Tal vez esto te haya pasado. Hay momentos en una relación donde sientes que el futuro que tienes por delante junto a quien esperas sea tu compañero eterno es completamente cierto y concreto.
Pero de pronto, y a veces de la nada, aquella relación termina, llevándose consigo los sueños que tenías. De alguna manera, la vida continúa, pero sabes que las cosas son diferentes ahora.
Sabes que le diste tu tiempo a una persona que no te valoró y que finalmente no quiso lo mismo que tú. Tal vez la pregunta que te hagas ahora, o que te hayas hecho, sea: “¿Cómo puedo empezar de nuevo?”.
También te puede interesar: “Cásate por amor, no por presión o temor“
Dos cosas que no debes olvidar
Lo primero que me gustaría recordarte es que a pesar de que hayas terminado una relación, que puede haber sido de años o meses, tu valor como persona no disminuye. Sigues siendo una hija o hijo amado de tu Padre Celestial.
No sabemos porqué las cosas suceden de la manera en que menos esperamos. Pero hay algo en lo que sí podemos confiar y es que Dios tiene cosas preparadas para nosotros que son mucho mejores de lo que teníamos planeado.
Quizá no sea fácil ver esto en un principio, pero la promesa está en que cosas mejores vendrán. De eso no hay duda.
El segundo punto que deseo que recuerdes es que es posible que sigas adelante y que tus oportunidades de una familia y matrimonio eternos no se han desmoronado. No estamos destinados a una sola persona.
Aunque nuevamente te encuentres en la búsqueda de un compañero eterno, no significa que hayas fracasado como persona, significa que todavía no encuentras a la persona con la que debas casarte en el lugar y tiempo correcto.
Cinco consejos que te pueden ayudar
Si bien no hay una receta 100% efectiva que te ayude a sanar un corazón roto, hay cosas que sí podemos hacer para distraernos y redirigir nuestros pensamientos hacia algo más productivo.
Sería muy tentador quedarse en cama y dejarnos llevar por la vida, como una hoja en el mar, pero sabemos que eso no es lo que Dios desea para nosotros. Nuestra felicidad siempre será Su prioridad.
1. Sal con tus amigos, distráete un poco, comparte con ellos y habla sobre cómo te sientes. Ten un sistema de apoyo, ya sean tus amigos, tu familia o alguien cercano a ti, ellos te ayudarán a sanar estas heridas, no necesitas pasar por esto por tu cuenta.
2. Haz una lista de todas las bendiciones que tienes ahora. No caigas en el túnel sin fin de la pregunta “qué hice mal”. Que una relación acabe no significa que seas una mala persona. Toma lo sucedido como un momento para crecer y aprender, sigue adelante con la frente en alto.
3. Vive el presente y no esperes a que esa persona te pida regresar. Aprende a decir adiós, de lo contrario, no podrás seguir adelante con tu vida; seguirás atado a una persona que no te corresponde
4. Asiste a actividades que te permitan compartir con los demás. Volver al círculo de los “solteros” no tiene nada de malo, es ahí donde puedes encontrar a tu compañero eterno. Tomate un tiempo para adaptarte y no te apresures a tomar decisiones significativas en tu vida.
5. Inténtalo otra vez. Date la oportunidad de salir en citas y empezar una nueva relación cuando te sientas listo y no antes. Sé transparente con lo que deseas y no disminuyas tus estándares, mereces a alguien que se esfuerce igual que tú por seguir el evangelio.