La verdad es que ser padres no es algo fácil, es incluso una de las cosas más difíciles de la vida mortal. No hay padres perfectos en el plan de Dios
Cualquiera que tenga hijos sabe que ser padres es lo más difícil que podemos hacer.
A veces, durante ese difícil camino en la crianza de los hijos, tenemos epifanías que nos detienen en seco y redirigen nuestro rumbo, momentos que realmente nos impactan y llegan a lo profundo de nuestra alma.
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Una larga lista de requisitos
Hace muchos años, cuando mis hijos eran pequeños, me enfermé de gravedad y en un momento pensé que iba a morir. Mientras pensaba en esa posibilidad, entré en la desesperación al pensar en mis hijos y en lo que sería mejor para ellos.
De repente, sentí pánico al decirle a mi esposo: “¡Si me muero, debes casarte de nuevo! ¡Asegúrate de encontrar a alguien que les lea cuentos todas las noches, que juegue y cante con frecuencia con ellos, que les dé sus baños de todos los días, que estudien constantemente las Escrituras, etc., etc., etc.!”
Mientras exclamaba mi larga lista de requisitos, la voz del espíritu me golpeó con lo que parecía ser la fuerza de un tren: “¡Anne, tú ni siquiera haces todas esas cosas! ¿Cómo puedes esperar que alguien más las haga?” ¡Quedé sorprendida!
¡Esa epifanía cambió mi mundo! Me brindó una nueva perspectiva, ser la persona que me gustaría que cuidara y criara a mis hijos.
Afortunadamente para mí, mejoré y pude comenzar a practicar mi nueva mentalidad de una maternidad más consciente.
¿Dónde están las bendiciones?
Julia Pratt también tuvo una experiencia que le cambió la vida y le dio la fuerza para ser madre de sus diez hijos. En ese momento, tenía 5 hijos pequeños y esperaba el sexto. Ella compartió:
“Era el otoño de 1985. Esperaba que mi sexto hijo naciera en Navidad. Vivíamos en Nueva York. Emron, mi esposo, iba en tren a la estación Grand Central para luego dirigirse a su oficina.
Había terminado su programa nocturno de 3 años en la Universidad de Nueva York y ahora estaba enseñando un seminario matutino, él trabajaba de sol a sol. ¡Él estaba muy ocupado! ¡Yo también estaba ocupada y cansada!
Una noche estaba sentada en nuestro sofá, pensando en nuestra pequeña casa, la que hacía mucho tiempo nos había quedado pequeña, preocupándome por el dinero que siempre nos alcanzaba con las justas debido a que todavía seguíamos pagando las deudas de la universidad…
Hice una especie de oración, en realidad era solo una pregunta: “Estamos tratando de hacer todo bien. ¿Dónde están las bendiciones?” Y luego vino un susurro tan claro y fuerte en mi mente que nunca podré olvidarlo. ‘¡LOS NIÑOS SON LAS BENDICIONES!’”
El presidente Russell M. Nelson enseñó:
“Ninguna otra obra es más trascendental que la crianza recta y con propósito de los hijos”.
Padres “perfectos”
Mi maravillosa cuñada Vicki Hinton compartió conmigo una experiencia que tuvo hace unos años. Había estado lamentando el hecho de que ahora que sus hijos eran grandes, finalmente sintió que tenía cierto “dominio” sobre la crianza de los hijos. Ella pensó:
“Es una lástima que no haya comprendido estos principios cuando estaba criando a mis hijos”. En ese mismo momento, su entendimiento se abrió y su alma se iluminó cuando la voz del Espíritu fluyó a través de su mente, diciendo:
“¡No es una lástima, sino un motivo de gozo! Has mejorado y crecido. No es parte del plan que los hijos nazcan de padres perfectos, sino que a través de la crianza se aprendan principios importantes y verdaderos y se experimente el crecimiento personal.
Está bien si tus hijos no son perfectos cuando dejan la casa. El crecimiento de tus hijos no termina después de que son grandes, sino que continúa tal como ha sucedido contigo. A medida que críen a sus propios hijos, continuarán aprendiendo y creciendo.
De hecho, algunas lecciones se aprenden mejor al ser padres que como hijos. Ya tuviste la experiencia de ser criada por padres perfectos en la preexistencia. Ahora, esta vida terrenal es una nueva experiencia para ti, y ser una madre perfecta no es parte del plan”.
¡Impresionante experiencia! Jeffrey R. Holland hizo eco de este mensaje cuando dijo:
“Si hacen lo que esté a su alcance por ser buenos padres, habrán hecho todo lo humanamente posible y todo lo que Dios espera que hagan”.
El regalo de la paternidad
La verdad es que ser padres no es algo fácil, es incluso una de las cosas más difíciles de la vida mortal. Ninguna otra cosa se compara.
Cada una de las experiencias brinda una perspectiva de la cual podemos aprender e incluso tener nuestras propias epifanías.
¿Nos damos cuenta del maravilloso honor y privilegio que es criar a los seres divinos que se nos han confiado? ¡Aunque no seamos perfectos, la crianza de nuestros hijos le está dando forma a mundos sin fin!
Fuente: Meridian Magazine