Queremos un matrimonio fuerte, feliz y eterno. Sabemos que no es fácil conseguirlo cuando hemos pasado por desilusiones, luchas y momentos difíciles en nuestras relaciones amorosas. No estamos seguros de por qué sucede esto. ¿Dónde está el amor?
Algunos descargos de responsabilidad
Primero que todo, la información de este artículo se basa en décadas de investigación científica sobre las relaciones saludables y no saludables así como verdades eternas aprendidas por el estudio de las escrituras, experiencias personales y revelación.
Segundo, no conozco tu historia. Si habláramos cara a cara, te escucharía, sentiría empatía e intentaría determinar si alguno de estos conceptos te ayudaría. Confío en que tú seas el juez.
Tercero, la aplicación de estos conceptos implica un compromiso sincero y humildad. Algunas veces, puede ser bastante doloroso. Sin embargo, tiene cura. A veces, tienes que experimentar lo primero para tener lo segundo. Si estás preparado para eso, continúa leyendo.
Mi historia
Una vez, cuando visité el barrio de JAS de BYU en Provo, me llamó la atención uno de los miembros. Más tarde, ese mismo día, fui a una devocional del barrio y lo conocí. En los primeros cinco minutos, supe que mi oportunidad había llegado.
Dos años y medio más tarde, tuvimos una relación en la que oficialmente terminamos y volvimos cuatro veces y de manera no oficial, más veces de las que puedo contar. Nos amábamos pero no funcionó.
Después de que terminamos oficialmente por cuarta vez, reflexioné y oré para entender y recuperarme por enésima vez. Luego, encontré un video en YouTube sobre “La Teoría del Apego.” Una voz apacible pero profunda susurró en mi interior diciendo “Necesitas ver esto.”
Así que lo hice. Leí algunos artículos en internet, vi algunos videos y leí un libro llamado Attached, escrito por los psicólogos Amir Levine y Rachel S.F. Heller. Y, finalmente, entendí lo que me estuvo pasando por dos años y medio. Simplemente no lo sabía.
Fundamentos de la Teoría del Apego
Probablemente la Teoría del Apego sea la ciencia más avanzada en relaciones. Inició en la década de 1950 con el trabajo de John Bowlby. La Teoría presenta tres estilos de apego en las relaciones:
Las personas ansiosas se preocupan demasiado por la relación y porque su pareja las ame.
Las personas evasivas asocian la intimidad con la pérdida de independencia y frecuentemente intentan reducir la cercanía.
Las personas seguras se sienten cómodas con la intimidad y usualmente son cariñosas y amorosas.
La mayoría de nosotros tenemos combinaciones únicas de seguridad, ansiedad y evasión en nuestras relaciones. Sin embargo, siempre nos inclinamos a una. De cualquier modo, tu inclinación representa tu estilo de apego pero no te preocupes, lo puedes cambiar.
Los estudios estiman que 50% de las personas tienen el estilo de apego seguro, 20% son inseguros y 25% son evasivos, 5% no tiene categoría. La mayoría del 50% de las personas seguras ya tiene una relación ya que saben cómo conservar el amor. Al comprender esta teoría podrás descubrir cómo convertir el estilo de apego ansioso y evasivo en uno, seguro.
Attached puede ayudarte a ti y a tu pareja a decidir si desean cambiar su dinámica de apego, juntos o comenzar de nuevo con otra persona. También, podrías considerar acudir a un terapista experto en el tema.
La Teoría del Apego desde el la perspectiva del Evangelio
“Si la verdadera doctrina se entiende, ello cambia la actitud y el comportamiento. El estudio de la doctrina del Evangelio mejorará el comportamiento de las personas más fácilmente que el estudio sobre el comportamiento humano”
-Boyd K. Packer
A medida que trabajaba activamente en el desarrollo de un apego seguro, descubrí que el Padre Celestial me enseñaba repetitivamente cuatro principios relacionados al Evangelio. Tengo muchas ganas de compartirlos con ustedes. Testifico que si tienes un apego evasivo o ansioso, estos principios son una verdad eterna. Siéntete libre de decidir cómo aplicar estas ideas en tu vida.
No es bueno que el hombre esté solo
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
-Génesis 2:18
Nuestros espíritus y mentes naturalmente están diseñados para necesitar a otras personas. No es bueno que estemos solos. De hecho, el Padre Celestial creó nuestro mundo para motivarnos a trabajar juntos. La iglesia, los matrimonios, las familias y la sociedad se basan en este principio.
