En la vida, a veces nos encontramos con momentos en los que, a pesar de nuestros mayores esfuerzos por acercarnos a Dios y seguir sus enseñanzas, las dificultades solo parecen aumentar.
Esto puede llevarnos a cuestionar si realmente vale la pena seguir teniendo fe, si realmente nuestras oraciones son escuchadas, especialmente cuando sentimos que antes, cuando estábamos más alejados de Dios, todo parecía ir “mejor”.

Es importante comprender que cuando nos acercamos a Dios, no solo nos acercamos a Su luz y amor, sino que también nos alejamos de la oscuridad y la influencia del enemigo.
Satanás, el enemigo de todo lo bueno, movido por su rebeldía contra Dios, siempre ha buscado la infelicidad y la destrucción del género humano.
Es por eso que, al vernos avanzar hacia la luz, intensifica sus esfuerzos para apartarnos de la senda correcta. Nos tienta, pone obstáculos en nuestro camino y busca sembrar dudas en nuestra fe.

Lo cierto es que precisamente es en estos momentos de prueba cuando nuestra fe se fortalece y se vuelve más real.
Tenemos un Padre Celestial que nos ama y que siempre vela por nosotros, y eso no debemos olvidarlo nunca. Por lo tanto, ¿en serio creemos que se quedará de brazos cruzados viéndonos sufrir?
Recuerda, el trabajo de satanás, su objetivo, es que nos alejemos del camino seguro que Dios nos ha dado.
Acercarnos a Él no es cosa fácil, al igual que construir una casa requiere empeño, dedicación y recursos. De la misma manera, una relación cercana con Dios demanda nuestro mayor esfuerzo.

Él a cambio nos brindará paz, gozo y una felicidad verdadera que no se encuentra en las cosas temporales, aun en nuestros desafíos.
Si estás en tu camino de regreso a Dios, ten por seguro que el enemigo intensificará sus esfuerzos para sabotear tu progreso.
Te tentará, pondrá obstáculos y sembrará dudas en tu mente en un intento por convencerte que Dios no se preocupa por ti y que es mejor volver a la “comodidad” de la oscuridad.
Quizá sea bueno recordar que tener dificultades no significa que Dios nos haya abandonado o que nos esté castigando. Por el contrario, es una señal de que estamos avanzando en la dirección correcta, acercándonos a la luz en un mundo de tinieblas.

Es en medio de estas dificultades donde podemos apreciar la verdadera fortaleza de nuestra relación con el Padre, aun cuando estamos regresando a Él.
Las recompensas de seguir a Dios son infinitamente mayores que las dificultades que podamos enfrentar en el camino.
Si te encuentras en un momento difícil, recuerda que no estás solo. Dios está contigo y te dará la fuerza que necesitas para superar cualquier obstáculo.

Todo el esfuerzo que estés dando tendrá su recompensa. La verdadera felicidad no se encuentra en la facilidad, sino en la superación de las adversidades con la ayuda y guía de Dios.
No tires la toalla, estás en el camino correcto. Dios está contigo en cada paso. Sigue adelante con fe y perseverancia.
El Señor ha previsto dificultades para fortaleza nuestra y nuestro corazón se vuelva humilde. También para crecer en la fe y aprender a vencer las tentaciones. En los momentos de dificultad siempre seremos tentados para dudar y alejarnos de la verdad, el enemigo quiere que seamos miserables como él y sembrará siempre dudas y desánimo pero el Señor jamás nos abandona, él tiene mucho amor por nosotros, de modo que hay que poner mucho ánimo y nuestra confianza completa en el Señor que en su momento, nos ayudará a salir del mal momento que estemos pasando.
Deseo acercarme a Dios
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Ya no puedo más
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Me gustaría que puedan orar por mi, aveces se necesita que oren por los demas
claro que si, oremos por ti