Como terapeuta matrimonial, las personas frecuentemente me piden que las ayude con sus “problemas de comunicación.” Pero, ¿eso qué significa exactamente? A menudo, al abordar los problemas de comunicación con las parejas en las terapias, señalo los cuatro patrones peligrosos que identificó el Dr. John Gottman de la Universidad de Washington después de años de investigación.
A continuación, mencionaré los cuatro patrones que debes detectar en tu comunicación:
- Crítica
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Somos críticos al momento de comunicar nuestras preocupaciones de una forma que se puede interpretar como atacar o culpar de manera personal a tu cónyuge. De manera inevitable, a menudo, las preocupaciones y frustraciones en el matrimonio se expresan como crítica en el momento más acalorado. Sin embargo, las preocupaciones se pueden expresar de formas que no se perciban como un ataque personal.
Por ejemplo, una crítica podría ser: “¿Por qué no me llamaste para decirme que llegarías tarde a casa? ¿No sabías que estaba esperándote? Siempre pones el trabajo antes que los niños y yo. Nunca te das cuenta de cómo tus acciones afectan a los demás.” Evidentemente, aquí se ilustra una preocupación que se necesitaba expresar, pero la manera en que se presentó fue como un ataque y culpa de manera muy personal. Una mejor forma de expresar esta preocupación puede ser: “Me preocupé cuando supe que no habías llegado a casa como siempre. Me preocupo por ti y en verdad, me gustaría saber cuándo llegas a casa.” El último ejemplo comunica las mismas preocupaciones, pero de una forma más amable y menos crítica que no se centra en culpar sino en expresar sentimientos.
- Desprecio
Somos despectivos cuando un sentimiento de resentimiento alimenta la manera en que nos sentimos y comunicamos. Podríamos ser crueles, irrespetuosos, sarcásticos y demás.
Llevamos la crítica a otro nivel con el desprecio. Sin embargo, de manera diferente a la crítica, no existen formas saludables de comunicarnos con desprecio. Debemos erradicarlo por completo de nuestra comunicación.
Un ejemplo de desprecio es: “Eres muy floja. Estuve trabajando todo el día y llego a una casa en la que parece que hubiera explotado una bomba. Si no fueras tan desordenada y pensaras en alguien además de ti, por lo menos una vez, no tendríamos tantos problemas en nuestro matrimonio.”
El desprecio es el patrón de comunicación más peligroso en un matrimonio. Según mi experiencia trabajando con parejas, si el desprecio está presente. Entonces, probablemente, los problemas de relación se extiendan más allá de los problemas de comunicación.
- Actitud defensiva
La actitud defensiva es el patrón más común y peligroso de comunicación que abordo en las terapias.
Es una tendencia humana defendernos cuando sentimos que nos culpan, atacan o necesitamos aclarar algo. Por ejemplo, si nuestro cónyuge comienza a expresar una preocupación y reconocemos cierto error, malentendido o tergiversación en lo que dice, a menudo lo “corregimos.” Ésta es una manera muy segura de comenzar una discusión.
El problema con esta interrupción defensiva es que le enviamos un mensaje a nuestro cónyuge de que no estamos escuchando lo que nos dice o que aquello que está diciendo no es importante. Una mejor reacción sería escuchar, evitar la tentación de interrumpir, aclarar o defendernos y quizá, asumir una responsabilidad personal incluso si no sentimos que sea totalmente nuestra culpa.
- Evasión
Dos de las razones más comunes por las que actuamos de manera evasiva son: sentirnos incómodos y no desear enfrentar el problema, o usar la evasión de conflictos como un arma para “aventajar” a la otra persona. Los problemas tienden a acumularse si los evitamos y el resultado suele ser una gran explosión en el camino. La evasión nunca resuelve los problemas, inevitablemente nos perseguirán más tarde. Debemos reconocer que es importante encontrar una manera de hablar, escuchar y validar los sentimientos de ambos en lugar de evitar los problemas.
¡Consigue ayuda!
¿Puedes imaginar cuan maravillosas serían las conversaciones si las críticas, el desprecio, la actitud defensiva y la evasión desaparecieran de tu comunicación matrimonial? Podrías hablar de cualquier cosa y no te preocuparía cómo reaccionaría tu cónyuge. Es posible que suceda, pero puede ser difícil superar los problemas de comunicación por ti mismo. Los años de estos problemas y las emociones acumuladas que se proyectan a partir de cualquiera de las interacciones negativas ilustradas, dificultan ser objetivo respecto a los problemas en tu propia relación. Esta es la razón por la que es importante conseguir la ayuda de un profesional capacitado.
Te recomiendo buscar la ayuda de un terapeuta licenciado en matrimonio y familia, ya que es la única profesión de terapia que requiere gran capacitación y experiencia tratando problemas de relación. No tienes que vivir con problemas de comunicación en tu matrimonio. Consigue ayuda. La terapia puede funcionar si lo intentas sinceramente. Tus hijos se lo merecen y tú te lo mereces.
Artículo originalmente escrito por Jonathan Swinton y publicado en ldsliving.com con el título “4 Communication Problems That Might Be Putting Your Marriage at Risk.”