Creemos que el profeta revela la voluntad de Dios al mundo. ¡Realmente lo hace! Pero, ¿cómo exactamente sucede eso? ¿La voluntad de Dios controlará cada aspecto de la Iglesia y su funcionamiento? ¿Cada política de la Iglesia es la palabra revelada y la voluntad de Dios? ¿Dios siempre le da al profeta instrucciones detalladas? Aprendamos algunas cosas sobre la revelación.
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1. Raras veces, se revela la voluntad de Dios a ti o al profeta a través de experiencias milagrosas y dramáticas
Todos hemos escuchado esto antes. Pero, ¿realmente creemos en eso cuando se trata de los líderes de nuestra Iglesia? ¿Realmente creemos que los apóstoles reciben revelación de la misma manera que tú y yo? El Élder David A. Bednar explicó este principio de manera experta:
Los miembros de la Iglesia tenemos la tendencia a recalcar tanto las maravillosas y dramáticas manifestaciones espirituales, que tal vez no apreciemos, y hasta pasemos por alto, el modelo común por medio del cual el Espíritu Santo lleva a cabo Su obra.
La misma “sencillez de la manera” (1 Nefi 17:41) de recibir impresiones espirituales pequeñas y graduales que con el tiempo y en su totalidad constituyan la respuesta deseada o la guía que necesitemos, tal vez nos haga “traspasar lo señalado” (Jacob 4:14).
He conversado con muchas personas que dudan de la fortaleza de su testimonio personal y subestiman su capacidad espiritual porque no reciben impresiones frecuentes, milagrosas ni intensas.
Quizás al considerar las experiencias que tuvo José en la Arboleda Sagrada, las de Saulo en el camino a Damasco y las de Alma hijo, llegamos a pensar que algo está mal con nosotros o nos falta si no tenemos esos ejemplos conocidos y espiritualmente sorprendentes.
Si ustedes han tenido pensamientos o dudas similares, sepan que es algo muy normal.
Visiones, sueños reveladores y visitas angelicales pueden suceder, pero son la excepción a la regla, incluso para los profetas y los apóstoles.
En la mayoría de los casos, la revelación a la Primera Presidencia, el Quórum de los Doce, las organizaciones auxiliares, las presidencias de estaca, los obispados y otros líderes sucede cuando esos líderes oran en consejo y avanzan en las decisiones basadas en su mejor juicio, con inspiración.
A menudo, así es como se determina “la voluntad de Dios”. El manual de la Iglesia coincide:
“Los consejos proporcionan un medio para que los líderes se reúnan en unidad y fe a fin de buscar colectivamente la voluntad del Señor”.
Este principio también es evidente en el libro de Hechos, capítulo uno. El apóstol, Judas, está muerto. Cristo también se ha ido. Los apóstoles se dieron cuenta de que había una vacante en su Quórum de los Doce. Aquí está cómo descubrieron quién debía ser el nuevo apóstol:
Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.
Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra a cuál de estos dos has escogido, para que tome el oficio de este ministerio y apostolado, del cual cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.
Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.
Estos versículos aclararon un par de cosas:
- Los once apóstoles que quedaban querían saber a qué candidato Dios había escogido para llenar la vacante
- Los once escogieron a Matías por voto popular e inspirado
Entonces, ¿Dios escogió a Matías o los once escogieron a Matías? La respuesta: ambos. Los once consultaron juntos, tomaron una decisión y Dios, hasta donde sabemos, la aprobó.
Lo mismo sucede en el moderno Quórum de los Doce. Se reúnen todas las semanas en el Templo de Salt Lake City y consultan juntos en un esfuerzo por revelar la voluntad de Dios. Cuando el consejo está completamente unificado en su decisión, avanza.
2. No existe una decisión correcta o incorrecta en todos los escenarios
Los once apóstoles escogieron a Matías para reemplazar a Judas. ¿Eso significa que Barsabás era un lobo vestido de oveja? ¿Barsabás no podía cumplir con el llamamiento apostólico? No necesariamente. Probablemente, hubiera hecho un gran trabajo.
