Una tragedia golpeó a la familia Hardman de Tooele, Utah, cuando su hijo de 12 años, Drayke, se quitó la vida a causa del bullying.
Samie y Andrew Hardman sabían que el pequeño Drayke estaba siendo acosado en la escuela e hicieron todo lo necesario para afrontar este problema y ayudar a su hijo.
A pesar de incluso involucrar a la escuela para poner fin al caso de bullying, el mismo estudiante continuó abusando de Drayke.
Sabiendo de las consecuencias que vienen del bullying, Samie conversó con su hijo para saber cómo se sentía y si tenía pensamientos suicidas. Drayke negó tales ideas e incluso pareció fastidiado ante la pregunta.
Pero los acosos no cesaron para Drayke y cada día en la escuela fue una tortura. Sus padres constantemente se preocupaban por él, pero la realidad fue demasiado dura para el niño.
El pasado miércoles por la noche, Samie y Andrew recordaron que Drayke pidió faltar a su práctica de baloncesto y quedarse en casa; ellos dijeron que parecía estar bien. Esa noche, sin embargo, Drayke se quitó la vida en su casa.
La familia Hardman perdió al pequeño Drayke, pero no iban a dejar que su vida fuera en vano. Ellos compartieron su historia con el fin de enseñar a los niños a ser bondadosos con los demás, a demostrar caridad y respeto.
Samie compartió para un noticiero de Utah:
“Los niños serán el tipo de niños que harán lo que quieren, hasta que sepan que lo que hacen no está bien. Pienso que es ahí donde debemos tener ese tipo de conversaciones”.
La familia Hardman alienta a los padres a estar atentos a cualquier signo de agresión en sus hijos, explicando que, como padres de un niño que era acosado, habían tomado todas las medidas que conocían, pero que aun así no fue suficiente.
Su esperanza es que al reconocer este tipo de comportamiento negativo en los niños, los padres puedan afrontar la situación y enseñarles a practicar la bondad.
Es más fácil corregir el comportamiento en un niño que hace bullying que devolverle la vida a una persona que fue herida por ello.
“Para [ese niño], atacar a mi hijo con el fin de desarrollar su confianza significa que carece de algo, por lo que, en cierto sentido, el acosador también es una víctima, y es por eso que debemos encontrar una solución”, comentó Andrew.
A pesar de la situación, Samie Hardman espera que el niño que acosaba a su hijo pueda encontrar paz.
“Como madre, es difícil no sentir rencor o no decir: ‘Me siento enojada, me siento molesta, herida y desmoronada’. Una parte de mí solo quiere que este [niño] encuentre paz, que lo ayuden”.
Si eres parte del bullying o sabes de alguien que pasa por ello, actúa y detenlo, busca ayuda, no permitas que los sentimientos de orgullo o superioridad venzan los sentimientos de bondad.
El élder Dieter Uchtdorf compartió en una Conferencia General:
“Cuando se trate de odiar, chismear, ignorar, ridiculizar, sentir rencor o el deseo de infligir daño, por favor apliquen lo siguiente: ¡Dejen de hacerlo!”
Fuente: KUTV