En esta esfera telestial, hay muchas maneras en que podemos herir nuestros cuerpos mortales o morir antes de nuestro tiempo. La solución que Dios nos da son los ángeles.
¿Cuántos obstáculos se han quitado de nuestro camino para evitarnos un sufrimiento no esencial? ¿Cuántas veces se ha salvado nuestra vida? Puede que nunca lo sepamos, ¡pero me gustaría compartir cinco historias maravillosas donde la gente sí pudo saberlo!
“Si ejercen la fe, tendrán la ayuda de Dios, e incluso se enviarán ángeles para fortalecerlos, consolarlos y darles el valor para hacer lo correcto.” –Ángeles
También te puede interesar: “Presidente Nelson: “Tenemos días maravillosos por delante””
Una protección milagrosa
David Curneal ha tenido ángeles que bendicen su vida en numerosas ocasiones, especialmente en una ocasión que recordaría por el resto de su vida. Los ángeles salvaron a su familia de una muerte segura cuando un tren se dirigía directamente hacia su automóvil. El compartió:
“El 18 de febrero de 1995 fue un día que nunca olvidaré. Mi esposa y mis tres hijos estaban en el auto conmigo cuando nos acercamos a la autopista. Pudimos ver que la avenida estaba repleta de autos, y de repente nos encontramos en las vías del tren sin forma de avanzar o retroceder.
Segundos después, las agujas de control del pase del tren bajaron atrapándonos en las vías justo cuando un tren se acercaba rápidamente.
Mi esposa podía sentir que el impacto con el tren era inminente y me dijo que necesitábamos salir. Dos de nuestros hijos salieron del auto, pero la menor todavía estaba en su asiento para niños.
Mi esposa intentó abrir frenéticamente el cinturón de seguridad, ¡pero estaba atascado! Golpeé la hebilla con todas mis fuerzas y finalmente se rompió, liberando a mi pequeña del auto pero no de su asiento.
De un brincó de alejé del auto justo cuando el tren impactó contra él. El sonido del claxon, el metal estrujándose y los frenos chirriantes aún me despiertan en mis sueños.
Intenté recuperar el sentido, vi el asiento de mi hija volar por los aires. Giró una y otra vez y parecía ganar altitud. De repente, la forma muy violenta en que se movía disminuyó cayendo suavemente en el pavimento. Fue como si alguien hubiese atrapado a mi hija y la hubiera colocado a salvo en el suelo”.
David y su familia recibieron ayuda divina. No era el momento de despedirse de su hija, los ángeles la salvaron de la muerte al igual que a toda su familia.
Dallin H. Oaks habló sobre la protección que nos brindan los ángeles guardianes.
“En todo el mundo, los fieles Santos de los Ultimos Días gozan de protección de los poderes del maligno y de sus seguidores hasta que cumplan con su misión en la vida terrenal. Para unos, la misión terrenal es breve… mas para muchos de nosotros esta jornada terrenal es larga y continuamos siguiendo su curso con la protección de los ángeles guardianes.”.
Atrapada debajo de un bote
Cheryl Martin se encontró en una situación potencialmente mortal cuando visitó Punta Cana, República Dominicana. Ella salía de un bote que se encontraba la orilla cuando de pronto una gran ola golpeó el bote y ella cayó al mar. Su cabeza golpeó el costado del bote y fue succionada hasta quedar debajo del bote.
Cheryl quedó atrapada durante unos segundos y no pudo moverse. Llegó otra ola y casi la ayudó a liberarse y nadar a la superficie, pero justo cuando comenzó a emerger, otra gran ola la golpeó lastimándole el hombro y el brazo izquierdo, atrapándola una vez más.
A pesar de todo lo que sucedía, Cheryl sintió que una hermosa paz llenaba su alma, y de repente supo lo que debía hacer. Cuando la siguiente ola alejó un poco el bote de ella, pudo cambiar su posición y sentir la parte inferior del bote para guiarse hacia la superficie.
Cuando Cheryl emergió, alguien extendió su brazo para ayudarla a subir. Ella tomó el brazo y subió al bote, pero no había nadie allí. Ella caminó hacia el otro lado del bote y le preguntó a un hombre que estaba ahí si sabía quién la había ayudado.
Él le dijo que nadie la había ayudado y que ella había salido sola del mar. Pero ella sabía que, de alguna manera, la habían aconsejado para poder salir de debajo del bote y ponerla a salvo. Lo más significativo fue la paz que sintió durante todo el momento. Ella compartió:
“Me siento muy bendecida de saber que hay ángeles alrededor para protegernos. Me hice mucho daño, pero sobreviví.
Tengo 65 años pero sé que tengo más por hacer en esta Tierra. Cuando me ocurrió este accidente, no sentí temor, pero sentí la tranquilidad de que todo estaría bien. Estoy eternamente agradecida”.
