3 frases que nunca debes decirle a personas con depresión

depresión

Los miembros de la Iglesia de Jesucristo son conocidos por ser personas positivas y felices. Tienen una gran capacidad para mantener la esperanza a pesar de las dificultades de la vida.

También se esfuerzan por compartir esa energía positiva con las personas que los rodean, especialmente con aquellas que están pasando por tiempos difíciles.

Sin embargo, esta positividad puede hacer más daño que bien cuando intentamos ayudar a las personas con depresión.

Las personas con depresión, diagnosticadas o no, sienten más que tristeza o angustia emocional. Tienen un problema de salud que va más allá de su control.

La frase “la felicidad es una elección” puede no ser una realidad para ellos, así como lo es para otras personas.

A veces, la felicidad puede parecer imposible incluso después de que lo han intentado con toda su mente y voluntad.

Debido a que sabemos esto, debemos evitar decir las siguientes frases la próxima vez que tratemos de ayudar a alguien que sufre de depresión.

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“Hoy solo fue un mal día. Mañana podrás empezar de nuevo”

Para las personas que luchan con la depresión, esto no es algo cierto, porque lo que están sintiendo no dura sólo un día.

Para ellos, los sentimientos de tristeza, desesperación, desesperanza y pérdida de interés pueden durar días o incluso semanas. Esa frase puede hacerles sentir que nadie puede entender por lo que están pasando.

Si están teniendo un mal día, podemos invitarlos a hacer algo que les guste: ejercicio físico, ver una película, jugar algún juego, caminar o hacer cualquier cosa que les ayude a distraerse de lo que están sintiendo.

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Pero no debemos esperar a que recobren los ánimos a la primera. A menudo, su mejora ocurre gradualmente, y en algunas ocasiones, puede ser que nada les suba el ánimo.

Sin embargo, a pesar de todo, debemos seguir invitándoles e intentando. Esto les ayudará a no sentirse solos.

Por otro lado, debemos respetar sus decisiones y entender que hay días que son más difíciles que otros. Intenta encontrar un equilibrio entre la amistad y el espacio personal.

“Debes orar más y creer que Jesucristo te ayudará”

Debido a los malos momentos que enfrentan, es muy probable que hayan orado con sinceridad a Dios para que les sea quitada la carga que sobrellevan y que sean librados de los sentimientos negativos, aunque sea por un momento.

Probablemente han abierto sus corazones a Dios en muchas ocasiones, buscando consuelo y fortaleza, por lo que decir esa frase no ayuda tanto como parece.

De hecho, puede hacerlos caer en la desesperanza y sentir que pueden estar haciendo algo mal, y preguntarse por qué Dios no respondió a sus oraciones y alivió sus cargas.

Debemos entender que tener depresión no es lo mismo que ser débil espiritualmente o no estar lo suficientemente cerca de Dios.

La depresión ciertamente no es un indicador de fe.

Siempre debemos apoyarlos y convertirnos en instrumentos de Dios, para recordarles que no están solos.

Podemos acompañarlos en sus citas médicas, sesiones de asesoramiento y otras actividades que pueden ayudarlo o que necesiten.

“Existen personas que se encuentran en situaciones peores a la tuya. Sé agradecido y cuenta tus bendiciones”

La gravedad de los desafíos de las personas y el impacto que dichos desafíos tienen en sus vidas son diferentes. Dos personas pueden tener depresión, pero sus circunstancias, experiencias personales y pasadas, sistemas de apoyo y acceso a asesoramiento profesional son diferentes.

Entonces, no podemos juzgar y decir quién está pasando o no por una situación peor. Esta frase sólo los hará sentir culpables y que no son agradecidos.

Debemos ayudar a ver las posibilidades estas personas que tienen en sus vidas, a pesar de sus condiciones, como su capacidad de servir, amar y convertirse en una bendición para los demás.

Esto puede darles nuevas perspectivas y ayudarles a ver que sus vidas no se limitan a la depresión.

La fuerza de voluntad requerida para vivir una vida en la que uno no puede simplemente elegir ser feliz es mucho mayor de lo que podemos imaginar.

Tenemos el llamamiento divino de ser más  bondadosos, más genuinos, más comprensivos y estar más disponibles para aquellos que luchan contra la depresión, una palabra a la vez.

Fuente: maisfe.org

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