A veces, las decisiones no siempre son en blanco y negro. A veces, hay más de una respuesta correcta. Tal vez, el Señor hubiera estado bien con Matías o Barsabás.
En los tiempos modernos, el Élder Gong y el Élder Soares fueron llamados recientemente al Quórum. ¿Significa que fueron las únicas personas en el planeta con las que el Señor estaba bien? Probablemente no.
A menudo, el Señor da a conocer una necesidad y permite que tomemos las mejores decisiones que podamos en oración. Luego, Él apoyará la decisión o no. Eso sucede de varias maneras. La respuesta podría ser…
- Sí, haz eso
- No, no hagas eso
- Haz lo que creas que sea lo mejor y te apoyaré
- No hagas nada en este momento, se paciente
- Todas las opciones son geniales, pero esta es la mejor
- Todas las opciones son malas, sigue buscando
- Voy a quedarme callado y dejaré que manejes esto
- Probablemente, no deberías hacer eso, pero te dejaré avanzar y esta será una gran experiencia de aprendizaje para ti
El Élder Jeffrey R. Holland explicó esa última opción de esta manera:
“A veces, en respuesta a las oraciones, el Señor puede guiarnos a través de lo que parece ser el camino equivocado o al menos un camino que no entendemos. Así que, en el debido tiempo, Él puede llevarnos con firmeza y sin dudas hacia el camino correcto.
Por supuesto, Él nunca nos guiaría por un camino de pecado, pero podría guiarnos hacia un camino de experiencias valiosas”.
A lo largo de la historia de los Santos de los Últimos Días, hemos sido conducidos por muchos “caminos de experiencias valiosas” y, seguramente, habrá más por venir.
3. El Señor no “mandará en todas las cosas”
En Doctrina y Convenios 58, el Señor deja su voluntad muy en claro:
Porque he aquí, no conviene que yo mande en todas las cosas; porque el que es compelido en todo es un siervo perezoso y no sabio; por tanto, no recibe galardón alguno.
De cierto digo que los hombres deben estar anhelosamente consagrados a una causa buena, y hacer muchas cosas de su propia voluntad y efectuar mucha justicia; porque el poder está en ellos, y en esto vienen a ser sus propios agentes. Y en tanto que los hombres hagan lo bueno, de ninguna manera perderán su recompensa.
Mas el que no hace nada hasta que se le mande, y recibe un mandamiento con corazón dudoso, y lo cumple desidiosamente, ya es condenado.
El Señor no manda a los profetas “en todas las cosas”, y ¡eso está bien!” Ellos están haciendo muchas cosas por su libre albedrío y llevando a cabo mucha justicia. El Señor no solo intenta decirnos cosas, Él intenta enseñarnos cosas.
Parte de ayudarnos a alcanzar nuestro potencial divino es enseñarnos a cómo tomar decisiones por nuestra cuenta. A veces, eso significa que nosotros (y los profetas) vamos a cometer errores. Así es como sucede el aprendizaje.
Hay 341 himnos en el himnario actual de la Iglesia. ¿Dios dio el mandamiento de que cada uno específicamente debería estar en el himnario? Probablemente no. ¿Te estás rebelando en contra de la voluntad de Dios si no te gustan algunos de los himnos? Probablemente no.
Dios, afortunadamente, no controla todos los detalles de la Iglesia.
Pensamientos finales
La revelación es una característica esencial de la Iglesia de Jesucristo. Nuestros profetas modernos tienen años de experiencia con la revelación. Saben lo que es y cómo reconocerla cuando llega. Pero, tú y yo recibimos revelación de una manera muy parecida a la de ellos.
A medida que continuemos refinando nuestra comprensión de la revelación, también refinaremos nuestra comprensión de cómo funciona la iglesia restaurada de Cristo.
En una época de gran agitación religiosa, esto es vital para nuestro bienestar. Que Dios nos bendiga en nuestros esfuerzos de acercarnos más a Él a través del don divino de la revelación.
Este artículo fue escrito originalmente por David Snell y fue publicado en thirdhour.org con el título “3 Vital Things to Understand About How Prophets (And You) Receive Revelation”.
