Bendiciones inesperadas: ¿Qué bueno podría venir de mis pruebas y desafíos?

pruebas y desafíos

Hace muchos años, sucedió algo sorprendente cuando iba a mover el ganado de mi rancho en México. Debido a la gran calidad de ganado que teníamos que mover ese día, todos los caballos que podíamos utilizar estaban ensillados.

Justo cuando todos estaban a punto de comenzar a montar, uno de nuestros muchachos se enojó por algo y renunció, lo cual enfureció a mi esposo Elbert. ¿Por qué tenía que renunciar HOY? ¡Cualquier día menos hoy! 

Elbert no había planeado montar, pero debido a esta acción repentina, se vio obligado a estar en el caballo durante las siguientes 5 horas.

Al final del día, Elbert experimentó síntomas desconcertantes que, en pocas palabras, nos hicieron llevarlo a un hospital. Después de una ecografía descubrimos que tenía un tumor canceroso en la vejiga que requería cirugía inmediata. 

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Entonces, aquí está el punto crucial de la historia: SI aquel trabajador no hubiera renunciado en ese momento crucial, ENTONCES Elbert no habría sabido que tenía cáncer.

Eventualmente lo habría descubierto, pero para aquel momento el tumor habría crecido mucho más y podría haber sido fatal.

Lo que parecía un evento negativo y frustrante fue en realidad un regalo del cielo para nosotros.

Esta es una fórmula común en nuestras vidas. SI cosas dolorosas o desafiantes suceden (y aprendemos lo que tienen para enseñarnos), ENTONCES las recompensas vendrán.

Una oportunidad inesperada

En 1985, mis amigos Rex Lowe y su esposa Pat, conducían por la carretera cerca de un municipio sudafricano cuando bajaron la velocidad en el semáforo. Vieron decenas de niños pequeños que tenían muchas de piedras frente a ellos y, siguiendo las indicaciones de un adulto, comenzaron a arrojarlas al auto de Rex. 

Una joven tomó una piedra tan grande como la cabeza de Pat y la arrojó hacia la ventana de su puerta, rompiéndola en mil pedazos, dejándola inconsciente. Ella estaba sangrando profusamente. 

Rex manejó rápidamente para sacarlos de ese vecindario tan peligroso y llevarlos al hospital. Pat tuvo que ser resucitada, los médicos pasaron muchas horas sacando los fragmentos de vidrio de su cráneo.

Unos meses más tarde, Rex, que era contratista, asistió a una reunión del club de Leones donde se discutía la solicitud del ayuntamiento para construir un orfanato. Se le preguntó a Rex si su empresa podía participar. 

Rex accedió de buena gana, pero cuando visitó el sitio seleccionado para el orfanato, se dio cuenta de que este era el MISMO LUGAR donde él y Pat habían sido atacados hacía unos meses.

Quedó emocionalmente confundido e inicialmente dudó de qué hacer, pero luego se dio cuenta de que el Señor estaba tratando de darle la oportunidad de progresar por lo que accedió a hacer el proyecto. 

Él y Pat decidieron que una forma significativa de perdonar a esos niños era donar el trabajo de Rex SIN COSTO alguno con el deseo y la oración de que algo bueno saliera de ello.

El orfanato todavía sigue en pie y ha alojado a cinco huérfanos cada año desde entonces, pero lo más valioso fue el crecimiento y el progreso de Pat y Rex. Algo malo se convirtió en una gran bendición para ellos y para los huérfanos.

Un nivel más alto

silencio de los cielos

Me encanta la cita de C. S. Lewis que dice:

“Cuando se presentan problemas, enfermedades, dificultades económicas, nuevas tentaciones, [el hombre] se siente decepcionado. Cree que estas cosas podrían haber sido necesarias para despertarlo y hacer que se arrepintiera de su pasado; pero, ¿porque ahora? 

Porque Dios lo está forzando a ir más allá, o más arriba, a un nivel más alto, poniéndolo en situaciones en las que tendrá que ser mucho más valiente, más paciente o más caritativo de lo que nunca había soñado ser.

