con sus deberes misionales.
Más adelante, supimos que su hermano había estado en aquella calle por menos de cinco minutos, al dirigirse al automóvil después de una cita”.
Dato curioso: ¡Esto sucedió en mi misión! En realidad, mi esposo estaba en el mismo distrito que el nieto del élder Rasband cuando sucedió esta historia. ¡El mundo es muy pequeño!
4. El grosellero
La historia del grosellero es difícil de olvidar. Incluso, hay un video al respecto. ¡Puedes verlo a continuación!
5. Paz, cálmense
Si alguna vez necesitas reírte, escucha al presidente Monson relatar su experiencia con Herman, la serpiente de agua. Sinceramente, ni siquiera puedo decirte cuál es la moraleja de esta historia. Pero, ¡es muy graciosa!
Un día, el hijo del presidente Monson, Clark, trajo a casa una serpiente de agua de Provo Canyon. La serpiente se perdía en casa, por lo que finalmente le dieron un hogar en una de sus bañeras. Sin embargo, a pesar de que la bañera estaba tapada, ¡Herman desapareció! Limpiaron la bañera y pasaron varios días sin ver a Herman.
Una noche, el profeta decidió que era hora de bañarse. Mientras se relajaba, Herman salió nadando por el desagüe ¡directamente hacia su cara!
En su lugar, hubiera entrado en pánico. Estoy segura de que esta experiencia hizo reír a la familia durante muchos años.
6. Venga lo que venga, disfrútalo
En otro de mis discursos de conferencia favoritos, el élder Joseph B. Wirthlin relató esta historia que es muy divertida:
“Recuerdo cuando una de nuestras hijas iba a salir en una cita concertada por otros con alguien que no conocía. Estaba arreglada y esperando que llegara el joven cuando sonó el timbre.
Al abrir la puerta, entró un hombre que era un poco mayor, pero ella trató de ser cortés. Nos lo presentó a mi esposa, a mí y a sus hermanos, se puso el abrigo y salieron.
La observamos mientras se subía al auto, pero el auto no se movió. Finalmente, mi hija se bajó y, sonrojada, entró corriendo a la casa.
El hombre que ella pensaba que iba por ella en realidad iba a recoger a otra de nuestras hijas que había aceptado cuidar a los niños de él y de su esposa por unas horas.
Todos nos reímos bastante de eso; en realidad, no podíamos dejar de reír.
Más tarde, cuando llegó el joven que sí tenía una cita con nuestra hija, no pude salir a recibirlo porque todavía estaba en la cocina riéndome.
Ahora me doy cuenta de que nuestra hija podría haberse sentido humillada y avergonzada, pero se rió con nosotros y, por ende, todavía hoy nos reímos de ello”.
7. Un deber sagrado
El presidente Monson siempre contó historias increíbles en sus discursos de la Conferencia General.
En la Conferencia General de abril de 2016, habló sobre un amigo suyo que sirvió en la Segunda Guerra Mundial. Su avión cayó al océano a causa de un ataque y sobrevivieron en balsas salvavidas durante tres días.
Al tercer día, vieron un bote de rescate, pero este no se percató de ellos. A la mañana siguiente, lo vieron de nuevo y supieron que era la última vez que lo verían.
El presidente Monson dijo:
“Entonces el Espíritu Santo le dijo a mi amigo: ‘Tienes el sacerdocio; ordena a los rescatistas que los vengan a buscar’.
Hizo como se le mandó: ‘En el nombre de Jesucristo y por el poder del sacerdocio, den la vuelta y vengan a buscarnos’.
A los pocos minutos, la nave estaba junto a ellos, ayudándolos a subir a bordo. Un poseedor del sacerdocio fiel y digno había ejercido el sacerdocio en una situación extrema, bendiciendo su vida y la de los demás”.
Historias de la Conferencia General como estas siempre me hacen sentir el Espíritu. ¡Me siento muy agradecida por cómo fortalecen mi testimonio!
Nuestros líderes tienen cosas increíbles que compartir y no puedo esperar a escuchar más historias a medida que pasan los años.
¿Cuál es tu historia favorita de la Conferencia General? ¡Nos encantaría que compartieras tu respuesta en la sección de comentarios!
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Brooklyn Gittins y fue publicado en thirdhour.org con el título “The 7 Best General Conference Stories of All Time”.