La autora Harriett Beecher Stowe dijo:
“Las lágrimas amargas que se derraman sobre la tumba son por palabras que no se dijeron y cosas que no se hicieron”.
Es lamentable darte cuenta de que es demasiado tarde para perdonar, demostrar amor, decir lo que sientes, porque esa persona que tanto querías tuvo que partir repentinamente de este mundo.
Es triste saber que tuviste la oportunidad de cambiar las cosas, pero por orgullo decidiste dejar todo como estaba y ahora tienes que vivir con ese amargo sentimiento.
No cometas ese mismo error, ama cuando tengas que amar, resuelve lo que tengas que resolver, perdona y valora cada instante con quienes amas, porque nuestro viaje por este mundo puede acabar en cualquier momento.
El presidente Thomas S. Monson en su discurso “Encontrar gozo en el trayecto”, nos enseñó:
“Nunca permitas que el problema que se tenga que resolver llegue a ser más importante que la persona a la que se tenga que amar.
Los amigos se mudan, los hijos crecen, las personas que amamos fallecen.
Es tan fácil dar las cosas por sentado, hasta el día en que ellos se van de nuestras vidas y nos quedamos con estos sentimientos: ‘qué hubiera pasado si’ o ‘si sólo’”.
No te quedes con ese sinsabor, el tiempo pasa y jamás volverá.
No supongas nada y demuestra cuánto amas a las personas que son especiales para ti para que más tarde no te tengas que lamentar de lo que no hiciste cuando pudiste.
“Con frecuencia suponemos que ellos deben saber cuánto los queremos; pero nunca debemos suponerlo; debemos hacérselo saber…
Envía esa nota al amigo que has descuidado; abraza a tu hijo; abraza a tus padres; di ‘te quiero’ con más frecuencia; siempre da las gracias.
William Shakespeare, escribió: ‘Quienes no muestran su amor, no aman’.
Nunca nos lamentaremos por las palabras de bondad que digamos ni el afecto que demostremos; más bien, nos lamentaremos si omitimos esas cosas en nuestra interacción con aquellos que son los que más nos importan”.
Y, una vez más:
“Nunca permitas que el problema que se tenga que resolver llegue a ser más importante que la persona a la que se tenga que amar”.
Dios te ha dado el maravilloso regalo de presentar en tu vida a personas especiales que se han ganado tu corazón. No desperdicies ese regalo guardando resentimiento o rencor por cosas que tienen solución.
Antes de contender, ama. Antes de criticar, escucha. Antes de suponer, pregunta. Antes de lamentarte, aprovecha las oportunidades que el Padre te da.
Nuestro paso por esta Tierra es breve y se supone que estamos aquí ahora para tener gozo y que mejor que con nuestros seres queridos. No dejes pasar el tiempo albergando malos sentimientos, más bien úsalo sabiamente amando.
Comienza ahora, dile a esa persona cuánto la amas y comparte este artículo con quien lo necesite.
Fuente: ChurchofJesusChrist.org