Esta semana, cuando volvía a mirar la pared de mi apartamento (gracias, COVID-19), sonó mi teléfono. ¡Eran las misioneras! Sí, incluso durante una pandemia, ¡todavía siguen trabajando!
Después de la emoción que sentí, me asaltó el sentimiento de culpa. Durante una época en la que todos necesitan un poco de bondad, he descuidado por completo la obra misional. Pero, ¿cómo compartes el evangelio durante el COVID-19?
Sé que todos estamos pasando por esto. ¡La obra misional es difícil! Además, el distanciamiento social y el autoaislamiento no parecen ingredientes en la receta del éxito para compartir el evangelio.
Entonces, hablemos de ello. ¡Juntos, podemos descubrir los mejores trucos para ser misioneros durante esta pandemia mundial!
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1. Llama a los expertos
Creo que nuestra primera opción debería ser nuestros propios élderes y/o hermanas de nuestra barrio. Ellos saben exactamente qué está pasando con la obra en su área. ¡Estoy segura de que tienen innumerables ideas sobre cómo puedes ayudarlos a compartir el evangelio durante la pandemia!
Si bien puede ser imposible reunirte con ellos en persona, aún así puedes hacer el esfuerzo de conversar con ellos por video llamada. Muchos están encerrados en sus apartamentos como el resto de nosotros, ¡y extrañan la obra!
Incluso si todo lo que puedes hacer es dejar que te compartan un pensamiento espiritual de 5 minutos, el Señor te proporcionará bendiciones.
Si tienes más tiempo, ¡ofrécete a acompañarlos en una lección online a un amigo de la Iglesia! Pregúntales si hay alguien o algo por lo que quisieran que oraras. Toma una foto de ellos y envíela a sus familias. ¡Cualquier participación ayuda!
2. Consulta con el barrio
Cada barrio tiene un líder misional (y la mayoría tiene algunos misioneros de barrio). Si bien es posible que no hayas sido llamado a servir de esta manera, a ellos les encantaría saber de ti. Pregúntales si hay alguna manera en la que puedas ayudar.
En mi experiencia, los misioneros de barrio se enfocan principalmente en los miembros menos activos del barrio o rama.
¿Eres amigo de alguien menos activo? Quizás podrías dar el primer paso y acercarte a ellos. Esto sin duda aliviaría la carga de la obra misional de barrio.
3. Oportunidades de servicio
Cuando serví una misión de tiempo completo, descubrí que las oportunidades de servicio eran de gran ayuda para hacer avanzar la obra.
Servir a las personas ablanda su corazón y los prepara para sentir el Espíritu. Con todo el caos en el mundo en este momento, ¡será fácil encontrar una oportunidad para servir!
El capítulo 9 de Predicad Mi Evangelio trata sobre encontrar personas para enseñar. Cerca del final de este capítulo hay una lista enorme de ideas para contactar a aquellos que están listos para escuchar el evangelio.
¡Mira la opción de oportunidades de servicio! Si bien muchas de las otras ideas son específicamente para misioneros, también hay algunas sugerencias excelentes para los miembros.
Algunas de mis ideas para servir durante este tiempo incluyen confeccionar mascarillas, hacer la compra de un amigo de alto riesgo, compartir un pasaje de las Escrituras con alguien, llevar un postre casero a los vecinos y tener una video llamada con un miembro menos activo. A ti, ¿qué se te ocurre?
4. Predicad mi evangelio
Hablando de Predicad Mi Evangelio, este manual no es solo para misioneros de tiempo completo. ¡Es un gran recurso para cualquiera que busque inspiración!
Tiene un excelente material de estudio en sus páginas. Si realmente quieres mejorar tu capacidad para compartir el evangelio durante el COVID-19, dedícale un tiempo a este libro.
Consulta las secciones sobre cómo los miembros y misioneros trabajan juntos para saber qué es lo que podrías mejorar. Tal vez podrías utilizar tu tiempo adicional para estudiar los atributos de Cristo del Capítulo 6.
Además, no es mala idea poder familiarizarnos más con las lecciones misionales. Estos conceptos básicos son la base de un testimonio inquebrantable.
5. Ministrar
Afortunadamente, el Señor ha proporcionado una manera fantástica de dar el primero paso cuando se trata de la obra misional. Ministrar a nuestras familias asignadas puede prepararnos para enseñar a los que no son miembros (así como para acercarnos a otras personas).
¡Pregúntale a tus familias ministrantes si es que pueden practicar juntos! Pretende ser un amigo que no es miembro y practica invitarlos a la Iglesia (ya sea de manera virtual o no). Desafíense mutuamente a publicar sus testimonios por internet.
¡Las ideas son infinitas!
Creo que compartir el Evangelio con los miembros también es una forma de obra misional. Entonces, si todo lo que puedes hacer es enviar un pasaje de las Escrituras a uno de los miembros de tus familias asignadas, hazlo. ¡Estás avanzando en la obra y serás bendecido!
El Señor está de tu lado
El presidente Nelson dijo una vez:
“Dios está inspirando las mentes de grandes personas para crear inventos que promuevan la obra del Señor en formas que este mundo nunca ha conocido”.
¡Tienes muchos recursos disponibles para ti! Realmente nunca ha sido más fácil difundir la luz de Cristo (incluso durante una pandemia mundial).
Sé que el Señor está orgulloso de cada esfuerzo realizado. ¡Él te ayudará a medida que te esfuerces por compartir Sus enseñanzas!
¿Cómo compartes el evangelio durante el COVID-19? ¡Nos encantaría saberlo!
Este artículo fue escrito originalmente por Brooklyn Gittins y fue publicado originalmente por thirdhour.org bajo el título “The Secrets to Sharing the Gospel During COVID-19”