Para nosotros, los Santos de los Últimos Días, comprender los roles de Dios y de Jesucristo es el corazón de la teología.
El bautismo de Jesucristo, como veremos más adelante, es uno de los mejores ejemplos que nos ayuda a comprenderlos.
Nosotros creemos fervientemente en las enseñanzas del apóstol Juan:
“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. (Juan 17:3)
A la vez, se puede ver esta doctrina fácilmente resumida en el primer artículo de fe:
“Nosotros creemos en Dios el Eterno Padre, y en su Hijo Jesucristo, y en el Espíritu Santo”.
Puede parecer simple, pero muchos otros cristianos cuestionan nuestra visión de Dios. ¿Qué es lo que causa esto?
En un estudio doctrinal de la Iglesia, se presenta la posición de los Santos:
“El punto en el que los Santos de los Últimos Días difieren de otras religiones cristianas es su creencia en que Dios y Jesucristo son seres glorificados y físicos, y que cada miembro de la Trinidad es un ser separado”.
Nosotros creemos que esta doctrina verdadera ha sido restaurada mediante la revelación moderna, especialmente durante la Primera Visión de José Smith.
Sin embargo, en ninguna otra parte estos roles son más claros como durante el bautismo de Jesús.
En ambos registros del bautismo de Cristo, tanto como en el evangelio de Mateo como en el de Lucas, vemos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo representados de distintas formas.
Cuando Cristo emerge de las aguas, Mateo registra:
“Los cielos fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y se posaba sobre Él.
Y he aquí, una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco”. (Mateo 3:16-17)
Asimismo, Lucas registró:
“Descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo Amado, en ti me complazco”. (Lucas 3:22)
Aunque no podamos comprender todas las cosas, Dios siempre ha aclarado las verdades esenciales para Sus hijos porque Él es un Dios amoroso.
Al estudiar el bautismo de Cristo veremos que la Trinidad está compuesta por “seres distintos con roles distintos” y que “son uno en propósito y doctrina”.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son seres distintos con una misión en común, llevar a cabo el divino plan de salvación.
Fuente: LDS Daily