Queremos presentarte 9 buenas razones para no ir a una misión de tiempo completo:
1. Desarrollarás atributos que no sabías que tenías
Ser un misionero implica desarrollar atributos importantes para la vida tales como, vencer el miedo, ser atento, tener más resilencia, estar al pendiente de las necesidades de otros. Si tienes cuidado, estos atributos quedarán en ti para siempre.
2. Tendrás experiencias espirituales increíbles
Además tu testimonio se incrementa al vivir completamente el evangelio de Cristo, no hay nada que te acerque más al Salvador que vivir como Él lo hizo las 24 horas del día, lo que te hará autosuficiente espiritualmente, y no dependerás más del maravilloso y fortalecedor testimonio de tus amigos, líderes o papás.
3. Saldrás de tu zona de confort
Al vivir de una manera diferente y más cercana al evangelio en todo sentido también tu comprensión se elevará, haciendo que no veas la vida de la misma manera y elevando así tus metas. Elevar tus metas te va a hacer salir de la zona de confort y eso cuesta trabajo.
4. Serás más autosuficiente en lo temporal
Otro punto que te hace deslindarte de las maravillosas comodidades que brindan tus papás es en la autosuficiencia temporal, ya que por ti mismo comenzarás a realizar actividades que en casa no tenías oportunidad de realizar, como lavar tu ropa, hacer tus propias cuentas y presupuesto, cocinarte a ti mismo, plancharte, entre otras responsabilidades diarias, tu mamá va a extrañar ayudarte con todo eso, pero con el tiempo, ella será feliz al saber que lo haces tú solo.
5. Jamás te sentirás solo
¿Te imaginas sentir que gozas de buena compañía? Bueno, pues por el trabajo espiritual constante que un misionero realiza siempre tiene la compañía del Espíritu Santo. Sí, siempre tiene a alguien que le dice que debe hacer y lo mejor de todo es que no lo harás solo, lo harás con un compañeros que al igual que tú se está esforzando por hacer todo bien. Ese trabajo en equipo es maravilloso.
6. Si o si aprenderás un nuevo idioma
Ya sea que sirvas en otro país o no, siempre tendrás como compañeros a misioneros que dominan otro idioma y te ayudarán a aprender más del idioma de ellos, comprenderás y hablarás más palabras y frases de ese idioma al regresar de la misión, pero lo más importante es que aprenderás el idioma de “ángeles”.
7. Harás más amigos de lo que imaginas
La misión te hará tener decenas de amistades nuevas, amistades de esas que valen más que la pena, personas de quienes conociste sus dudas y las vistes crecer, personas que llegarás a amar sinceramente y aunque las vas a extrañar, demasiado de hecho, cuando les vuelvas a ver será un gozo indescriptible.
8. Estarás más preparado para el matrimonio
En la misión aprenderás que el éxito en toda relación depende del esfuerzo que pongan en ella, de su dignidad y las decisiones que tomen, tendrás diferentes compañero(a)s con diferentes formas de ser y te podrás dar cuenta que si haces lo correcto podrás llevarte muy bien con cada uno de ello(a)s.
9. Tu familia y la futura serán bendecidas
Tu familia y conocidos ya tiene suficientes bendiciones, El Señor ha prometido que a pesar de todo lo que le debemos, cuando cumplimos lo que nos pide él nos bendice aún más (léase mi escritura favorita y por la cual fui con devoción a servir una misión: Mosíah 2:23-24). El Señor cuidará mejor de nuestros seré queridos que aún nosotros mismos.
Por lo tanto, ¿qué piensas? son demasiados retos ¿no? ¿Mejor sería seguir en lo que estamos, y que otros si aprovechen estas maravillosas bendiciones? ¡No! Levántate hoy mismo, haz los arreglos necesarios y sin dudarlo, ¡ve a la misión! Esta puede ser la decisión más importante de tu vida.
Si ya fuiste a una misión, te invito a comentar este artículo con más razones como estas.
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