En Estados Unidos y en muchos países de Latinoamérica, la “cultura de las celebridades” tiene mucho peso e influencia, especialmente entre los jóvenes.
Cuando una persona famosa viste con cierta marca de ropa, con mucha frecuencia las ventas de dicha marca empiezan a elevarse. Desafortunadamente, las celebridades también tienen una gran influencia negativa.
Una encuesta realizada en 2014, en Estados Unidos, encontró que el 80% de los adolescentes entrevistados se comparan con las fotografías de sus celebridades favoritas, aun cuando “casi la mitad expresó que [hacerlo] las hace sentir insatisfechos con su propia apariencia”.
Para bien o para mal, casi siempre es para mal, estos jóvenes consideran que las declaraciones realizadas por estas celebridades tienen mucha relevancia en sus vidas.
Incluso en el tema de la fe, las creencias de las celebridades son muy influyentes en los jóvenes. Cuando Madonna comenzó a asistir al Centro de Kabbalah, significó mucho para la organización, la cual se basa en el misticismo tradicional judío.
The Angeles Times informó:
“Los activos del Centro pasaron de tener un valor de 20 millones de dólares en 1998, un año después de que Madonna hiciera públicos sus vínculos con la Kabbalah, a más de 260 millones de dólares en 2009, según el informe del ex director financiero y declaraciones de impuestos del Centro y las organizaciones afiliadas”.
Si bien no debería importar lo que las celebridades digan y crean en lo que respecta a una creencia religiosa, la influencia que tienen sobre sus admiradores y el público en general es innegable y bastante significativa.
Un ejemplo claro y preocupante de esto es lo que comentó recientemente Britney Spears.
Desde que dejó la tutela controlada por su padre, la cantante ha aparecido en las noticias al expresar sus sentimientos sobre su experiencia con la sociedad en general; por su parte, sus hijos y su ex esposo, Kevin Federline, han hecho lo mismo.
En respuesta a una entrevista de su hijo Jayden sobre la reciente situación, Spears compartió un mensaje dirigido a sus hijos en sus redes sociales:
“Me entristece que ninguno de ustedes me haya valorado como persona. Ustedes han sido testigos de cómo me ha tratado mi familia y lo saben todo. Como ya lo he dicho, siento que en secreto les gusta decir que algo anda mal conmigo.
Sinceramente, mi papá debería ir a la cárcel por el resto de su vida, pero como dije, si Dios existiera, no hubiera permitido que esto me sucediera… Por la forma en que mis hijos y mi familia me han tratado, he dejado de creer en Dios; no hay nada en lo que pueda creer, soy atea”.
Los momentos de sufrimiento y aflicción son parte de las pruebas que definen nuestra fe y las que nos hacen aferrarnos más a ella.
La creencia en un poder superior se pone a prueba en momentos que parecen sumamente injustos, sin embargo, para la mayoría de las personas, es la creencia de que hay un Dios lo que los ayuda a atravesar las tormentas que enfrentan.
La declaración de Spears estuvo fuera de lugar y envía el mensaje de que nuestra relación con Dios depende del comportamiento de nuestro prójimo y de las bendiciones que recibimos. Este fue un mensaje que los jóvenes pueden tomar como verdad sin saber la realidad.
Afortunadamente, esta semana también hubo más comentarios reflexivos como la fe de Shia LaBeouf.
En una entrevista reciente con The Hollywood Reporter, el actor habló sobre el reciente altercado con la actriz Olivia Wilde.
La mayor parte de la entrevista, la que se vio ignorada en favor de los comentarios sobre la actriz, se centró en su reciente conversión al catolicismo.
Los comentarios más poderosos de LaBeouf sobre su fe se produjeron en respuesta a una pregunta sobre la reciente muerte de su madre. Él compartió:
“Mi madre estaba llena de temor en sus últimos momentos… Estaba alarmada. Durante toda su vida, ella había estado muy interesada en Dios y la espiritualidad, pero no lo conoció, esa es la razón por la que pasó así sus últimos momentos.
El mayor regalo que me dio al morir fue impulsarme a desarrollar la necesidad de tener una relación con Dios, no un interés, no solo una creencia, sino una relación basada en pruebas tan tangibles como un abrazo. El último regalo que me dio fue la máxima convicción de fe”.
LaBeouf también evitó darle más atención al tema con Wilde y expresó: “Muchas bendiciones para ella y su película”.
Esta entrevista abierta y poderosa sobre la fe debería estar en los titulares, en cambio, en la mayoría de los medios de comunicación, es probable que solo veamos cosas banales y sin importancia.
Por cada Britney Spears, puede que no haya un Shia LaBeouf, pero esperamos que las celebridades que compartan sus creencias religiosas puedan un día no solo expresarlas sino también vivirlas activamente.
Fuente: Deseret News