A todos nos parece innecesario, pero eso se debe a que todavía no tenemos la más mínima noción de la grandeza en la que Dios desea transformarnos”.– C. S. Lewis, Mere Christianity, p. 174.

No es solo a pesar de la adversidad, sino debido a la adversidad, que podemos llegar a ser como Dios. Al final, cosas buenas vendrán y nos ayudarán a alcanzar niveles más altos.

Solo recordemos que nuestro destino suele estar vinculado a la manera en que afrontamos nuestras experiencias en la tierra.

De una familia disfuncional a la empatía y el servicio

Tengo una maravillosa amiga que creció dentro de una familia muy disfuncional, ella fue abusada repetidamente desde que era niña hasta la adolescencia. Su vida estuvo llena de autodesprecio y abusos a causa de ello. 

Finalmente se casó y tuvo hijos, sin embargo, ella continuó abusando de sí misma y de otras substancias adictivas. Cuando llegó a los 50, alcanzó un punto en el que ella verdaderamente quizo cambiar. 

Se arrepintió de todo lo que podía arrepentirse y comenzó el largo y difícil proceso de recuperación de una adicción.

Fue debido a lo que aprendió en ese extenso proceso que ahora es un faro de esperanza para cientos de personas, alentándolos individualmente a seguir luchando. Su “maldición” se ha convertido en una bendición para muchos.

Cuando encontramos significado en nuestras pruebas, comenzamos a aprender las razones por las que se nos permitió o se nos colocó en una circunstancia determinada.

De exiliado a líder espiritual

Cuando el Dalái Lama, el líder espiritual y político del Tíbet, tenía solo 16 años, el ejército chino invadió y ocupó su país.

Después de solo unos años, él se vio obligado a huir de su amado Tíbet mientras los monasterios y miles de volúmenes escritos por los propios tibetanos eran quemados por manos enemigas. 

Le fue insoportable saber que la intención de los chinos era erradicar su cultura. En 1959, se vio obligado al exilio, dejando atrás a su pueblo sin poder hacer nada para evitarlo.

A pesar de lo desgarrador que fue, más adelante admitió que haber sido expulsado de su país resultó ser una bendición para él. Él dijo:

“Para cada acontecimiento de nuestra vida, existen muchas perspectivas diferentes. Cuando miramos el mismo suceso desde una perspectiva más amplia, nuestro sentimiento de preocupación y ansiedad se reduce, tenemos un mayor gozo… 

Por lo tanto, al adoptar una perspectiva podríamos decir: “Qué mal, qué triste”, pero si miramos el mismo acontecimiento de una perspectiva diferente, ese mismo suceso, podría brindarnos nuevas oportunidades”.

Fue gracias a lo que aprendió que el Dalái Lama se ha convertido en un símbolo de paz, esperanza y gozo para miles de millones de personas.

¿Quién serías?

verdad

Piensa en un momento de tu vida donde pasaste por dificultades. Piensa en todo lo bueno que resultó de aquello. ¿Quién serías SIN esa experiencia? ¿Realmente querrías borrar todo el crecimiento y conocimiento que lograste gracias a esa prueba?

¿Qué situación estás atravesando?

¿En qué te está convirtiendo el Señor? ¿Qué atributos estás adquiriendo? ¿Más fe? ¿Más paciencia? ¿Estás siendo preparado para algo? 

Si te encuentra pasando por un momento difícil, piensa en que algo espectacular está a la vuelta de la esquina, algo para lo que estás siendo especialmente preparado.

Con frecuencia nos preguntamos porqué suceden cosas malas. A simple vista, nuestros desafíos pueden ser la desgracia, la prueba o catástrofe que necesitamos para obtener experiencia y sabiduría. 

Sin embargo, a un mayor enfoque podríamos encontrar las entrañables misericordias de Dios y descubrir las cosas buenas que han venido a nuestra vida, entonces descubriremos cuán bendecidos somos.

Fuente: Meridian Magazine

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