No siempre el Señor nos dará todo lo que pedimos porque Él prefiere darnos aquello que realmente necesitamos.
¡Estas son 3 cosas que debemos considerar cuando Dios nos dice que NO!
Primero
Agradece porque Él te cuida y no se te ocurra alejarte de Dios, será lo peor que podrás hacer. ¡No te enojes!
“Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello. Escríbelas en la tabla de tu corazón, y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres.
Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. (Proverbios 3: 3 – 6)
Segundo
Confía en Sus planes y sigue orando para que guíe tus pasos y te indique qué hacer.
“El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan”. (Isaías 58:11)
Tercero
Espera, porque Él está a punto de abrir una puerta y hacer algo nuevo en tu vida.
“El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice esto: `Yo conozco tus obras. Mira, he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar, porque tienes un poco de poder, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre”. (Apocalipsis 3: 7 – 8)
Cuando el Padre Celestial nos niega algo que le pedimos en oración, normalmente es porque nos tiene preparado algo mejor o espera que hagamos ciertas cosas para ser verdaderos merecedores de las bendiciones que tiene para nosotros. No te enojes porque Él no te da lo que deseas, agradece que Él te está guardando para algo más grande.
¿Alguna vez Dios te ha dicho que NO y luego te ha dado una bendición más grande que la que pediste? ¡Cuéntanos en los comentarios!
Fuente: Eres Escogida