A veces una ruptura amorosa viene de la nada y en ocasiones uno puede ver que el final se acerca. Lo que es cierto es que nada te prepara para ello y el dolor que viene después.
Si has pasado por esto recientemente, entonces estos consejos te ayudarán. Realmente deseamos que puedas sentirte mejor con el tiempo y que recuerdes que no todo acabó. Hay un futuro brillante para ti.
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1. No permitas que tus emociones te controlen
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No es fácil terminar una relación, sean por las razones que fueren. Trata de no ver este final como un fracaso. En cambio, considéralo como una oportunidad para aprender y crecer.
Es posible que al principio sientas mucho enojo, puedes sentir la tentación de “vengarte” de tu ex o tengas el deseo de interferir con su vida, pero debes recordar que lastimar a otra persona no disminuirá tu dolor.
De hecho, es más probable que te haga sentir peor y te impida progresar. Si es necesario, haz una oración, escucha un himno o simplemente redirige tu atención a otra cosa más productiva.
2. No te vayas con la primera persona que te hace caso
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A veces puede ser fácil ignorar lo que pasó y simplemente busques retomar tu vida amorosa con la primera persona que muestra interés.
Debes darte tiempo para sanar y debes darle a esa nueva persona la oportunidad de tener algo que sea real con alguien que sí la sepa valorar.
El empezar otra relación rápidamente es solo tratar de evitar sentir las emociones dolorosas que vienen de la ruptura de un ser querido.
Que alguien te haya lastimado no significa que debes hacer lo mismo con alguien más. Estar en una relación solo por el hecho de estar en una demuestra lo indispuestos que estamos realmente.
El élder Lynn G. Robbins, un Setenta Autoridad General, expresó:
“Debido a que el amor es tanto un verbo como un sustantivo, la frase ‘Te amo’ es tanto una promesa de comportamiento y compromiso como una expresión de sentimiento”.
Si no estamos listos para ese tipo de promesa y compromiso, entonces es mejor seguir trabajando en nosotros mismos.
3. No te estanques en el pasado
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De cuando en vez tenemos la tendencia a recordar las cosas que una vez fueron y no hay nada de malo en ello. Es bueno recordar el pasado, pero no podemos vivir en él.
Toda relación tiene sus puntos buenos y malos, pero aferrarse a algo que ya terminó no permitirá avanzar. Si no dejas atrás tu pasado, esto podrá destruir tu futuro.
¿Recuerdas a la mujer de Lot? El Señor quería algo mejor para la familia de Lot, sin embargo, su esposa dudó de la promesa de que Él les daría algo mejor de lo que estaban dejando en Sodoma.
La esposa de Lot miró atrás para ver la destrucción de la ciudad y en un instante se convirtió en estatua de sal.
Tú también puedes creer en la misma promesa. El Señor te dará algo mejor de lo que dejaste atrás.
4. Fortalece tu autoestima
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Es normal que al terminar una relación sientas dudas sobre tu apariencia física y los rasgos de tu personalidad, y que cuestiones qué es lo que haría que alguien deje de amarte.
Sin embargo, en lugar de caer en este túnel sin fin, invierte ese patrón de pensamiento. Enfócate en lo que realmente valoras de ti mismo y en lo que aportaste a la relación, en lugar de las cualidades que no posees.
Algo que puede ayudarte es hacer una lista de los rasgos que definen tu carácter, tus fortalezas emocionales, habilidades, capacidades y cualquier otra cualidad.
Si tienes dificultades para encontrarlas, puedes preguntárselo a tus amigos y familiares más cercanos, quienes aprovecharán la oportunidad para compartir todas las razones por las que se sienten afortunados de tenerte en sus vidas.
“Un verdadero amigo es aquel que está dispuesto a aceptarnos tal como somos, pero es capaz de dejarnos mejor de lo que nos encontró”.- Marvin J. Ashton
5. Perdona y sigue adelante
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Si bien no podemos cambiar lo que pasó, podemos aprender de ello. Aferrarnos a los sentimientos de enojo y traición nos atan a esa persona y por eso es necesario el perdón. El perdón nos libera y sana nuestras heridas.
Permítete crecer y continúa desarrollando tu amor propio. La persona correcta vendrá con el tiempo. No caigamos en la desesperación, es ahí donde podemos cometer errores.
Como lo dijo el presidente Gordon B. Hinckley:
“El perdón, acompañado del amor y de la tolerancia, logra milagros que no podrían acontecer de ninguna otra forma”.
Y tú, ¿que otro consejo darías para sanar un corazón roto?
