Hasta ahora no he podido reconciliar las aparentes contradicciones entre la doctrina que se enseña en cada libro de las Escrituras y lo que José Smith enseñó en el discurso de King Follett. ¿Podrías ayudarme con esto? Todavía no lo entiendo:
Moroni 8:18: “Dios… es inmutable de eternidad en eternidad”.
Hebreos 13:8: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y por los siglos”.
José Smith y el discurso de King Follett: “Hemos creído y supuesto que Dios es Dios por toda la eternidad. Refutaré esa idea…”
Respuesta
Imagen: JosephSmith.net
José Smith dio su última conferencia el 7 de abril de 1844 y se conoce como “el discurso de King Follett”.
De acuerdo con el sitio web de la Iglesia, sabemos lo siguiente:
“Después de pedir a los Santos su “profunda atención”, explicó que iba a hablar sobre los muertos en respuesta a una petición de los familiares y amigos de King Follett, un miembro de la Iglesia que recién había fallecido en un accidente.
En dicho sermón, José Smith enseñó acerca de la naturaleza divina y el progreso eterno… Explicó que “si los hombres no comprenden la naturaleza de Dios, no se comprenden a sí mismos”.
Enseñó que Dios “fue una vez como uno de nosotros” y que “todos los espíritus que Dios ha enviado al mundo” fueron “susceptibles de crecer”, con la capacidad de llegar a ser como Dios en las eternidades”.
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Ahora, analicemos un poco más los versículos que citaste.
“Dios… es inmutable de eternidad en eternidad”.
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y por los siglos”.
De acuerdo con lo que se registra en las Escrituras, sabemos que Jesucristo, el Dios del Antiguo Testamento y Creador de la tierra bajo la dirección del Padre, ha cambiado Su forma física con el tiempo.
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- Como todos en la vida preterrenal, Jesús era un espíritu sin un cuerpo hasta antes de nacer ( Moisés 4:2; Abraham 3:27).
- Se le apareció como una zarza ardiente a Moisés (Éxodo 3: 2).
- Con Su dedo milagroso escribió la Ley de Moisés en tablas de piedra (Éxodo 31: 18).
- Nació y fue un bebé, creció en sabiduría, estatura y favor ante Dios y los hombres (Mateo 2:1).
- Es el Unigénito del Padre en la carne (Juan 1:14; 3:16).
- Reconocemos que era esencialmente un hombre mortal que era capaz de morir (Juan 4:25–26).
- Fue crucificado y murió al entregar Su Espíritu voluntariamente (DyC 76:40–42), (3 Ne. 27:13–16).
- Resucitó alcanzando un estado inmortal, pero que todavía no estaba glorificado. María, al verlo, por un momento lo confundió con el hortelano del lugar (Juan 20:11–31).
- Finalmente, sabemos que Él es un ser totalmente exaltado y glorificado (Mar. 16:19–20; Lucas 24:51–53; JS—H 1:15–17).
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Este es un tema que ciertamente puede ser confuso o poner en duda la validez de las Escrituras, sin embargo, dicen la verdad y no se contradicen.
La constancia a la que hacen referencia en las Escrituras es el conocimiento y la comprensión de lo que está bien y lo que está mal.
Su constancia es la aplicación de la justicia y la misericordia con las que juzgará a toda la humanidad.
Las Escrituras nos brindan lo necesario para nuestra salvación, una perspectiva de lo que podemos llegar a ser y nuestro progreso eterno, tal como nos lo enseña el mismo Jesús.
Es to quiere decir que en las cosas que verdaderamente importan, Él es, de hecho, constante e inmutable.
Fuente: Askgramps
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