Antes de ser apartada formalmente como presidenta general de la Sociedad de Socorro, el presidente Brigham Young le pidió a la hermana Eliza R. Snow que ayudara a los obispos a organizar las Sociedades de Socorro en los barrios e instruir a las mujeres de la Iglesia.
Su asignación duró más de diez años, y viajó hasta los territorios de Idaho y Wyoming y por todo Utah, desde el norte en Bear Lake y hasta el sur en el condado de Sevier.
La semana pasada, Church Historiador’s Press publicó más de 150 discursos de los viajes de Eliza R. Snow, desde enero de 1879 hasta septiembre de 1880, dirigidos a las hermanas de la Sociedad de Socorro, las Mujeres Jóvenes y la Primaria.
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Sus discursos a estas diversas organizaciones abordaron temas como el valor de la mujer, la importancia de ser autosuficiente, apoyar los proyectos de edificación de templos de la Iglesia y trabajar en armonía con los líderes locales del sacerdocio.
Jenny Reeder, historiadora de la Iglesia y especialista en historia de la mujer del siglo XIX, compartió para Church News.
“Ella realmente desafiaba [a las mujeres] a ser parte de lo que sucedía [en su realidad] y a ser autosuficientes. Creía firmemente en el valor y la influencia de las mujeres”.
Aquí te compartiremos seis poderosas declaraciones que hizo Eliza R. Snow sobre el valor y progreso de las mujeres.
1. Las mujeres deben verse a sí mismas como piezas esenciales en la obra de salvación
En 1879, Eliza le dijo a la Sociedad de Socorro de Riverdale:
“Las hermanas han sido llamadas a cuidar a los enfermos. Pero eso no es todo, han sido llamadas a salvar almas.
Algunos piensan que los Hermanos tienen que hacer todo el trabajo, pero tenemos que hacer la obra para poder salvarnos a nosotras mismas.
Algunos pueden pensar que los hermanos pueden salvarnos. No pondría mi fe en la labor de ningún hombre, sino que pondría mi fe y confianza en Dios y trabajaría con gozo”.
2. Las mujeres deben ser políticamente activas: “Es su deber votar”
En la misma reunión con la Sociedad de Socorro de Riverdale, Eliza les dijo a las mujeres:
“Es su deber votar. Pienso que el no votar es como dejar de hacer mis oraciones. Creo que es un deber sagrado que debemos cumplir”.
3. Las hermanas no deben sentarse a esperar a que vengan las respuestas
En un discurso a la Sociedad de Socorro del Barrio Nº 14 de Salt Lake City y a las mujeres jóvenes, concluyó su discurso enfatizando la importancia y la divinidad de la Orden Unida.
Sobre esta nueva Orden ella expresó:
“Escuché a una hermana decir que supuso que esperaría para ver cómo funcionaba [la Orden Unida]. Yo le dije que no me gustaría estar en su lugar. Siempre me he esforzado por vivir de tal manera que pueda estar lista para todo”.
4. Las hijas de Dios deben desarrollar su potencial para convertirse en diosas
En Clifton, Idaho, Eliza le dijo a la Sociedad de Socorro que esperaba que “siempre recordaran que somos hijas de Dios”. Ella declaró:
“Cada una de nosotras posee la semilla que nos permite convertirnos en diosas. Debemos cultivar esa semilla y nutrirla”.
5. Los hermanos de la Iglesia deben preocuparse por la Sociedad de Socorro tanto como las hermanas
Eliza le dijo a la Sociedad de Socorro de Santaquin en julio de 1875:
“Nuestros hermanos deben sentir un interés tan grande en la Sociedad de Socorro como las hermanas, porque sus intereses son uno solo. La Iglesia de Jesucristo no se puede organizar completamente sin la Sociedad de Socorro”.
6. Las hermanas deben comprender el poder que emana de ellas
En diciembre de 1872, las notas del discurso de Eliza a la Sociedad de Socorro de Plain City expresan que ella declaró:
“[Eliza] estaba muy complacida con la reunión en Harrisville, [y] dijo que la razón por la que tuvieron tanto éxito fue [debido] a la fidelidad de las hermanas. [Ella] dijo que las hermanas no se dieron cuenta del poder que emanaba de ellas y que no podríamos ser exaltadas sin este poder”.
Fuente: ldsliving.com