Danny Ainge es un Santo de los Últimos Días con una exitosa carrera en el mundo de los deportes. Ha sido deportista y ejecutivo de la NBA, donde ganó tres campeonatos.
Recientemente, en una entrevista de podcast, reveló que cumplir con sus llamamientos en la Iglesia de Jesucristo lo ayudó a mantener el equilibro y, por lo tanto, alcanzar el éxito en su carrera.
A continuación, compartimos un extracto de su entrevista. ¡Veamos!
Entrevistador:
Danny, como hombre de fe y Santo de los Últimos Días, ¿cómo lograste mantener el equilibrio entre cumplir con tus llamamientos de la Iglesia y tu carrera en el deporte? ¿Cómo hiciste para poner prioridades?
Danny Ainge:
Bueno, en primer lugar, creo que existe el equilibrio.
Leemos en Lucas que Jesús crecía en sabiduría, estatura y favor ante Dios y los hombres. Así que, siempre he aplicado eso en mi vida.
Aprendí esta lección en los primeros años de mi vida gracias a mi padre.
Él solía hablarme del equilibrio: “No puedes ser un jugador de básquet toda tu vida, necesitas equilibrio”, decía.
Yo le respondía: “Papá, tengo equilibrio en mi vida. Juego béisbol, básquet, golf y practico atletismo”.
Obviamente, papá no estaba hablando de eso. Entonces, siempre busqué y busco el equilibrio. No soy perfecto, pero trabajo en ello.
Creo que los llamamientos de la Iglesia nos proporcionan equilibrio. Nos exhortan a hacer la ministración, enseñar lecciones, ser obispo de un barrio, ayudar a las personas y servir.
Yo necesito responsabilidades en mi vida y eso es lo que me da la Iglesia y, por eso, amo los llamamientos.
En este momento estoy sirviendo en un quórum del sacerdocio y me encanta. Tenemos 18 poseedores del sacerdocio y es muy divertido. En los momentos más ajetreados, estoy rodeado de gente increíble.
Agradezco tener la oportunidad de servir a personas maravillosas y de que ellas estén a mi lado.
Entrevistador:
En el mundo de los deportes, no todos son cristianos. Entonces, me gustaría saber, ¿cómo lograste mantener tus principios? Y ¿has tenido oportunidades, ya sea como jugador o ejecutivo de la NBA, de compartir tu fe con la gente que te rodea?
Danny Ainge:
Sí, he tenido oportunidades de hablar sobre mi fe, de Dios, del equilibrio y de encontrar algo más en tu vida, pero sin denominaciones.
Recibí buenas respuestas como, “nunca antes nadie me habló de esa manera”.
Sin embargo, también hubo momentos en los que mis compañeros de equipo y jugadores que entrené, no quisieron escuchar de mis experiencias.
Pero, creo que, por encima de todo, lo más importante es que las personas con las que trabajé a lo largo de mi carrera, saben que vivo mi fe.
Ellos respetan mi fe, a pesar de las bromas que a veces hacen.
Debido a eso, he podido avanzar en mi carrera, ayudar a mis compañeros en los tiempos difíciles y he encontrado muchas oportunidades en mi vida.
Me siento feliz de no tener que lidiar con problemas tan grandes como los que hubiera tenido si no ejercía mi fe. Tú sabes, en el mundo de los deportes y en cualquier profesión siempre existen tentaciones.
No obstante, tener un buen matrimonio, una esposa fuerte y rodearme de buenas personas desde los primeros años de mi vida, me ayudó a mantener el rumbo.
Fuente: LDS Living