Podemos hacer un gran cambio en la vida de aquellos que sienten que no pertenecen. Todos deseamos lo mismo, todos necesitamos sentir que somos amados.
Todos los martes en la Universidad de Brigham Young, un discursante es invitado a dar una charla en el devocional. El invitado de esta semana fue el psicólogo Phillip Rash.
Él habló de un tema que normalmente no recibe la atención que merece. Eligió hablar sobre las personas que “nunca sintieron que realmente encajan” en BYU, la Iglesia o en su comunidad.
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Creando pertenencia
Al tratar el tema, Rash habló sobre cómo aquellos que se sienten aceptados y que pertenecen deben tratar a quienes que pueden tener una experiencia diferente.
“Lo importante es que lo intentemos. Reconozcamos que realmente existe un margen y que algunas personas han vivido en este margen durante mucho tiempo. Reconozcamos que el pasado deja cicatrices.
Deshagámonos del prejuicio y retengamos las criticas. Escuchemos con amor y comprensión y actuemos con empatía santa al recordar que nosotros también fuimos extranjeros en la tierra de Egipto.”
Hay mucho que se puede rescatar de este discurso.
Un Ejemplo Perfecto
Phillip Rash también habló acerca del rey Benjamín y su sermón histórico en El Libro de Mormón. Habló de Cristo y cómo Él interactuó con aquellos que se sintieron marginados y cómo podemos emular ese ejemplo perfecto.
“¿Qué hizo Cristo con las personas marginadas? Comió con ellos, caminó con ellos, lloró con ellos, los sanó, les dio valor, los escuchó.
Lo más importante es que Cristo le enseñó a todos la doctrina de Su Padre, la doctrina de la liberación final; que en Él y sólo a través de Él, somos liberados de la esclavitud del pecado y la muerte y que en Él vencemos todas las cosas.”
Al final, Rash instó a los oyentes a desarrollar una “empatía santa” para con aquellas personas que pueden experimentar la escuela, la vida o el Evangelio de una manera diferente a la nuestra.
Podemos hacer un gran cambio en la vida de aquellos que sienten que no pertenecen, podemos hacerlos sentir amados, valiosos y que son dignos del amor de Dios. Todos deseamos lo mismo, todos necesitamos sentir que somos amados.
Si para nuestro Padre Celestial todos pertenecemos, sin distinción alguna, nosotros como Sus hijos podemos compartir lo mismo con nuestros hermanos.
Este artículo fue escrito originalmente por David Snell y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “BYU Speech Zeroes in On Those Who Feel Marginalized”