Algunas de las lecciones más importantes de la Biblia y otros relatos de las Escrituras se enseñaron mediante parábolas o historias.
En nuestros días, estas lecciones se enseñan a través de películas. Una de estas películas es la historia de Cenicienta.
“Tengo que contarte un secreto que te ayudará a superar todas las pruebas que la vida puede ofrecer. Ten coraje y sé amable”.
Esas fueron las últimas palabras de la madre de Cenicienta antes de morir.
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En la película, la bondad y el coraje realmente ayudaron a Cenicienta a superar todas las pruebas de su vida. La bondad y el coraje trajeron magia al cuento de hadas.
Afortunadamente, esta magia no solo ocurre en las películas sino también en la vida real si uno comprende lo poderosas que son estas virtudes.
Bondad: Magia que podemos traer a nuestras vidas
En la película, Cenicienta fue amable con todos, incluso con su madrastra y hermanastras poco amables.
Su amabilidad era genuina, ya que no esperaba que otros la correspondieran. Ella fue amable porque eso es lo que era.
Ella no se desvió de lo que sabía que era correcto a pesar de todas las pruebas que encontró. A su vez, fue bendecida con un hada madrina que la ayudó a conocer a su príncipe.
Algunos podrían decir que el hada madrina trajo la magia a su vida, pero si se examina de cerca, fue su bondad.
Nosotros también podemos traer magia a nuestras vidas y las vidas de las personas que nos rodean si vemos que hay poder en la bondad. Hay varias formas en que podemos hacer que esto suceda:
1. Trata a los demás con amabilidad
Cada uno de nosotros, de una u otra forma, está encontrando un camino de regreso a casa con nuestro Padre Celestial.
Todos tenemos diferentes experiencias y circunstancias, hemos tomado diferentes caminos, desarrollado diferentes talentos y adquirido diferentes habilidades.
Reaccionamos, percibimos y manejamos las cosas de manera diferente. Esta es la realidad y no podemos controlarla.
Lo que podemos controlar es nuestra actitud hacia estas diferencias. Un pequeño acto de bondad puede alegrar el corazón de un alma ya cansada.
El élder Wirthlin dijo:
“Cada uno seguirá un camino diferente en la vida; cada uno progresa a su propio ritmo. Puede que las tentaciones que afligen a un hermano no tengan efecto alguno en los demás, mientras que sus puntos fuertes pueden resultar inalcanzables para otra persona.
Nunca menosprecien a los que sean menos perfectos que ustedes; no se enojen cuando alguien no cosa, ni juegue, ni reme, ni cultive tan bien como ustedes.
Todos somos hijos de nuestro Padre Celestial y estamos aquí con el mismo propósito: aprender a amarlo con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza, y a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos”.
2. Habla amablemente
Las palabras que decimos pueden convertirse en un bálsamo de Galaad que puede curar un alma herida o una espada de dos filos que puede infligir dolor a otros.
Que siempre elijamos lo primero y nos esforcemos por no ofender ni hablar mal de los demás ni de nosotros mismos.
Que nuestras palabras estén llenas de consideración y compasión para que podamos hablar con una lengua nueva, incluso la lengua de los ángeles.
Un llamado al coraje
Si hubiera existido una Cenicienta en los tiempos del Antiguo Testamento, habría sido la reina Ester de Persia.
Ella arriesgó su vida y salvó a una nación al ingresar a la corte del rey sin ser citada, un acto castigado por la ley.
Ester suplicó por su vida y la vida de su pueblo. Ella podría haber mantenido la paz de que era judía y permanecer en la comodidad de su corte. Sin embargo, eligió hacer lo que sabía que era correcto, incluso si salvar a su pueblo le costaría la vida.
El llamado a la valentía para nosotros en estos últimos días puede no ser tan dramático como en la época de la reina Ester u otros héroes de la Biblia. No obstante, estamos llamados a tener valentía todos los días de nuestra vida, cada vez que se presenta la oportunidad.
El poeta y novelista escocés Robert Louis Stevenson dijo:
“El coraje de todos los días tiene pocos testigos. Sin embargo, el tuyo no es menos noble porque no se toque ningún instrumento para ti ni ninguna multitud grite tu nombre”.
El presidente Thomas S. Monson dijo:
“El tener valor y no transigir es lo que trae la aprobación de Dios”.
Si decidimos ser valientes al elegir lo que es correcto, encontraremos fortaleza en el Salvador y en nuestro Padre Celestial.
Al hacerlo, las palabras de la madre de Cenicienta serán más verdaderas: la bondad y el coraje pueden ayudarnos a superar todas las pruebas de nuestras vidas.
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por Chona Galletes y fue publicado en faith.ph con el título “OF KINDNESS AND COURAGE”.