Mi mayor temor cuando mi hijo dijo las palabras “soy gay” fue lo que podía perderlo. Que se perdiera del evangelio, de tener una relación con Dios y con nuestra familia. Más que nada, quería asegurarme de que se quedara dentro de los brazos de nuestra familia.
Desearía poder decir que tomé la noticia de la mejor manera, pero no fue así. Cuando le conté a mis hijos menores, las miradas en sus caritas asustadas hablaban como si acabara de confersarles que su hermano había muerto en un trágico accidente.
Esto marcó el primero de muchos momentos en los que me di cuenta de la realidad retorcida en la que habíamos estado viviendo, y sentí ganas de levantarme e implorar: “¿Podemos calmarnos todos? ¡Esto no es un funeral!”.
Durante nuestro proceso por tratar de comprender mejor a Kyle, la atracción hacia personas del mismo sexo y las enseñanzas de la Iglesia, se hizo evidente cuán inadecuadamente muchos de nosotros entendemos y amamos a las personas LGBTQ.
Ashley y su hijo Kyle, Imagen: Ashley Smith
Mientras nuestra familia atravesaba la delicada fase de “¿qué hacemos ahora que tenemos un hijo gay?”, hubo algunos en nuestra comunidad de la Iglesia que fueron increíblemente maravillosos, quienes expresaron que nada cambiaba para ellos. Por otro lado, la mayoría evitaba sin sutileza el tema, ignorándolo por completo.
En el sitio web sobre “Atracción hacia el mismo sexo” de la Iglesia, Carol F. McConkie compartió en un video llamado “Elevando a otros”:
“Simplemente no podemos ser, ni siquiera llamarnos, discípulos de Cristo si no estamos ayudando a otros que van por el mismo sendero. El evangelio de Jesucristo no excluye a las personas. Las personas excluyen personas. Tenemos que cambiar eso”.
Aquí hay algunas cosas que los miembros pueden decir o hacer al interactuar con sus seres queridos LGBTQ.
1. “¿Puedes compartir tu historia conmigo?”
Imagen: Unsplash
En lugar de decir: “Vas a superar esto”, que puede parecer como si dijeras: “Hay algo malo en ti que debes superar y, para encajar como Santo de los Últimos Días, debes cambiarlo”, puedes simplemente preguntar: “¿Puedes compartir tu experiencia conmigo?”.
Ser gay no es algo que deben “superar” o “corregir”.
El sitio web de la Iglesia responde a la pregunta “Si soy lo suficientemente fiel, ¿desaparecerá mi atracción por el mismo sexo?”. La respuesta dice:
“La intensidad de la atracción hacia personas del mismo sexo no es una medida de tu fidelidad. Muchas personas han orado por años y hecho todo lo posible por ser obedientes en un esfuerzo por reducir su atracción hacia personas del mismo sexo, sin embargo, descubren que todavía se sienten atraídas a esas personas… Ni los padres ni los líderes deben esperar ni exigir un cambio en su atracción”.
A medida que tratamos de comprender mejor lo que es la atracción hacia personas del mismo sexo, es importante sentir empatía por lo que experimentan las personas que se identifican como LGBTQ y hacer preguntas genuinas como “¿Cómo es esta experiencia para ti?” y “¿Qué te gustaría que las personas supieran sobre el tema?” con una mente abierta en lugar de tratar de “amarlos” con el fin de cambiarlos.
2. “Eres una persona increíble”
Imagen: Canva
Cuando decimos cosas como “mientras que guarde los mandamientos, no es un pecado”, mostramos una actitud que se enfoca muchísimo en el comportamiento sexual y no en la persona.
Con demasiada frecuencia, la palabra “gay” se asocia equivocadamente con el comportamiento erótico o romántico. Las personas LGBTQ son como cualquier otra persona, desean vivir vidas felices y tranquilas, desean tener un impacto positivo en el mundo.
Todas las personas son bendecidas con innumerables atributos maravillosos, independientemente de si sean homosexuales o no, que los convierten en seres humanos excepcionalmente asombrosos. Su orientación sexual es solo una parte de su identidad.
