Todos hemos oído ese cliché de que uno puede estar en un lugar rodeado de personas, pero sentirse completamente solo.
Los clichés son clichés por una razón: ¡podemos sentirnos identificados con ellos!
Todos hemos sentido la soledad en algún momento de nuestra vida y a pesar de que es normal, no deja de ser preocupante.
Nuestros Padre y Madre Celestiales no nos crearon de esa manera, estamos aquí en la tierra para conectar y aprender de los demás. ¡Nos necesitamos los unos a los otros!
De hecho, esto es algo que Taylor Ricks, una reconocida escritora, siente tan intensamente que escribió un libro, donde describe la historia de Santos fieles en las Escrituras y cómo enfrentan estos sentimientos.
Por este motivo, en una entrevista para LDS Living, la autora comparte las maneras en que podemos aprender de cada persona porque no es la única que se ha sentido sola.
Estas son cuatro maneras en las que podemos conectar con los demás para entender sus historias y sentir el amor de Dios.
1. Cambia la manera en que piensas
En lugar de preguntar: ¿qué es lo que hacen las personas por mí? Pregúntate: ¿qué persona necesita de mi ayuda esta semana?
Esta manera de pensar ayuda a los demás a sentirse validados. Estamos creados para esto y así conectar con ellos.
Taylor considera que hemos sido creados como seres dispuestos a conectar con los demás. Ella comentó:
“Fuimos creados para que Nuestro Padre Celestial nos viera, conociera y amara de la manera más perfecta.
Considero que querer ser vistos y comprendidos es innato en nosotros, nuestros espíritus anhelan este tipo de conexiones ya que para ese fin fuimos creados”.
2. Acepta a la persona tal y como es
Nadie es bueno o malo. Cuando aceptamos todas las facetas de una persona empezamos a crear un vínculo con ella.
Entiende que todos tienen una historia única que compartir y realmente quieren entablar una relación de amistad.
Hablando de las cualidades de las personas que no entendemos y preferimos ignorar, Taylor agregó lo siguiente:
“En lugar de mirar el pasado de las personas, aceptemos su pasado y digamos: Aquello es parte de la persona, ¿cómo puedo apoyarla? ¿cómo puedo amarla?”
3. Observa las acciones de los demás
A veces es fácil no mirar más allá de uno mismo cuando estás lidiando con tus propias luchas internas, pero es algo que debemos hacer. Una manera de conocer las historias de las demás personas es observándolas de manera más consciente.
De hecho, una estupenda manera de hacerlo es anotando las cosas que ves de tus amigos o familiares para así poder iniciar una conversación a raíz de ese tema.
Taylor aprendió de esto gracias a su madre, ella expresó:
“Ora y enfócate en el semblante de las personas y en oración pide saber qué puedes hacer para compartir con otras personas”.
4. Pregúntale al Padre Celestial lo que desea para ti
A menudo, dejamos que otras influencias afecten lo que sentimos por nosotros mismos. Aunque sea agotador estar al pendiente de una persona, una manera de amar tu propia historia y la de los demás es preguntándole al Padre Celestial qué siente por ti mediante la oración sincera.
Taylor tiene una manera muy única de hacerlo. Ella compartió:
“Decidí detenerme cada vez que tenía un mal pensamiento sobre mí misma y orar y pedirle al Padre Celestial que eliminara el mal pensamiento y lo reemplazara con algo que Él viera en mí. Recuerdo que un día fueron más de 60 veces que me detuve y pedí por esos pensamientos.
He aprendido que Él tomará cada oportunidad que le pidamos para enseñarnos lo que Él ve dentro de nosotros.”
Fuente: LDS Living
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