Generalmente, se cree que uno de los problemas más comunes en el matrimonio tiene que ver con el dinero.
Sin embargo, sorprendentemente, para muchos, el dinero no es la causa principal de la mayoría de problemas matrimoniales.
Los desacuerdos financieros, aunque comunes, son con mayor precisión un síntoma de la educación y otros problemas subyacentes que existen en las relaciones.
El dinero en sí no es el verdadero problema.
Así que, hoy compartimos contigo cuatro preguntas que debes tener en cuenta al tratar de entender cómo afectan los problemas financieros a tu relación. ¡Veamos!
1. ¿Qué significa el dinero para ti?
Con frecuencia, el dinero puede significar o simbolizar algo diferente para ti que para tu cónyuge.
Hay varias formas de considerar lo que el dinero puede significar para ti.
Por ejemplo, si uno de ustedes se crio en una familia que generalmente tenía medios económicos suficientes para cubrir la mayoría de las cosas, el dinero puede no haber sido un gran estrés.
Por el contrario, tu cónyuge puede haberse criado en una familia donde el dinero era escaso y los sacrificios eran una parte habitual de la vida.
Entonces, el dinero significaba cosas muy diferentes para cada familia.
El cónyuge de la familia más próspera puede no estresarse tanto al gastar dinero, mientras que el de la familia menos acomodada puede sentir una ansiedad extrema incluso al comprar alimentos.
¿Cómo era la situación económica de tu familia mientras crecías? ¿Qué otras experiencias con el dinero has tenido en tu vida que pueden haber influido en lo que simboliza para ti?
Si tanto tú como tu cónyuge pueden explorar estas preguntas juntos, es posible que obtengan algo de claridad sobre por qué existe la fricción financiera.
Asegúrate de entender lo que significa el dinero para tu cónyuge.
2. ¿Crees que el dinero que ganas es tuyo?
Una tendencia común que veo con las parejas que discuten por dinero tiene que ver con a quién le pertenece el mismo.
Si crees que el dinero que ganas debería ser tuyo, te sugiero que intentes ver el dinero que ganas tú o tu cónyuge como algo compartido.
Con frecuencia, un cónyuge no tiene empleo o puede ganar menos dinero.
Eso no significa que él o ella tenga menos valor que tú.
Un indicador a tener en cuenta es cómo se gestionan las cuentas bancarias en las relaciones.
La mayoría de las parejas que experimentan problemas por dinero tienen cuentas bancarias separadas.
No quieren compartir su dinero por muchas razones, la mayoría de las cuales tienen que ver con considerar el dinero como suyo.
Sugiero usar solo cuentas compartidas. Si dudas, ¿estás realmente dispuesto a ver el dinero como algo compartido? O ¿solo estás siendo egoísta?
3. ¿Cómo hablas de dinero con tu cónyuge?
El dinero es uno de esos asuntos delicados que las parejas evitan con frecuencia.
A menudo, evitamos estos problemas por no querer molestar a la otra persona; no queremos enfrentar los temores que pueden estar relacionados con la situación financiera actual; o no queremos pedir permiso para hacer algo con el dinero.
En todos estos casos, evitar los problemas solo empeorará las cosas.
Incluso si la perspectiva es difícil, evitarla no cambiará la realidad.
Más bien, evitar solo garantiza que no estarás en sintonía con tu cónyuge al momento de tratar el problema.
Si te preocupa el permiso, tal vez ya sepas la respuesta.
Es importante mantener la transparencia y tomar decisiones de una manera unificada.
Hagan un presupuesto juntos, centrándose en los objetivos y deseos de ambos.
4. ¿Te gastas más dinero del que ganas?
La forma más sencilla de evitar problemas de dinero en las relaciones es simplemente vivir dentro de tus posibilidades.
Las vacaciones, la casa más grande o las renovaciones pueden parecer atractivas para ti y para los que te rodean.
Sin embargo, deberías preguntarte: ¿el estrés de pagar por ello realmente vale la pena en tu relación?
Nada es más valioso que un matrimonio sano.
Espero que este artículo te haya ayudado a evitar los problemas de dinero en tu matrimonio. Si crees que este contenido sería de gran ayuda para alguien más, ¡etiquétalo en los comentarios!