3. “Esto debe ser difícil para ti”
Imagen: Canva
Al conversar con miembros LGBTQ, es aconsejable validar su experiencia reconociendo lo difícil que probablemente ha sido todo esto para ellos.
También es bueno reconocer que sus experiencias son muy diferentes a las de otros miembros. No hagas comparaciones ni comentarios. Solo valida sus sentimientos y experiencias.
4. “Estás a salvo conmigo”
Imagen: Canva
Nunca olvidaré el primer domingo que mi hijo asistió a la Iglesia después de su confesión. No estaba emocionado. Para nada. Todos estábamos ansiosos. Sin embargo, tan pronto como terminó la reunión sacramental, su maestro de Escuela Dominical se acercó y le dio un fuerte abrazo. Ese gesto dijo mucho.
Al seguir siendo un amigo, no estamos traicionando nuestra religión, ni nos estamos inscribiendo en la próxima marcha LGBTQ, simplemente estamos diciendo: “Me preocupo por ti y estás a salvo conmigo”.
El élder Quentin L. Cook compartió:
“Como Iglesia, deberíamos ser los más amorosos y compasivos. Estemos a la vanguardia en lo que respecta a expresar amor, compasión y tender la mano. No permitamos que las familias excluyan a aquellos que eligen un estilo de vida diferente como resultado de los sentimientos que tienen hacia las personas del mismo sexo, ni que sean irrespetuosos hacia ellos”.
5. “¿Puedes tenerme paciencia?”
Imagen: Shutterstock
Probablemente le tomó mucho tiempo al miembro LGBTQ aceptar su orientación sexual, y probablemente a ti también te tomará tiempo entender por lo que esa persona está pasando.
Es probable que cometas algunos errores en el camino, y eso está bien, es algo normal. Todos debemos ser pacientes unos con otros, pero no debemos usar este periodo de aprendizaje como una excusa para herir a los demás.
6. “Puedes vivir una vida maravillosa llena de alegría y gozo”
Imagen: Canva
Cómo desearía que mi hijo hubiera sabido esto desde el principio. En nuestra primera conversación, él estuvo lleno de tristeza: “¿Esto significa que voy a tener una vida llena de miseria y dolor?”. Esta amarga declaración todavía me persigue.
Me rompió el corazón saber que, a veces, mi hijo no podía ni siquiera ir a una actividad deportiva de la Iglesia sin sentirse triste o juzgado.
¿Cuán diferente sería la sensación general de paz de muchos si las conversaciones pasadas sobre personas LGBTQ se hubieran centrado en su capacidad para ser felices, incluso dentro de la Iglesia, si eligen ese camino y son capaces de hacerlo?
El élder Whitney L. Clayton expresó:
“Ahora hablo a los miembros de la Iglesia que sienten atracción hacia el mismo sexo o se identifican como gays, lesbianas o bisexuales… Queremos que sepan que los amamos, que son bienvenidos. Deseamos que sean parte de nuestras congregaciones.
Ustedes tienen grandes talentos y habilidades que ofrecer en el Reino de Dios en la tierra y reconocemos la valiosa contribución que hacen. Si alguno de ustedes no tiene claro cuál es la posición de la Iglesia sobre estos asuntos, los invitamos a que se tomen el tiempo de ver el material publicado en [Ayuda para la vida y Autosuficiencia en LaIglesiadeJesucristo.org o en la aplicación Biblioteca del Evangelio]”.
Imagen: Canva
Todavía hay muchas cosas que no sé o que no entiendo sobre la atracción hacia personas del mismo sexo y su relación con la doctrina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Lo que sí sé es que puedo tener fe en que el plan de Dios es perfecto y puedo confiar en Jesucristo.
A medida que agradecemos las oportunidades de aprender humildemente sobre este tema, podemos comenzar a ver a las personas reales detrás de la etiqueta LGBTQ y descubrir lo que tenemos en común.
Podemos encontrar formas de actuar con verdadera bondad e inclusión, amarnos honestamente y darnos cuenta de que lo que decimos importa, mucho.
Fuente: LdsLiving
