En la Conferencia General de abril de 2023, el presidente Russell M. Nelson habló sobre la naturaleza malvada de la contención:
“Quienes fomentan la contención están haciendo lo mismo que hizo Satanás, ya sea que se den cuenta o no. “Ningún hombre puede servir a dos señores”. No podemos respaldar a Satanás con nuestras agresiones verbales y luego suponer que podemos seguir sirviendo a Dios.
La contención es una elección. Ser pacificador es una elección.”
Es muy claro que necesitamos desechar la contención y abrazar la paz. Sin embargo, esto no es nada fácil en el mundo tóxico en el que nos encontramos.
Sigue estos 5 pasos para eliminar la contención de tu vida.
Ora para ver la naturaleza divina de los demás
Todos somos hijos de Dios. A veces nos olvidamos de interiorizar esta verdad y reconocer lo mucho que este concepto influenciará nuestras acciones.
El presidente Rosemary M. Wixom enseñó:
“La naturaleza divina nos infunde el deseo de servir a los demás. La naturaleza divina en nuestro interior enciende nuestro deseo de tender una mano de ayuda a los demás y nos impulsa a actuar”.
Si se te hace difícil ver la naturaleza divina de los demás, ora para verlos como Dios los ve.
Esto incluye a tu peor enemigo, a la persona que es totalmente opuesta a ti en política, religión, y cultura. ¿Puedes orar por ellos? ¿Puedes verlos como hijos de Dios?
Al orar con sinceridad de corazón, el Señor te revelará cosas sobre aquellas personas que ablandarán tu corazón.
Tu paciencia aumentará, como también tu capacidad para manejar situaciones difíciles.
Evita situaciones conflictivas
Lamentablemente, la naturaleza del hombre es conflictiva, por lo que no podremos estar lejos de la contención siempre. En algún momento de nuestra vida sentiremos ira, dolor, o rencor.
Aun así, el mundo siempre presentará oportunidades para debatir unos con otros.
En internet, por supuesto, es donde más predomina esto. Piensa en estas situaciones que traen contención en tu vida.
¿Hay algo en ti que necesitas corregir? ¿Hay alguien en tu círculo social que disfruta contender y debatir con aquellos que piensan diferente a él? ¿Alguna red social o comentario saca lo peor de ti?
Evita esas situaciones. Medita o simplemente termina con aquellas relaciones tóxicas y dañinas. Evita postear o responder.
Aléjate de la toxicidad en tu vida y permite que el poder sanador de Jesucristo te purifique.
Escucha más y responde menos
Todos deseamos ser reconocidos y escuchados. ¡Deseamos conectarnos!
Cuando todo el mundo está desesperado por compartir su opinión y gritar lo más fuerte posible, es muy sencillo sentirse desconectado.
Una de las mejores formas de combatir esta guerra de opiniones es el de convertirse en un oyente activo.
Alguien que escucha activamente se compromete con aquella persona que está hablando, es decir, no solamente estás ahí para escuchar palabras y nada más, sino que tratas de entender lo que aquella persona desea transmitir.
Cuando alguien siente que lo escuchan, es menos propenso a molestarse o irritarse y probablemente desee escuchar tu opinión también.
Al escuchar a otros también te permites la oportunidad de ver la divinidad en los corazones de los demás.
Inspira en vez de combatir
En vez de concentrarte en combatir la oscuridad, enfócate en traer luz.
Por ejemplo, si alguien publica algo con lo cual no estás de acuerdo, en vez de comentar por qué no te gustó, puedes compartir tu opinión de una manera positiva.
O aún mejor, puedes comentar alguna verdad con el material de la Iglesia invitando a otros a venir y aprender de Cristo.
Hay que tener mucho cuidado con la oscuridad. Es muy sencillo comenzar algo con las mejores intenciones y de repente te encuentres discutiendo, juzgando, y llenándote de intensas emociones negativas.
Mantente en los límites del discipulado. Da la otra mejilla, ora por tus enemigos e intenta siempre mostrar caridad a todos.
Traer esta luz al mundo puede tener un impacto mayor de lo que te puedas imaginar
Pregúntate: ¿Qué haría Jesucristo?
Seguramente te preguntarás por aquellos que atacan a la Iglesia. ¿Y qué hay de aquellos que te atacan a ti? ¿Deberías pararte y defender tus creencias?
No hay una respuesta específica para todos de cómo deberíamos reaccionar cada vez. Debemos preguntarnos ¿qué haría Jesucristo?
Debemos meditar y descubrir lo que Él nos está pidiendo que hagamos como Sus discípulos.
Si somos humildes, Él podrá dirigirnos en las decisiones que tomemos para manejar las situaciones que vendrán en nuestra vida.
Es mediante el aprendizaje de Sus enseñanzas que nos llenaremos de poder para saber cómo ser verdaderos pacificadores.
El presidente Nelson declaró:
“El mensaje del Salvador es claro: Sus verdaderos discípulos edifican, elevan, alientan, persuaden e inspiran, por muy difícil que sea la situación. Los verdaderos discípulos de Jesucristo son pacificadores”.
Fuente: LDS Daily