Los niños son nuestro tesoro más valioso y queremos protegerlos a toda costa.
A veces, los niños se encuentran en situaciones peligrosas. Cuando no podemos estar allí, o no podemos ayudarlos, con frecuencia se envían ángeles para socorrer y ayudar a nuestros pequeños.
Ángeles asignados a los niños
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Me encanta el pasaje de las Escrituras que habla específicamente sobre los ángeles de los niños:
“Mirad que no tengáis en poco a alguno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos”. (Mateo 18: 10)
Hemos recopilado tres relatos de primera mano de niños que, incluso en situaciones difíciles como el abuso o el trauma, ven y sienten que los ángeles los ayudan. ¡Veamos!
Los ángeles del Señor acompañan a los niños en situaciones “desafortunadas”
Por J. Kirk Richards
Una mujer me contó una experiencia que tuvo cuando era niña, en la que un ángel la sostuvo durante un evento muy traumático. Ella escribió:
“Cuando era niña, entre los 5 y los 6 años, me encontraba en una situación que se describiría como muy desafortunada.
Hace unos años, mientras reflexionaba sobre ese recuerdo, tuve lo que creo que fue una revelación con respecto a este incidente.
Pude ver que otro pequeño y yo estábamos muy asustados. Muy lejos de nosotros había otras personas.
De repente, vi que varios ángeles nos estaban ministrando específicamente a nosotros dos. Estaban muy cerca, junto a nosotros, y sabía que nos estaban cuidando, por así decirlo, en medio de estas circunstancias.
Al ver esta revelación, al instante también percibí que el tiempo de los ángeles, el tiempo de Dios, no era el mismo que nuestro tiempo terrenal.
Con las actividades que se desarrollaban a mi alrededor, los ángeles estaban en un espacio diferente al nuestro aquí en la Tierra. Sin embargo, estaban muy cerca de nosotros, protegiéndonos afanosamente y guardando nuestro espíritu.
Desde ese momento, supe que el mundo de los espíritus está aquí entre nosotros, aunque no podamos verlo. Hay ángeles y espíritus que intervienen en nuestras vidas en diversos grados.
Ahora, con frecuencia, oro específicamente por la ayuda de los ángeles en mi vida y en la de los que me rodean, y sé que están aquí para ayudarnos.
Es un gran consuelo para mí y estoy segura de que los ángeles están ayudando a los hijos de Dios de todo el mundo a soportar sus pruebas y luchas.
El Padre Celestial no nos deja solos, nunca”.
Este relato es muy inspirador. A los ángeles se les asignan tareas para ayudar a los niños durante muchas tormentas. A veces, estas tormentas son literales, como en el siguiente relato:
Como los ángeles protegieron a unos niños durante un tornado
El élder Rasband enseñó:
“Mientras estuve en Oklahoma, tuve la oportunidad de conocer a algunas de las familias que resultaron afectadas por los fuertes tornados.
Durante mi visita a la familia Sorrels, me conmovió en particular la experiencia de su hija, Tori, que entonces estaba en el quinto grado de la escuela primaria Plaza Towers.
Tori y algunos de sus amigos se acurrucaron en un baño para refugiarse mientras el tornado azotaba con estruendo la escuela. Escuchen mientras leo las palabras de Tori sobre los acontecimientos de ese día:
‘Oí que algo pegó contra el techo. Pensé que sólo era granizo. El ruido se hizo más y más fuerte. Hice una oración para que el Padre Celestial nos protegiera a todos y nos mantuviera a salvo.
De pronto, escuchamos un sonido fuerte como de una aspiradora, y el techo justo arriba de nosotros desapareció.
Había mucho viento y escombros que volaban y me golpeaban todo el cuerpo.
Estaba más obscuro afuera y parecía que el cielo estaba negro, pero no era así, era la parte de adentro del tornado. Sólo cerré los ojos esperando y orando que pronto terminara.
De repente hubo silencio.
Cuando abrí los ojos, ¡vi un cartel con la señal de ‘alto’ justo frente a mis ojos! Casi me tocaba la nariz’.
Tori, su mamá, tres hermanos y muchos amigos que estuvieron en la escuela con ella, milagrosamente sobrevivieron ese tornado; pero no fue así con siete de sus compañeros.
Ese fin de semana, los hermanos del sacerdocio ofrecieron muchas bendiciones a miembros afectados por la tormenta. Me sentí honrado de poder darle una bendición a Tori.
Al poner mis manos sobre su cabeza, uno de mis pasajes favoritos de las Escrituras me vino a la mente:
‘Iré delante de vuestra faz. Estaré a vuestra diestra y a vuestra siniestra, y mi Espíritu estará en vuestro corazón, y mis ángeles alrededor de vosotros, para sosteneros’.
Le aconsejé a Tori que recordara el día en que un siervo del Señor puso las manos sobre su cabeza y declaró que ella había sido protegida por ángeles durante la tormenta”.
Los ángeles pueden proteger a los niños del peligro y ayudarlos a sanar. En Salmos dice:
“Pues mandará a sus ángeles por ti, para que te guarden en todos tus caminos”.
A veces, son las madres de los niños sostenidos las que ven o sienten a los ángeles.
Un ángel doctor
Sherry Bonneau compartió una historia muy conmovedora sobre un ángel que fue enviado a salvar a su bebé.
Desde que nació su hijo de 2 años, Richard, luchó contra graves problemas de salud y estuvo a punto de morir en varias ocasiones.
Un día, un fin de semana festivo, cuando no había ningún médico programado en la instalación, Richard reaccionó muy mal a la sedación que acababa de recibir para una biopsia y todos se alarmaron. Sherry escribe:
“Su fiebre era de 105 y apenas tenía pulso. Sabía que se estaba muriendo.
Le dije al Padre Celestial que seguramente no había permitido que Richard sobreviviera a todas las demás muertes, ¡solo para llevárselo ahora!
Cuando miré hacia arriba con lágrimas corriendo por mi rostro, un médico desconocido estaba en la puerta. Me hizo un par de preguntas y, luego, se dirigió a la enfermera y le dijo que abriera la vía intravenosa de par en par y pasara dos bolsas de cierto medicamento.
Una vez que pasó la primera bolsa, la temperatura de mi bebé comenzó a bajar y su presión arterial comenzó a subir. Pudimos calmarnos un poco.
Cuando pasó la segunda bolsa, mi hijo estaba completamente despierto.
Levanté la vista para agradecer al médico, pero él no estaba allí.
Les pedí a las enfermeras que me dijeran quién era. Cuando revisaron sus documentos, descubrieron que no firmó el libro de registro y nadie lo vio pasar por el escritorio al entrar o salir.
Las únicas enfermeras que lo vieron fueron las de nuestra habitación que habían recibido instrucciones de salvar la vida de mi bebé.
Sé que el Padre Celestial envió al médico ángel ese día y estaré eternamente agradecida a Él por ello”.
Hermosa autoridad
A los ángeles se les da la hermosa autoridad de velar por los niños y protegerlos de las peores cosas de la vida.
O, con frecuencia, si deben pasar por alguna prueba, se les permite a los ángeles que los apoyen durante esa prueba.
Los ángeles de los niños están en la presencia del rostro de Dios y están especialmente equipados para proteger a los pequeños.
Algún día, tendremos el informe completo de cómo nuestros ángeles nos protegieron y sostuvieron cuando éramos niños.
¡Qué gran revelación de la gracia de Dios será esa!
Fuente: Meridian Magazine
