Muchos de mis hermanos Santos de los Últimos Días describen su conversión como un resultado de sentir un “ardor en el pecho”. ¿Por qué?, ¿de dónde viene aquella frase?, ¿por qué tanta gente experimenta el Espíritu de esa manera?
El trasfondo del Ardor en el Pecho
La Frase “ardor en el pecho” proviene de Doctrina y Convenios 9:8
“si está bien […] haré que tu pecho arda dentro de ti.”
Aquella sección es una revelación dirigida a Oliver Cowdery explicándole cómo podría él sentir la manifestación del Espíritu Santo durante la traducción de las escrituras.
A pesar que el versículo describe lo que una persona puede experimentar, muchos otros han descrito experiencias similares.
En Lucas 24:32, aquellos a los que Jesús se apareció después de su resurrección dijo:
“¿No ardía nuestro corazón en nosotros mientras nos hablaba en el camino?”
De hecho, esta experiencia también ha sido analizada extensamente fuera de las escrituras. Justin Martyr, uno de los primeros cristianos, describió su primera experiencia estudiando el nuevo testamento de la siguiente manera:
“Inmediatamente se encendió una llama en mi alma.”
El conocido pastor congregacionalista del avivamiento, Jonathan Edwards, sintió el Espíritu de la siguiente manera:
“El sentir que tenía de las cosas divinas, a menudo se encendía repentinamente como si fuera un dulce ardor en mi corazón.”
Con tantas personas de diferentes épocas y lugares que experimentan un ardor en su pecho, se podría esperar que o bien deberías sentir un ardor en el pecho o que aquel ardor no es real. Ninguno de los dos es verdad.
Las Diferentes Manifestaciones del Espíritu
Si bien algunas personas describen el sentir el Espíritu como un calor, esa es una forma casi segura de utilizar el vocabulario que se tiene disponible para describir una experiencia que está fuera de nuestra existencia física.
Boyd K. Packer dijo: “No tenemos palabras que describan perfectamente el Espíritu.”
Podrías describirlo como una metáfora, o simplemente la mejor manera de describir la experiencia. Por último, “calor” no es la única manera en que las personas pueden describir sus experiencias con el Espíritu.
Sonido
El sonido del Espíritu es otra manera popular de describir experiencias con el Espíritu.
Elías describió que el Espíritu fue como “una voz apacible y delicada.” (1Reyes 19:12)
Sabor
José Smith, en su discurso en el funeral del Elder King Follet, describió el Espíritu de la siguiente manera: “Esta es la buena doctrina. Sabe bien…Dicen que la miel es dulce y yo también lo afirmo. También puedo probar el Espíritu de la vida eterna y sé que es bueno.”
Movimiento
Quizá hayas escuchado a alguien decir que el Espíritu los “movió”. De esta forma es como yo mayormente describo mis experiencias personales con el Espíritu, aunque debo admitir que el Espíritu no suele hacer que mi cuerpo se mueva físicamente. Esta descripción también aparece en las escrituras.
Luz
En respuesta a una pregunta sobre cómo podrían saber por el Espíritu si algo era correcto. José Smith recibió una revelación con otra manera de describir el Espíritu: “Lo que es de Dios es luz.” (DyC 50:24)
Memoria
Jesús mismo describió experiencias espirituales en términos de cómo afecta a la memoria. “El Espíritu Santo… os recordará todo lo que os he dicho.” (Juan 14:26)
Emoción
En una carta ayudando a conversos experimentar el Espíritu más plenamente, Pablo describió las emociones que podrían sentir: “Amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.” (Gálatas 5:22-23)
No debería sorprendernos que el Espíritu enseñe a diferentes personas de maneras diferentes. Casi todos los maestros reconocen que diferentes personas aprenden mejor con diferentes estilos de aprendizaje.
¿Cómo Sé Si Estoy Sintiendo El Espíritu Ahora?
Con tantas maneras diferentes en que una persona puede sentir el Espíritu, puede parecer que es imposible saber si estas lo sintiendo ahora.
Esto no debería ser una sorpresa. Aprender a reconocer y responder mejor al Espíritu debe ser una actividad en la que trabajamos a lo largo de nuestras vidas.
Aquí hay algunos pasos que pueden ayudarnos durante este proceso.
- El Bien y el Mal
Entender que es y lo que nos el Espíritu no siempre es tan complicado. Sí, hay muchas maneras diferentes en que las personas pueden sentir el Espíritu, pero nadie dijo que pudiera saber a vinagre, nadie dijo que les dio un sentimiento de temor. Tal como lo explicó Moroni: “Todo lo que es bueno viene de Dios.” (Moroni 7:12)
- Si es Bueno, Hazlo
Aprenderás, mientras sigas adelante con cosas buenas, si el sentimiento que te impulsó a realizarlas fue el Espíritu. Mientras que sigas confiando en aquello que has aprendido que es bueno no tienes que preocuparte si te diriges por un camino peligroso.
- Mira Atrás en Tu Vida
Eres el más experto en tu vida personal, así que piensas en esos momentos de tu vida en los que te sentiste más seguro de estar alineado con la voluntad de Dios. ¿Qué fue lo que sentiste? Piensa en los momentos cuando te das cuenta que has sigo después que has sido guiado por el Espíritu. ¿Cómo te sentías previamente?
- Conserva un Diario
A medida que intentes mantenerte en sintonía con la manera que el Espíritu se comunica contigo, anota aquellas experiencias. Trata de elegir palabras que se adecuen mejor con tu experiencia, luego vuelve y lee lo que escribiste. Con el tiempo empezarás a notar un patrón.
Al hacer el esfuerzo consciente de aprender como el Espíritu te habla aprenderás a descubrir las respuestas y si no lo describes como un” ardor en el pecho” eso está completamente bien.
Este artículo fue escrito originalmente por Christopher D. Cunningham y fue publicado por mormonhub.com, con el título: “I Never Felt a Burning Bosom. No problem”
