Hace años, mientras el Élder Kent F. Richards trabajaba como traumatólogo, recibió una notificación de que una ambulancia estaba en camino y que necesitaba estar listo para intervenir a un hombre que había sido apuñalado en el corazón. A pesar de que el paciente estaba clínicamente muerto, el Élder Richards sabía que todavía podía salvarlo y lo llevó a la sala de emergencias.
Cuando el Élder Richards tuvo una mejor vista del área dentro del pecho del hombre, encontró sangre y coágulos en la cavidad pericárdica alrededor del corazón. Después de vaciar la cavidad, el corazón volvió a latir. El Élder Richards colocó su dedo dentro del agujero en el pecho del hombre mientras que el equipo lo resucitaba y el hombre vivió.
El Élder Richards, ahora un Setenta Autoridad General emérito, dice que la historia es similar a cómo funciona el arrepentimiento, con el pecado que perfora el corazón. “A veces, es un pinchazo de una aguja pequeña y, otras, es un cuchillo de hoja larga”.
Sin embargo, el Élder Richards dijo, el Salvador puede curar todos los corazones heridos y hacer que todas las personas vuelvan a estar sanas.
Al dirigirse a los alumnos del Instituto Superior de Comercio de la Iglesia (LDSBS) en un devocional del 11 de junio en el Salón de Asambleas de la Manzana del Templo, instó a todos a convertirse en personas autosuficientes a nivel espiritual a través de la oración y el arrepentimiento.
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“La autosuficiencia no es autodidacta. Se aprende”, dijo el Élder Richards, citando las capacitaciones en línea de la Iglesia sobre la autosuficiencia.
El Élder Richards dijo que el objetivo final de la autosuficiencia física es que cada persona “gane la capacidad de cuidar de sí misma y de su familia, sea feliz y progrese”. La autosuficiencia espiritual se debe enseñar de la misma manera, agregó.
La autosuficiencia espiritual “significa hacer todo lo que podamos por nuestro propio crecimiento y aprendizaje espiritual, al darnos cuenta de que no podemos tener éxito sin el apoyo del poder espiritual y los dones de lo alto”.
El Élder Richards dijo que el Padre Celestial sabía que necesitaríamos ayuda, así que les dio a Sus hijos la luz de Cristo y el Espíritu Santo para guiarlos de regreso a Él.
El Élder Richards citó al Presidente Wilford Woodruff: “La mayor bendición disponible para un hombre en la tierra es la compañía del Espíritu Santo”.
Al utilizar a la familia de Lehi como ejemplo, el Élder Richards explicó que la ayuda que recibieron de la Liahona durante su salida de Jerusalén es similar a cómo funciona la guía del Espíritu a lo largo de la vida. La familia de Lehi podía utilizar la Liahona siempre que depositaba su fe en el Señor y lo llamaba en humilde oración.
A través de la oración y la obediencia de los mandamientos de Dios, el Élder Richards dijo, “cosechan las hermosas consecuencias por ser bendecidos y felices”.
Esta felicidad no debería crear complacencia ni impedir que alguien se fortalezca contra los poderes de Satanás. Pero, a veces, el enemigo se infiltra en nuestras fortificaciones, dijo el Élder Richards.
El Élder Richards citó lo que dijo el Presidente Nelson: “El arrepentimiento no es un evento, es un proceso. Es la clave de la felicidad y la paz en la mente”.
Cuando el arrepentimiento se usa con fe, proporciona acceso al poder de la Expiación de Jesucristo a través del cual todos pueden ser sanados y perdonados por sus pecados.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Alexa Reimschussel y fue publicado en thechurchnews.com con el título “What is spiritual self-reliance and what should it look like? Here’s what Elder Richards told students at LDSBC”.