Un auto blindado
Helen Condon tuvo una experiencia en la que supo que los ángeles la protegían de sufrir lesiones graves después de un accidente automovilístico. Ella escribió:
“Un día, a fines de la década de los 90, mientras conducía por la autopista I-84 en Portland, Oregon, me encontré en medio de un accidente automovilístico de colisión múltiple. Me chocaron por detrás empujando mi auto hacia el auto frente de mí.
Nuestro pequeño camión, ‘Bucko’, fue chocado y empujado hacia adelante y hacia atrás, pero me mantuve completamente tranquila. Sentí como si estuviera en un tanque blindado y no experimenté la más mínima ansiedad. ‘Bucko’ fue remolcado y llevado a casa, luego al patio de demolición, comprimido hasta no poder ser reconocido.
El único daño que sufrí fue un pequeño corte en mi falda nueva. ¡Debe haber habido un batallón de ángeles con nosotros ese día!”.
Monóxido de carbono
En 1969, cuando Eddie Jones era un joven de catorce años, tuvo una experiencia milagrosa en la que supo que los ángeles salvaron su vida. Él era de una comunidad agrícola en el norte de México que cultivaba manzanas y duraznos.
Un sábado por la tarde, su padre entró con el auto al estacionamiento y notó que las cosas estaban desordenadas. Contenedores de fruta estaban apilados por todo el área. El padre de Eddie, que se enorgullecía de ser ordenado y organizado, se molestó. Le indicó a Eddie que se quedara y manejara el montacargas hasta que todo estuviera arreglado.
Eddie comenzó moviendo los contenedores de fruta del patio exterior a las cámaras de refrigeración. Primero llevó cada contenedor a la cámara, luego comenzó a organizarlos en filas según el productor en las dos habitaciones.
El tiempo pasó volando y estaba completamente absorto en su tarea de apilar los contenedores. Él recuerda haber mirado su reloj y ver que era pasada la medianoche.
Alrededor de ese tiempo, escuchó una voz que le decía que se detuviera de inmediato y bajara y saliera. Recuerda que comenzó a bajar la carretilla elevadora del montacargas, pero después de eso, él perdió el conocimiento.
Lo siguiente que recuerda es sentirse mareado y desorientado mientras que el vigilante del turno de la noche le sacudía el hombro y le preguntaba si estaba bien. Encontró a Eddie afuera de las pesadas puertas de la cámara fría, recostado contra la pared. Eddie compartió:
“Las puertas de la cámara fría eran enormes y muy pesadas, por lo que tenían que empujar para abrirlas. Recuerdo que a esa edad tenía que usar casi todas mis fuerzas cada vez que entraba o salía, pero cuando el vigilante me encontró, la puerta estaba cerrada.
¿Cómo podría haber abierto y cerrado esas pesadas puertas estando inconsciente? Alguien tuvo que haber estado conmigo para realizar tal hazaña y sacarme de ahí. ¡De ninguna manera lo hice solo!
El vigilante llamó a mi papá y él vino a buscarme. Me diagnosticaron con envenenamiento por monóxido de carbono y me pusieron oxígeno. Estuvieron muy preocupados de que no sobreviviera.
Cuando comencé a trabajar esa noche, nadie pensó en los niveles de monóxido de carbono dentro de la cámara fría que venía del motor a gasolina del montacargas.
Más tarde supe que cuando el vigilante entró en la cámara fría, el montacargas seguía funcionando y no había nadie en él. Tenía cuatro contenedores de fruta levantados a su altura máxima, alineados perfectamente para ser colocados en la parte superior.
Sé que hubo ángeles que me ayudaron y me salvaron la vida esa noche”.
Ángeles a nuestro alrededor
El Élder Jeffrey R. Holland nos recuerda la ayuda de los ángeles que se encuentran a nuestro alcance:
“En el Evangelio de Jesucristo, contamos con ayuda de los dos lados del velo, y esto no debemos olvidarlo jamás… Si nuestros ojos fueran abiertos, veríamos, hasta donde llegara el alcance de nuestra vista, gente de a caballo y carros de fuego que vienen con velocidad vertiginosa a brindamos su protección. Sí, las huestes celestiales siempre están a nuestro alrededor, en defensa de la simiente de Abraham”.
¡Qué preciosas son nuestras vidas!
Venimos a este plano de existencia para aprender y crecer, con un tiempo designado para partir de él.
Los ángeles son agentes de paz y protección que se aseguran de que permanezcamos en la tierra precisamente hasta donde estemos destinados, a través de nuestra fidelidad. Tienen el poder de eliminar obstáculos y peligros en nuestro camino, y a menudo obtienen permiso para hacerlo.
Fuente: latterdaysaintmag.com