Creo que Dios se regocija al comportarse de manera inesperada, casi contradictoria. A veces, la sociedad, la lógica e, incluso, las Escrituras parecen indicar un resultado y Dios se revela a sí mismo de otra manera. En ocasiones, de una manera completamente opuesta. Por ejemplo…
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Las “contradicciones” de Dios (por falta de una palabra mejor)
Naturalmente, uno podría pensar que para tener una vida satisfactoria, uno debe concentrarse únicamente en mejorar su propia vida.
Eso tiene tanto sentido que casi parece extraño escribirlo. Pero, Cristo dice: “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá, y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará”.
Naturalmente, uno pensaría que un “Salvador” divino vendría con poder y gran gloria, aplastando a sus enemigos. Eso es lo que muchos judíos antiguos esperaban. Sin embargo, Jesucristo nació en un establo y creció como un humilde carpintero. Lo más inesperado.
Naturalmente, uno pensaría que para ser verdaderamente libre, no debe haber leyes o reglas que nos aten. James E. Faust nos enseñó la verdad del Evangelio: “La obediencia conduce a la libertad verdadera”. Eso es inicialmente contraintuitivo hasta que la experiencia manifiesta el resultado prometido.
La lista sigue y sigue
- Se revela una gran obra literaria a un campesino joven y analfabeto, José Smith
- Cristo, el Rey de Reyes, sirvió a todos los que conoció
- Cristo promete que las debilidades pueden convertirse en fortalezas
- Los últimos serán los primeros y los primeros los últimos
- Al servir “a los hermanos más pequeños”, estamos sirviendo al Todopoderoso
- Los mansos heredarán la tierra
- Solo al tomar el yugo de Cristo sobre nosotros, encontraremos descanso para nuestras almas
¿Por qué Dios obra de esta manera?
No tengo una respuesta definitiva, si tú la tienes, házmelo saber en los comentarios. Pero, tengo algunas ideas:
Dios obra de esta manera para demostrar que Él es el Dios. Una de las razones por las que Cristo realizó milagros fue para demostrarles a las personas que Él podía hacer lo imposible:
- “Espera, acabo de poner agua en esta jarra… ¿Cómo se convirtió en vino? ¿Hay algo especial en este joven Jesús?
- “Espera, he pasado mi vida siendo abnegado y sirviendo a los demás y me siento más feliz que nunca… hay algo especial en estas cosas del Evangelio”
Otra idea es que estos conceptos “contradictorios” revelados no son contradicciones en absoluto. Así es como siempre han sido las cosas y es la humanidad la que se ha apartado de la verdad. Somos nosotros quienes, erróneamente, hemos comenzado a pensar que nuestra manera, la manera del hombre natural, tiene más sentido.
Entonces, quizá la pregunta no sea: “¿Por qué Dios trabaja de esta manera?” sino, “¿por qué insistimos en obrar de maneras opuestas a la ley eterna?
¿Entonces?
Se nos han presentado los ejemplos anteriores durante años, la mayoría de los ejemplos los hemos tenido en la Biblia durante milenios. Así que para nosotros, en este momento, puede que no sean tan devastadores. Pero, para aquellos que los escucharon primero, fueron revolucionarios.
En ninguna oportunidad, alguien respondió a las enseñanzas de Cristo con: “Sí, dime algo que no sepa”. En cambio, esta parecía ser la reacción general:
“Y aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, la multitud se admiraba de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”, (Mateo 7: 28-29).
¿Cuál de las “contradicciones” de Dios aún tenemos que descubrir por nosotros mismos? ¿Hay sorpresas adicionales que Dios todavía tiene que restaurar, ya sea a la Iglesia en general o a nosotros personalmente?
¿Qué resultado inesperado podría derivarse del simple estudio diario de las Escrituras? O, ¿cumplir con tu llamamiento? O, ¿de un simple acto de bondad?
“Y he aquí, hermanos míos, ¿qué hombre natural hay que conozca estas cosas? Os digo que no hay quien conozca estas cosas sino el compungido. Sí, al que se arrepiente y ejerce la fe y produce buenas obras y ora continuamente sin cesar, a este le es permitido conocer los misterios de Dios; sí, a este le será permitido revelar cosas que nunca han sido reveladas” (Alma 26: 21-22).
Este artículo fue escrito originalmente por David Snell y fue publicado en thirdhour.org con el título “Why We Need to Pay Attention to God’s Habit of Defying Expectations”.