El evangelio puro de Jesucristo brinda a quienes intentan seguirlo sanación, seguridad y poder contra las plagas que azotan al mundo.
El pasado 2 y 3 de octubre, millones miembros y amigos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días recibieron mensajes de las Autoridades Generales de la Iglesia.
A pesar de la pandemia mundial y otros desastres naturales y plagas descritos por los líderes, los mensajes se llevaron a cabo desde el Centro de Conferencias y distintos lugares del mundo con mensajes en vivo y otros previamente grabados.
En referencias a las circunstancias globales, el presidente Russell M. Nelson expresó:
“Una de las plagas de nuestros días es que muy pocas personas saben dónde buscar la verdad, puedo asegurarles que lo que oirán hoy y mañana constituye una verdad pura”.
Él declaró que las autoridades generales y los oficiales de la Iglesia enfocarían sus mensajes en Jesucristo, Su misericordia y Su poder redentor.
El presidente recalcó la importancia y necesitad que tiene el mundo de la sana doctrina de Cristo, su verdad y la revelación personal.
“La pura doctrina de Cristo es poderosa. Cambia la vida de todos los que lo entienden y buscan implementarlo en su vida”.
Comprender y conocer completamente el amor inquebrantable que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por todos los hijos de Dios es una herramienta clave contra las plagas de enfermedades mentales, división, confusión, complejidad y distracciones del mundo.
El presidente Dallin H. Oaks, primer consejero de la Primera Presidencia dijo que la membresía y la actividad en la Iglesia de Jesucristo se suma a la espiritualidad personal, bendiciendo tanto a las personas como las naciones, brindando oportunidades de crecimiento y servicio.
“Las decepciones personales no deben alejarnos de la doctrina de Cristo, quien nos enseñó a servir, no a ser servidos…
En el servicio encontramos oportunidades de los cielos para elevarnos por encima del individualismo de nuestra época”.
El presidente Henry B. Eyring, segundo consejero de la Primera Presidencia expresó que la fe puede ser una acción tan simple como hacer una pregunta como la del profeta José Smith, cuya respuesta fue la revelación que cambió el mundo.
Compartió que recibe revelación personal, la cual está disponible para todos, al sentir un silencio interno y someterse a la voluntad de Dios
El presidente M. Russell Ballard, presidente en funciones del Quórum de los Doce Apóstoles, declaró:
“Creer es amar y seguir a nuestro Salvador y guardar Sus mandamientos, incluso en medio de las pruebas y los desafíos”.
El élder Ronald A. Rasband, del Quórum de los Doce Apóstoles, compartió que lo que distingue a la Iglesia de Jesucristo es la presencia de un profeta viviente que calma los miedos y eleva nuestra perspectiva.
“Eso es asombroso cuando nos ponemos a pensar en ello. Es fundamental que entendamos [la] guía clara [del profeta] nos protegerá a todos del engaño, la astucia y las formas seculares que ganan terreno en el mundo de hoy”.
El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo a los miembros de la Iglesia que ellos tienen la responsabilidad divina de seguir a Cristo y a Su profeta con una devoción incondicional y sin reservas, y de estar “comprometidos”.
Dijo que el primer gran mandamiento en el universo es amar a Dios por completo, “pero la primera gran verdad en el universo es que Dios nos ama exactamente de esa manera: con todo Su ser, sin reservas ni condiciones, con todo Su corazón, poder, mente y fuerza”.
la Presidenta General de las Mujeres Jóvenes, Bonnie H. Cordon, expresó que cada persona es amada por nuestro Padre Celestial y Jesucristo:
“El amor del Salvador por nosotros es inquebrantable, incluso cuando fallamos. Nada puede separarnos del amor de Dios”.
Permitir que el amor de Dios por cada uno de nosotros more en nuestro corazón es la clave para una vida feliz y contenta.
El élder D. Todd Christofferson, del Quórum de los Doce Apóstoles, expresó:
“Nuestro Padre Celestial nos ama profunda y perfectamente. Jesucristo comparte con el Padre este mismo amor perfecto”.
El élder Ulisses Soares, del Quórum de los Doce Apóstoles, compartió:
“Es significativo observar que los actos de compasión de Jesús no fueron manifestaciones ocasionales u obligatorias…sino expresiones cotidianas de la realidad de Su amor puro por Dios y Sus hijos y Su permanente deseo de ayudarlos”.
El élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo que los convenios y las ordenanzas sagradas realizadas por los Santos de los Últimos Días, como el bautismo, la investidura y el sellamiento del templo, los unen a Jesucristo y brindan seguridad y poder personal.
“Estamos firmemente unidos al Salvador y al Padre. A medida que los recordemos fielmente y hagamos todo lo posible por vivir de acuerdo con las obligaciones que hemos aceptado, ese vínculo con Él será nuestra fuente de fortaleza espiritual en cada etapa de nuestras vidas”.
El élder Gary E. Stevenson, del Quórum de los Doce Apóstoles, compartió historias poderosas sobre la aplicación sencilla, clara y preciosa de principios sencillos del Evangelio.
“Tenemos la bendición de tener cuidado de no permitir que la complejidad, tan común en el mundo, entre en la forma en que recibimos y practicamos el Evangelio”.
El hermano Bradley R. Wilcox, segundo consejero de la presidencia general de los Hombres Jóvenes, habló sobre la dignidad y el arrepentimiento.
“El mensaje de Dios es que la dignidad no significa perfección. La dignidad es ser sinceros y esforzarnos por hacer el bien”.
Fuente: Deseret News