¿Cómo sé que mi sueño viene de Dios y no es un simple deseo egoísta?

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Los sueños de Dios son aquellos que sólo se materializan con la ayuda, la guía y las estrategias del Padre Celestial

Así que, si Dios puso un sueño en tu corazón, tendrás que preguntarle a Él: “¿Cómo lo cumplo?”

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Los sueños que Dios coloca en tu corazón se ven imposibles de cumplir. Sientes que Sus sueños son muy grandes y jamás se materializarán, pero recuerda esto:

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová.

Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. (Isaías 55: 8 – 9)

La visión de Dios es más elevada que la tuya, así que confía. Él sabe por qué hace las cosas. Si Él puso ese sueño en tu camino es porque confía en ti y sabe que lo harás realidad.

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Los sueños de Dios no son egoístas, siempre buscan servir a otros y glorificarlo a Él al materializarse.

“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia; a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. (2 Corintios 9: 8)

“Porque de él, y por él, y para él son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos”. (Romanos 11: 36)

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Los sueños buenos nacen en el corazón de Dios y son revelados en Su palabra o en tiempos de cercanía con Él.

“Clama a mí y te responderé, y te enseñaré cosas grandes e inaccesibles que tú no conoces”. (Jeremías 33: 3)

Nuestros pensamientos no se parecen en nada a los de Dios. Sus caminos van por encima de los nuestros, son más elevados de lo que podríamos imaginar. Así como los cielos son más altos que la tierra, así son Sus caminos.

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Así que, si sientes en tu corazón el deseo de servir a Dios y a los demás a través de tu sueño, pues ese sueño es del Padre.

“Mas he aquí, lo que es de Dios invita e induce a hacer lo bueno continuamente; de manera que todo aquello que invita e induce a hacer lo bueno, y a amar a Dios y a servirle, es inspirado por Dios”. (Moroni 7: 13)

Y si aún tienes dudas acerca de la procedencia de tu sueño, pregúntaselo a Él. Arrodíllate y pide con fe, Él te responderá.

Fuente: Instagram

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