Mis hijos han dejado la Iglesia y me preocupa su bienestar espiritual, no sé qué será de sus vidas y eso me angustia. ¿Me pueden dar algún consejo?
Respuesta
Cada circunstancia es diferente y nuestra perspectiva es muy limitada, pero la de Dios no. Imagen: Canva
No tengo hijos, sin embargo, la mayoría en mi familia ha dejado la Iglesia.
Si bien nuestras circunstancias no son iguales, comprendo el dolor y la sensación de temor que surge cuando alguien a quien quieres toma la decisión de dejar atrás la fe que tanto amas.
Cada circunstancia es diferente y nuestra perspectiva es muy limitada, no conocemos el corazón de los demás de la manera en que lo hace Cristo o cuál será su progreso en la vida venidera.
A pesar de esto, he aprendido algo que realmente me ha ayudado y tiene mucho que ver con poner en las manos del Señor nuestras esperanzas y temores por el estado de nuestra familia eterna.
Los castigos y la perspectiva de Dios
“Jesús, El Cristo” por John Zamudio
Detrás de esta pregunta, hay cierta suposición sobre la forma en que Dios puede castigar a Sus hijos por son desobedientes.
Cuando meditamos sobre la naturaleza de Dios y el juicio que tiene sobre los demás, es importante que adoptemos una visión amplia y equilibrada.
Si bien es cierto que las Escrituras nos hablan de las advertencias y consecuencias para quienes se rebelan contra Dios, también se nos enseña que Dios es amoroso y que extendiende una y otra vez su mano a a aquellos que se apartan del camino.
En diferentes ocasiones vemos que el Señor le pide a Sus hijos que regresen a Él, siempre les brinda otra oportunidad.
Nadie está perdido para Él porque conoce a Sus ovejas. Imagen: Unsplash
Si sientes que estás perdiendo la esperanza y que no hay consuelo para tu alma, te invito a buscar evidencia de la misericordia y la gracia de Dios al leer las Escrituras. Nadie está perdido para el Señor, porque Él onoce a Sus ovejas.
El Libro de Mormón, al igual que la Biblia, está destinado a enseñarnos la historia de lo que podemos llegar a ser, del perdón, la misericordia y la expiación.
En el contexto de la Restauración y la Expiación de Jesucristo, el Libro de Mormón es un testimonio de que aun cuando todo parece perdido, los milagros más grandes aun están por venir.
Dios nos preserva. Dios nos revela. Dios nos reúne. Continuamente nos ofrecerá estos dones a nosotros y a nuestros seres queridos ahora y en la vida venidera.
Lo que los líderes han enseñado
Los padres que honran los convenios del templo pueden ejercer una gran influencia espiritual en sus hijos a lo largo del tiempo. Créditos: Scott G Winterton, Deseret News
Los líderes y las autoridades generales saben de los problemas que enfrentan las familias cuando un ser querido decide dejar la Iglesia.
A lo largo de los años, han compartido algunos de sus consejos.
El élder David A. Bednar enseñó:
“Los padres que honran los convenios del templo pueden ejercer una gran influencia espiritual en sus hijos a lo largo del tiempo. Los miembros fieles de la Iglesia pueden hallar consuelo al saber que pueden reclamar las promesas de guía y poder divinos, por medio de la inspiración del Espíritu Santo y los privilegios del sacerdocio, en su esfuerzo por ayudar a sus familiares a recibir las bendiciones de la salvación y la exaltación”.
Lo que necesitan, lo que todos necesitamos, es amor y comprensión, sin juzgarlos. Créditos: Brian Nicholson, Deseret News
El presidente M. Russell Ballard dijo:
“¡Mi respuesta es, por favor, no les prediquen! Sus seres queridos o amigos ya conocen las enseñanzas de la Iglesia. ¡No necesitan una clase más! Lo que necesitan, lo que todos necesitamos, es amor y comprensión, sin juzgarlos.
Compartan las experiencias positivas que han tenido al vivir el Evangelio. Lo más poderoso que pueden hacer es compartir sus experiencias espirituales con sus familiares y amigos. Muestren verdadero interés en sus vidas, sus logros y sus desafíos. Siempre sean afectuosos, bondadosos, amorosos y buenos con ellos”.
Dios los amará para siempre. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
El presidente Henry B. Eyring enseñó:
“Dios ha dispuesto de medios para salvar a cada uno de Sus hijos. Para muchos, eso implica que se los coloque con un hermano, una hermana, un abuelo o abuela que los ame sin importar lo que hagan.
Desde antes que el mundo fuese, un amoroso Padre Celestial y Su amado Hijo amaron y trabajaron con aquellos que Ellos sabían que se desviarían. Dios los amará para siempre”.
José Smith expresó:
“Aunque algunas ovejas se descarríen, el ojo del Pastor está sobre ellas, y tarde o temprano sentirán los brazos de la Divina Providencia extenderse hacia ellas y acercarlas de nuevo al rebaño. Ellos volverán, ya sea en esta vida o en la vida venidera”.
Nuestro trato a los demás
Incluso durante el Juicio Final, Dios será quieén nos pida que lo elijamos a Él, que elijamos el sacrificio de Su Hijo. Imagen: Canva
Leemos en Doctrina y Convenios 130:2:
“Y la misma sociabilidad que existe entre nosotros aquí, existirá entre nosotros allá; pero la acompañará una gloria eterna que ahora no conocemos”.
Independientemente de nuestra membresía en la Iglesia o la fe de alguien, la forma en que interactuamos con las personas y las amamos, será la misma en la vida venidera.
Si vemos las relaciones que tenemos en este mundo con una lente de miedo o juicio, entonces hay una alta posibilidad de que esta perspectiva sea la misma allá.
Si nos enfocamos en nutrir nuestras relaciones con amor y fe en Dios, aunque sea solo de nuestra parte, entonces estaremos conectados en los cielos.
El camino del convenio es el camino que Dios quiere que sigamos. Imagen: Canva
El camino del convenio es el camino que Dios quiere que sigamos, es el camino que conduce a la vida eterna y tiene el mayor potencial para brindarnos gozo y paz durante nuestro tiempo en esta vida.
Nuestro camino a la exaltación es uno que finalmente se extenderá por las eternidades, ten fe en que estos desvíos no serán el final para nadie en un contexto eterno.
Incluso durante el Juicio Final, Dios será quién nos pida que lo elijamos a Él, que elijamos el sacrificio de Su Hijo.
Hasta que llegue ese momento, nada está perdido para quienes un día decidieron tomar un camino lejos de la Iglesia. Un día, así como el hijo pródigo, volverán a casa.
Fuente: LdsDaily
