Muchos de los conceptos erróneos dentro de La Iglesia de Jesucristo de Los Santos de Los Últimos Días vienen por un entendimiento incompleto de lo que es revelación.
De hecho, me atrevo a decir que muchas de las preguntas controversiales sobre nuestra fe de alguna u otra forma se relacionan con este principio. ¿Qué sabemos sobre la revelación?
En pocas palabras, la revelación es la comunicación de Dios con nosotros. Esto es algo que muchos de nosotros sabemos, pero no nos detenemos a comprender el trasfondo del tema.
Lo que no sabemos es que la revelación es más hermosa y compleja que una llamada entre Dios y nosotros. Con esto en mente, te compartimos tres verdades sobre la revelación que debemos saber y considerar.
1. Dios espera que busquemos revelación
Viajemos en el tiempo por un momento a la época del hermano de Jared. Esto es lo que está pasando:
“Y dijo el Señor: Poneos a trabajar y construid barcos a semejanza de los que hasta ahora habéis hecho. Y sucedió que el hermano de Jared se puso a trabajar, y sus hermanos también, y construyeron barcos a la manera de los que habían hecho antes, de acuerdo con las ainstrucciones del Señor. Y eran pequeños, y eran ligeros sobre las aguas, así como la ligereza de un ave sobre el agua.”
“Y se construyeron de una manera sumamente aajustada, de modo que podían contener agua como un vaso; y el fondo estaba ajustado como un vaso, y los costados estaban ajustados de la misma manera; y los extremos terminaban en punta; y también la cubierta estaba ajustada como un vaso; y su longitud era la de un árbol; y la puerta, al cerrarse, quedaba ajustada a semejanza de un vaso.”
“Y sucedió que el hermano de Jared clamó al Señor, diciendo: ¡Oh Señor!, he efectuado la obra que me has mandado, y he construido los barcos según tú me has dirigido.”
“Y he aquí, oh Señor, no hay luz en ellos; ¿a dónde nos hemos de dirigir? Y también pereceremos, porque en ellos no podremos respirar sino el aire que contengan; por consiguiente, pereceremos.”
De acuerdo al texto, el hermano de Jared y su pueblo previamente habían construido barcos, pero estos eran ligeramente diferentes, así como lo ilustra el último versículo “… no hay luz en ellos; ¿A dónde nos hemos de dirigir? Y también pereceremos, porque en ellos no podremos respirar sino el aire que contengan; por consiguiente, pereceremos”.
¿Te imaginas lo que sería ser parte del grupo del hermano de Jared en esos tiempos? Al regresar el profeta con las instrucciones del Señor sobre la construcción de estos barcos, rápidamente se dieron cuenta de los problemas más evidentes.
Esta supuesta revelación de Dios, los iba matar. ¿Qué tipo de revelación era esa? ¿Qué estaba pensando Dios?
Evidentemente, el Señor sabía que está instrucción los llevaría a la muerte; sin embargo, a pesar de lo que implicaba esta revelación, no era la voluntad de Dios que siguieran Sus instrucciones y murieran.
De esta manera, el hermano de Jared actuó conforme al consejo de Dios con el fin de recibir más revelación. Puede ser que la revelación no tenga sentido al prinicipio, aún así, debes recordar que puede que el Señor requiere que procuremos más revelación, que regresemos a Él para obtener más luz y comprensión.
2. La revelación se adapta a nuestras circunstancias
En muchas ocasiones nos preguntamos: “Si el esposo y la esposa están destinados a estar juntos para siempre, ¿por qué el divorcio forma parte de la ley que Dios le mandó a Moisés?”
La respuesta de Jesucristo sería: “En un mundo perfecto, el divorcio no estaría permitido, pero vivimos en un mundo caído y esto porque no pueden vivir una ley mayor. No es lo ideal, sin embargo, le he permitido a Moisés que exista el divorcio.”
Según el historiador de religión, Ben Spackman:
“Lo que Jesús nos dice es que aunque provenga de la boca de Dios, aquello no significa que tenga una perspectiva ideal, eterna y final. Dios tuvo que adaptar Sus leyes a los corazones endurecidos y por eso permitió el divorcio”.
La ley de Moisés se sigue con un patrón similar, ya que el pueblo de Israel no podía cumplir con una ley mayor, debido a esto se le proporcionó una ley menor.
Esto no es ideal pero es misericordioso, si se les hubiera puesto un estándar aún más alto, su condena hubiera sido más grave. A veces Dios permite algo (que se puede calificar como verdadera revelación), que no necesariamente es el ideal que tiene en mente.
Personalmente, encuentro reconfortante saber que solo porque cierta revelación pueda provenir de Dios, no significa que esa necesariamente sea Su voluntad eterna, mas es algo que puede adaptarse a nuestras circunstancias, cultura y capacidad.
3. La revelación se adapta a nuestro entorno
Nos encontramos en el libro de Génesis, y según el orden cronológico, leemos lo siguiente:
“Y hubo hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá, porque era grande el hambre en la tierra”. –Génesis 12:10
“Subió, pues, Abram de Egipto hacia el sur, él y su esposa, con todo lo que tenía, y con él, Lot”. –Génesis 13:1
“Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros”. –Génesis 17:12
Tal vez sean unas escrituras “raras”, pero tengan paciencia, la ley de circuncisión fue dada por Abraham, como una señal del convenio entre Dios. Tal vez ya sabías esto, pero lo que quizá no sabías es que Él no fue la primera persona en practicar la circuncisión.
Era una práctica cultural antes de los tiempos de Abraham, como en Egipto. Lo que resulta interesante es que la práctica se implementó después de que Abraham visitara Egipto.
¿Qué es lo que esto significa para la revelación?, Ben Spackman, expresó nuevamente:
“Los aspectos de la revelación reflejarán claramente su entorno y son una parte necesaria de dicha revelación, aquello no disminuye su calidad reveladora. Las similitudes en el entorno pueden o no indicar “elementos prestados” o una “mezcla” de los mismos, mas no descartan automáticamente la revelación… Jesús transformó el agua en vino, no la produjo de la nada.”
Moraleja
La revelación no es solo blanco y negro, a veces es incompleta o se adapta a nuestras circunstancias y puede no representar nuestro ideal eterno.
Es difícil trazar la línea que diferencia las influencias divinas y las influencias circunstanciales, pero Dios con frecuencia utiliza nuestro entorno para presentar Su consejo de manera comprensible y de acuerdo a nuestras necesidades.
Hemos pasado de “la revelación es la comunicación divina de Dios hacia nosotros” a conocer un poco más. Todavía hay mucho por entender sobre la revelación, pero vale la pena estudiarla para alimentar nuestro espíritu.
“Pues he aquí, así dice el Señor Dios: Daré a los hijos de los hombres línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí; y benditos son aquellos que escuchan mis preceptos y prestan atención a mis consejos, porque aprenderán sabiduría; pues a quien reciba, le daré más; y a los que digan: Tenemos bastante, les será quitado aun lo que tuvieren”. –2 Nefi 28: 30
Fuente: Third Hour