Por definición, las tendencias evasivas no aceptan la idea de necesitar de alguien. “Las personas nos decepcionan, así que es mejor depender solo de uno mismo.” La persona evasiva intenta ser tan autosuficiente como sea posible. Sin embargo, mayormente nos damos cuenta de que a medida que nos aislamos de los demás, nos descubrimos sintiéndonos vacíos y deprimidos.
Aquellos que luchan contra el apego ansioso necesitan demasiado de otra persona para mantener sus emociones, darse cuenta de su valor o incluso, ganarse la vida. La verdad es que pedir ayuda puede ser fortalecedor pero solo cuando se equilibra con el deseo de desarrollar independencia.
La clave para desarrollar un apego seguro es encontrar el equilibrio entre la independencia y la codependencia, la interdepencia. Las personas interdependientes son la fuerza poderosa del mundo que se unen con otros para lograr un gran bien.
Confía en el Padre Celestial
Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
-Proverbios 3:5
Todos los estilos de apego se basan en la confianza.
Aquellos con el estilo de apego ansioso colocan inconscientemente toda su confianza y poder en las manos de su pareja. Buscan a alguien que les aconseje y consuele.
Aquellos con estilos de apego evasivo tienden a colocar todo el nivel de confianza en sí mismos. Después de todo, ¿esa es la mejor manera de evitar salir herido, verdad?
Las personas religiosas con estilos de apego seguros colocar su confianza primero en el Padre Celestial, cuyos juicios, sabiduría e integridad son infinitamente mejores que los de cualquier ser humano.
Como antes lo discutimos, es importante depender de uno mismo y de otros – al grado en que se gane tu confianza. Estos dos primeros principios, “No es bueno que el hombre esté solo” y “confía en el Padre Celestial” realmente son las dos caras de la misma moneda.
Cuando colocamos primero nuestra confianza en Dios, Él nos enseña al grado que podemos confiar en nosotros mismos y los demás. Él nos ayuda a actuar con integridad y extender nuestra confianza a las personas indicadas.
Caridad: El amor puro de Cristo
Y la caridad es sufrida y es benigna, y no tiene envidia, ni se envanece, no busca lo suyo, no se irrita fácilmente, no piensa el mal, no se regocija en la iniquidad, sino se regocija en la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
– Moroni 7:45
La definición del mundo y de Dios sobre el amor es diferente.
El mundo ve el amor como un sentimiento, el Padre Celestial ve el amor como una elección. Podemos evitar las tendencias evasivas utilizando el idioma del amor, así como olvidándonos de las debilidades, desarrollando el altruismo y comunicándonos. Sobre todo, podemos orar por la caridad para que crezca en nuestros corazones.
El mundo ve el amor como dos mitades que buscan complementarse la una a la otra, el Padre Celestial nos enseña que el verdadero complemento viene a través de Jesucristo. Nuestra relación es como un triángulo; mientras más cerca estemos de Jesucristo, más nos acercamos el uno al otro. La realidad, es que solo Jesucristo puede proveer lo que necesitamos. Su amor siempre estará para nosotros.
El libre albedrío y la expiación de Jesucristo
“Y el Mesías vendrá en la plenitud de los tiempos, a fin de redimir a los hijos de los hombres de la caída. Y porque son redimidos de la caída, han llegado a quedar libres para siempre, discerniendo el bien del mal, para actuar por sí mismos, y no para que se actúe sobre ellos…”
2 Nefi 2:26
El libre albedrío para los seres imperfectos se traduce en pecado y dolor. Solo un Salvador perfecto puede redimirnos.
Si eres ansioso o evasivo, existe una razón para ello: has sido herido. Enfrentar ese dolor puede ser intenso. Esta es la clave: Jesucristo está aquí para rescatarte. Todo lo que tienes que hacer es quitarte la venda de los ojos y caminar hacia sus manos extendidas. El Padre Celestial te revelará su rostro, en su tiempo y a su manera.
Irónicamente, sujetando esas manos extendidas nos da un mayor poder para hacer uso de nuestro albedrío. Cuando tratan de herirnos, actuamos por nosotros mismos en vez de que otros actúen sobre nosotros y somos más fuertes. Ya no somos víctimas de las circunstancias; somos agentes y por lo mismo, construimos relaciones fuertes, significativas y eternas. Somos libres.
Adaptación del artículo originalmente escrito por Melanie Blakely publicado en mormonhub.com, con el título “What God (and Science) Taught Me after My Fourth Breakup with the Same Man”