Puede ser difícil encontrar apoyo cuando se está de duelo por la pérdida de un bebé, es por eso que para difundir un mensaje de consuelo, esperanza, concientización y solidaridad se llevó a cabo este día de conmemoración.
El día mundial de la Concienciación sobre la Muerte Gestacional, Perinatal y Neonatal es un día para que la familia, los amigos y los miembros de una comunidad se reúnan en memoria de los bebés que han fallecido.
Es un día para rendir homenaje a aquellos que han sufrido la muerte de un bebé durante el periodo de gestación o tras su nacimiento.
Este evento anual ayuda a las personas a sentirse menos solas mientras lamentan la pérdida de su ser querido.
El objetivo de este día es crear conciencia sobre el embarazo y la pérdida de un bebé para que más familias sepan a dónde acudir en busca de ayuda, si es que la necesitan.
Son muy pocos los lugares que brindan información o recursos sobre consejería de duelo o servicios conmemorativos como lápidas o urnas para quienes pierden a un bebé.
Crear conciencia sobre esta causa ayudará a las mamás de todo el mundo a obtener el apoyo que necesitan durante uno de los momentos más difíciles de sus vidas.
¿Qué se considera muerte gestacional, perinatal o neonatal?
La muerte gestacional ocurre cuando el feto tiene más de 22 semanas en el vientre de su madre.
En el caso de alcanzar las 28 semanas o inclusive nacer y superar la primera semana de vida, entonces se habla de muerte perinatal.
Dentro de la muerte fetal tenemos el aborto espontáneo, que puede ir desde las primeras semanas como al termino completo del bebé.
¿Qué pasa con estos bebés inocentes?
Muchos sienten temor de lo que les pueda pasar a sus niños al morir, pero hay algo que dijo el Salvador que es importante que recordemos:
“Dejad a los niños venir a mí y no les impidáis hacerlo, porque de los tales es el reino de los cielos”. –Mateo 19: 14
En este pasaje encontramos que los niños son salvos, que de ellos es el reino celestial (DYC 137: 110). Estos pequeñitos son inocentes, la sangre del Salvador expía sus pecados.
Gracias a la expiación de Cristo, los pequeñitos quedan libres de los efectos de la caída de Adán y Eva, “porque estos son limpios” (Moisés 6:54).
El profeta José Smith dijo:
“[José Smith] dijo que recibiríamos a esos niños en la mañana de la resurrección, tal como los habíamos sepultado, con pureza e inocencia, y que como madres les enseñaríamos y los cuidaríamos.
Dijo que los niños se levantarán en la resurrección tal como fueron sepultados, y que obtendrán toda la inteligencia necesaria para recibir tronos, principados y potestades”. -“Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith”
¿Hay esperanza para quienes perdieron un bebé?
El presidente Joseph F. Smith, el sexto presidente de la Iglesia, perdió a varios hijos por muerte prematura. Buscando consuelo, él pudo hallar la siguiente respuesta:
“José Smith enseñó la doctrina de que el niño pequeño que muere se levantará como niño en la resurrección; y, señalando a la madre de un niño sin vida, le dijo: ‘Usted tendrá la alegría, el placer y la satisfacción de criar a ese hijo, después de que haya resucitado, hasta que alcance la estatura completa de su espíritu’.
Hay restitución, hay crecimiento, hay desarrollo después de resucitar de la muerte. Amo esta verdad. Comunica a mi alma un caudal de felicidad, de dicha y de gratitud. Gracias sean dadas al Señor que nos ha revelado estos principios”. -Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith, capítulo 15).