Antes del amanecer del domingo 24 de octubre de 1841, el élder Orson Hyde, del Cuórum de los Doce Apóstoles, salió de las murallas de la ciudad de Jerusalén, cruzó el arroyo Cedrón y escaló el Monte de los Olivos.
Con un lápiz y papel, y en solemne silencio, ofreció una oración dedicando Tierra Santa “para el recogimiento de los restos esparcidos de Judá”, siendo una tierra prometida para todos los hijos esparcidos de Abraham.
Orson Hyde
El élder Hyde dijo en su oración:
“¡Ahora, Señor! Tu siervo ha sido obediente a la visión celestial que le diste en tu tierra natal y bajo la sombra de tu brazo extendido, ha llegado sano y salvo a este lugar para dedicar y consagrar esta tierra para Ti, para el recogimiento de los restos esparcidos de Judá, de acuerdo con las profecías de los santos profetas…
Permite que esta nación o que el pueblo tome parte activa a favor de los hijos de Abraham y en la resurrección de Jerusalén, y que encuentren gracia ante Tus ojos…
Persuádelos a congregarse en esta tierra de acuerdo con Tu palabra. Que puedan venir como nubes y palomas a sus ventanas; que los grandes barcos de las naciones los traigan desde islas distantes; haz que los reyes sean sus ayos, y las reinas, con cariño maternal, enjuguen sus lágrimas de aflicción”.
“O Jerusalem” por Greg Olsen
Después de la oración, Hyde hizo un altar de piedra para conmemorar la ocasión.
El élder Quentin L.Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo que la oración dedicatoria del élder Hyde, ofrecida hace 180 años, demuestra la importancia del recogimiento de Israel en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días desde su organización.
El élder Cook expresó:
“No hay nada que el presidente Russell M. Nelson haya enfatizado más que el recogimiento de Israel en ambos lados del velo.
La oración del élder Hyde demuestra que desde los primeros días de la Iglesia y bajo la guía del profeta José, la atención se centró en recoger al Israel disperso”.
Fuente: ldsliving.com
