Nota del traductor: Los puntos de vista, la información o las opiniones expresadas en esta columna son únicamente del autor. Los lectores deben considerar que cada situación es única. Este contenido no pretende ser un sustituto del asesoramiento profesional individual.
Después de muchos años de matrimonio, me divorcié. Mi exesposo abusaba de mí y de mi hija emocional y físicamente.
Pocas personas conocen realmente cómo es, pues él se muestra ante el público como un hombre justo y preocupado, además que minimiza o niega rotundamente cualquier comportamiento abusivo.
Básicamente, es mi palabra contra la suya, sin embargo, tengo los informes policiales y psicológicos que documentan su conducta.
Él tiene un llamamiento en la Primaria y no quiero que otros niños, cómo nuestros hijos, reciban el mismo trato mientras están bajo su cuidado.
¿Debo compartir esto con su obispo? Realmente espero que eso lo aliente a buscar ayuda profesional y a hacer cambios positivos en su vida.
Respuesta
Gracias por comunicarte conmigo y contármelo. Mi corazón está contigo y tus hijos; nadie debería tener que soportar un abuso y entiendo que no buscas vengarte de él.
En mi opinión personal y profesional, debes comunicarte con el obispo de tu exesposo y preguntarle si mantendrá la confidencialidad.
Asegúrate de dejarle en claro que solo estás ahí para compartirle tus preocupaciones y no para tener alguna conversación sobre tu exesposo.
No estás haciendo esto porque quieres herir a tu exesposo. Exprésale al obispo que te gustaría que pudiera considerar en oración lo que le vas a contar, que estás preocupada por el trato que le da a tus hijos y el abuso que los niños y niñas en ese barrio podrían sufrir.
Tu exesposo es más propenso a lastimar a tus hijos que a los demás porque le resulta más fácil perder el control con ellos y luego cubrirlo.
Otros niños y niñas pueden contárselo a sus padres porque no lo ven como una figura de autoridad, lo cual puede traerle muchos problemas.
Los niños son seres inocentes y desprotegidos. Si bien los hijos de otros padres dirán rápidamente lo que otra persona les puede hacer, es mejor evitar esos momentos.
Por supuesto, esto no significa que los otros niños y niñas estén libres del riesgo, ya sea con palabras duras e hirientes, o daño físico en sí. El obispo debe saberlo.
Y si tu exesposo continúa abusando emocional y físicamente de tus hijos, entonces aquello definitivamente amerita un consejo disciplinario por parte de la Iglesia.
Tienes buenas intenciones, y está bien que te preocupes por los motivos que te llevan a tomar esta decisión, pero por favor no dudes en proteger al inocente.
Que Dios te bendiga. Espero que esto ayude.
Fuente: LDS Living