Diría que cada decisión que tomamos se basa en un sentimiento en específico. Por ejemplo, si mis amigos me dicen para salir a jugar un partido de fútbol o a salir a comer unos platos brasileños, automáticamente mi cuerpo experimentaría ciertas emociones.
En mi caso, el fútbol no me emociona tanto como ir a un restaurante y probar la comida que por tanto tiempo disfruté durante mi misión, pero también es importante tomar decisiones en base a la razón.
En nuestras vidas, tomamos algunas decisiones importantes como escoger la universidad en la que estudiaremos, qué carrera estudiar, con quién nos casaremos, el lugar donde viviremos, etc.
En la mentoría, existe un modelo de toma de decisiones llamado “Mente Sabia” la cual es una combinación práctica entre la Mente Emocional y la Mente Racional.
La Mente Emocional
La Mente Emocional es un modelo de toma de decisiones que toma acción cuando criticamos, juzgamos o basamos nuestras decisiones simplemente en nuestro estado emocional.
Las emociones no son malas, pues nos ayudan a tener vidas sanas y emocionalmente conectadas.
Pero las emociones pueden convertirse en un problema cuando permitimos que tomen control sobre nuestra vida.
La Mente Racional
La Mente Razonadora toma protagonismo cuando nos enfocamos en las cosas desde una perspectiva puramente intelectual, o sea, cuando analizamos los hechos y únicamente los hechos.
Es entonces que observamos en los hechos lo qué está involucrado, quién está involucrado; observamos y analizamos los detalles, analizamos las futuras probabilidades, y luego tomamos decisiones racionales.
El pensamiento racional nos ayuda a resolver problemas y tomar decisiones todos los días. Sin embargo, si pensamos demasiado racionalmente, podemos dañar nuestras relaciones, y eso puede ser un problema.
Una Mente Sabia
Una Mente Sabia combina tanto la mente emocional como la mente racional. Curiosamente, esto también se describe en Doctrina y Convenios sección 8, versículo 2 y 3, como el espíritu de revelación:
“Sí, he aquí, hablaré a tu mente y a tu corazón por medio del Espíritu Santo que vendrá sobre ti y morará en tu corazón.
Ahora, he aquí, este es el espíritu de revelación; he aquí, es el espíritu mediante el cual Moisés condujo a los hijos de Israel a través del amar Rojo sobre tierra seca”.
Juntos, la Mente Emocional y la Mente Racional utilizan los hechos y las emociones en el proceso de toma de decisiones. Además, según el comportamiento dialéctico, la Mente Sabia es un concepto similar a lo que se conoce como la intuición.
En las Escrituras, esto se describe como un “ardor en el pecho” (Doctrina y Convenios 9:8-9). Este es el lugar desde el cual muchas personas comparten haber tomado decisiones sensatas y sabias con respecto a sus vidas.
Tomar una decisión con una Mente Sabia
Una de las cosas más importantes a hacer cuando una decisión tiene que ser tomada, es la introspección.
Cuando uno se conoce y sabe lo que quiere, y también lo que Dios quiere, las decisiones serán más sencillas de tomar.
A continuación hay ciertas preguntas que nos ayudarán a comprender mejor la situación en la que estamos y las decisiones que podemos tomar:
1. ¿He considerado cómo me siento además de analizar todos los hechos de la situación?
2. Para evitar decisiones impulsivas, ¿cómo me sentiré con los resultados de mi decisión en los próximos 10 minutos, 10 meses o 10 años?
3. ¿Cómo se alinea esto con mis creencias y valores? ¿Me ayuda a lograr mis metas? ¿Cuáles serán los posibles resultados a largo plazo?
Fuente: Meridian Magazine