¡Estamos en las primeras semanas del 2021! Sin embargo con todo lo que sucede en el mundo, muchos se preguntan que nos deparará verdaderamente este nuevo año.
¿Será la segunda temporada del 2020? La situación actual parece afirmarlo, pero creo que el 2020 nos trajo muchas bendiciones junto con diferentes desafíos, y me gustaría hablar de eso.
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Una pandemia
En el año nuevo del 2020, nadie imaginó que vendría una pandemia que afectaría radicalmente nuestras vidas. Personalmente, nunca había visto una enfermedad que se haya extendido con tal magnitud.
Muchas personas han perdido seres queridos, sus trabajos y cambiado su estilo de vida de manera total. Han habido muchas empresas que han sufrido una gran pérdida.
Es necesario que reconozca todas estas cosas antes de continuar. No quiero que piensen que minimizo los desafíos del 2020.
A pesar de los terribles desafíos que la pandemia ha traído a nuestras vidas, hemos sido resilientes. Los seres humanos han aprendido y se han adaptado, y hoy la vida es mucho más estable que cuando empezó la pandemia.
Muchos comentaron que están seguros de que el 2021 será el año en que el COVID será mitigado en su totalidad. Y espero sinceramente que estén en lo cierto. Pero incluso si es que eso no sucede, estaremos bien porque ya hemos aprendido a enfrentarlo.
Terremotos
Hubo muchos terremotos significativos en el mundo en el 2020. Los miembros de mi familia viven en Salt Lake Valley, y aunque el lugar está lleno de fallas tectónicas, Salt Lake nunca experimentó un terremoto tan grande con el del 2020.
Muchos edificios históricos se vieron afectados y el ángel Moroni del Templo de Salt Lake perdió su trompeta. El terremoto ocurrió poco después del cierre del templo y afectó la vida de las personas que viven allí con las réplicas que duraron semanas.
Pero hay buenas noticias en medio de todo esto. Los terremotos ya no son algo que nunca han experimentado. Todos han aprendido a lidiar con eso y han aprendido a protegerse de los terremotos. Y si ocurre otro gran terremoto, eso no será el fin del mundo para ellos, sabrán qué hacer y estarán preparados.
Escasez de alimentos
Parte de la pandemia y la cuarentena es la escasez de alimentos. Las cosas más inesperadas desaparecieron de los estantes.
Por un momento la sopas instantáneas desaparecieron por completo de los supermercados, y tampoco podemos olvidar el drama del papel higiénico. Eso es algo que nunca pensé que se acabaría.
Ahora tengo un almacén, por si volvemos a pasar por una situación similar. En el tiempo de escasez nos acostumbramos a probar nuevos alimentos, a buscar nuevas recetas, medir mejor nuestros gastos, incluso confeccionar nuestras propias mascarillas.
Pienso que este cambio fue bueno para nosotros. A veces, los desafíos, como una pandemia, nos brindan nuevas soluciones que ni siquiera se nos habían ocurrido antes.
Incendios
¡Parecía que el mundo entero estaba en llamas en el 2020! Australia y una parte de los Estados Unidos sufrió incendios el año pasado, y ni qué decir de los recurrentes incendios en la selva amazónica de Brasil.
El hijo de 5 años de mi vecino quedó devastado cuando se dio cuenta de que los koalas estaban sufriendo. Oraba por ellos todas las noches. Y el mundo entero oró por aquellos que lo habían perdido todo.
Todavía no he descubierto el lado positivo de los incendios. Oramos para que no vuelva a suceder en el 2021.
En el proceso de orar por tantas personas en el 2020, nos hemos vuelto muy profesionales en ello, por lo que, el lado positivo es que nuestros músculos de la oración y nuestra fe han crecido en el 2020 lo que nos permite estar mejor preparados en este nuevo año.
La cuarentena
Recuerdo haber ido a un supermercado y haberme quedado sorprendido al ver que todos los estacionamientos estaban completamente vacíos.
Solo había cuatro autos más en la calle de la gran ciudad de donde vivo. Antes del toque de queda, mi esposo viajaba al menos el 60% del año por motivos de trabajo. Se iba el lunes por la mañana y regresaba a casa el jueves por la noche.
Pero cuando se cerraron todas las fronteras, algunos de sus compañeros de trabajo quedaron casi atrapados en otros países. Desde entonces, su empresa cambió de planes y todos los “viajes” se empezarían a realizar de manera remota hasta mediados del año 2021.
Fue un gran cambio para él, pero nos encanta el tiempo extra que pasamos en casa y en familia. Y aunque creo que la mayoría de nosotros nos hemos vuelto un poco locos en la cuarentena, las bendiciones de fortalecer y renovar nuestras relaciones familiares eran muy necesarias.
Trabajar desde casa
Cuando empezó la cuarentena, muchas personas tuvieron que cambiar la forma en que trabajaban. Una de las cosas maravillosas que sucedieron a causa de la pandemia fue la nueva tendencia de trabajar de manera remota.
Algunos de mis amigos trabajaron en lugares que siempre los mantenía en contacto con bacterias. Pero ahora todos trabajan de forma remota y gozan de una buena salud. Mi familia también trabaja en casa y nos sentimos más protegidos.
Aunque la preocupación por contraer COVID se cierne sobre todos en el mundo, nos da gran alivio no estar en contacto con otras personas que puedan contagiarnos de resfriados y gripe comunes, no necesariamente de COVID-19 El distanciamiento social es una bendición que nos mantiene seguros.
Estudiar en casa incluso en el 2021
Y finalmente, una de las bendiciones ocultas del 2020 para nuestra familia ha sido la educación en casa.
He sabido durante años que mi hijo solo aprendía si estudiaba en casa, pero tenía miedo de no ser una buena maestra para él, así que nunca me esforcé tanto como debería.
Con la pandemia y las escuelas cerradas, la educación en el hogar se ha convertido en nuestra respuesta.
Nos dimos cuenta que la educación en casa era justo lo que necesitaba mi hijo. Por primera vez en su vida, no terminó estresado al finalizar el año escolar. Está emocionado por recibir sus clases y siempre me recuerda lo que le debo enseñar. Nos adaptamos y tomamos muchos descansos. Es asombroso verlo progresar.
Muchos especulan que el 2021 será como el 2020, otros que será diferente, pero creo que incluso si el 2021 es exactamente igual que el 2020, estaremos bien.
Las lecciones que hemos aprendido y los cambios que hemos atravesado nos han hecho más fuertes y podremos afrontar cualquier cosa que se nos presente.
Fuente: LDS Blogs