En los últimos años, el análisis de ADN ha sido un tema ampliamente debatido entre los detractores del Libro de Mormón.
Las conclusiones de estos estudios han generado dudas entre miembros y no miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sobre la autenticidad del Libro de Mormón.
Este artículo tiene como objetivo examinar estas críticas sobre la genética de poblaciones y los hechos utilizados en los análisis, para ofrecer una perspectiva más amplia y racional sobre el tema.
El Libro de Mormón y la genética de poblaciones
El Libro de Mormón narra la historia de una familia de Jerusalén que colonizó el hemisferio occidental, dando origen a una nueva civilización.
Durante mucho tiempo, la Iglesia enseñó que muchos nativos americanos descendían de esta familia, lo que llevó a la suposición de que habría una herencia genética del Medio Oriente entre los nativos americanos.
Sin embargo, los estudios de ADN indican que la ascendencia de los nativos americanos es predominantemente asiática. Para muchos, esto parece invalidar la historia del Libro de Mormón.
No obstante, es esencial diferenciar entre lo que la investigación genética realmente muestra y las suposiciones hechas a partir de estas investigaciones.
La genética de poblaciones es un campo complejo y sus conclusiones están limitadas por los datos disponibles. Exploremos algunos de los principales factores que influyen en esta interpretación.
Modelos geográficos e ideas erróneas
Uno de los principales problemas con la interpretación crítica es la suposición de un modelo geográfico inadecuado. Muchos detractores asumen que Lehi y su grupo llegaron a un continente vacío, lo que implica que toda la población posterior descendería directamente de Lehi.
Sin embargo, el Libro de Mormón no afirma que Lehi fue el único o el primer grupo en habitar el hemisferio occidental. Por el contrario, menciona otras migraciones y sugiere interacciones con pueblos ya establecidos en las Américas.
Los historiadores y académicos de la Iglesia señalan que el grupo de Lehi probablemente se unió a civilizaciones existentes en Mesoamérica.
Esto implica que la narrativa del Libro de Mormón se desarrolla en un área geográfica limitada y no abarca todo el continente americano. Por lo tanto, es incorrecto esperar que todos los nativos americanos desciendan directamente de Lehi.
Efectos genéticos: Efecto fundador y cuello de botella poblacional
Dos fenómenos genéticos importantes explican por qué el ADN del Medio Oriente puede no ser detectable entre los nativos americanos modernos: el efecto fundador y el cuello de botella poblacional.
Efecto fundador
Imagina una bolsa de M&M’s de colores variados. Si solo se toman dos M&M’s verdes y se llevan a una nueva tierra, todos sus descendientes serán verdes, sin representar la diversidad original de la bolsa. De manera similar, el ADN de Lehi y Saríah podría no ser representativo del ADN israelita, lo que dificulta la identificación de sus descendientes a través de marcadores genéticos modernos.
Cuello de botella poblacional
Los eventos catastróficos pueden reducir drásticamente la diversidad genética de una población. Entonces, siguiendo el ejemplo de los M&M’s, ahora nos encontramos en las Américas y tenemos a Lehi y sus M&M’s verdes junto a una colorida mezcla de otros colores..
Desafortunadamente, su tía abuela María descubre el paquete de M&M’s y se come casi todos. Solo quedan algunos, pero son rojos y amarillos. Todos los azules, marrones y verdes fueron devorados.
De esta manera, cuando aplicamos este efecto a la historia de los nativos americanos, tomamos en cuenta sucesos como epidemias y conflictos violentos, que habrían reducido la población, eliminando o diluyendo marcadores genéticos específicos, incluyendo aquellos que podrían indicar un origen en el Medio Oriente.
Dilución genética y la imposibilidad de conclusiones definitivas
Otra consideración importante es la dilución genética. Imaginemos que Lehi y su grupo son como una gota de agua en un vasto océano. Al mezclarse con las grandes poblaciones nativas que ya habitaban las Américas, su ADN se diluyó considerablemente a lo largo de 2600 años.
Además, la comparación entre el ADN de los nativos americanos y los judíos modernos es problemática. Lehi pertenecía a la tribu de Manasés, y sus descendientes no contribuyeron significativamente al acervo genético judío actual, que ya es una mezcla de diversas influencias debido a la ubicación geográfica y eventos históricos.
El análisis genético no puede proporcionar una prueba definitiva de la historia del Libro de Mormón. Las premisas utilizadas en muchos estudios que buscan desacreditar son erróneas y simplistas.
La verdad es que todavía faltan muchas piezas en el rompecabezas genético e histórico. La genética de poblaciones es un campo que continúa evolucionando, y nuevos descubrimientos pueden cambiar nuestra comprensión en el futuro.
Como miembros de la Iglesia, es importante recordar que la fe y el testimonio espiritual no dependen exclusivamente de evidencias científicas.
El apóstol Pablo nos recuerda que nuestro conocimiento es parcial y que la plenitud de la verdad será revelada en el tiempo debido.
Por lo tanto, debemos confiar en lo que ya ha sido revelado y estar abiertos a futuras revelaciones que puedan esclarecer aún más la historia y la verdad del Libro de Mormón.
Fuente: maisfe.org