La ansiedad puede crear confusión en nuestros pensamientos y sentimientos, pero existe una diferencia entre los sentimientos del Espíritu y los sentimientos de la ansiedad.
Los sentimientos, tanto los positivos como los negativos, tienen un propósito funcional y pueden bendecir tu vida. Pueden proporcionar buena información. Algunos sentimientos también pueden ayudar a sentir y discernir las impresiones espirituales.
Por ejemplo, cuando estás tranquilo y relajado, te resulto más fácil de reflexionar sobre las cosas de Dios y recibir impresiones espirituales con una mente despejada.
Sin embargo, a veces, tus sentimientos pueden crear obstáculos que te impiden discernir las impresiones espirituales. La ansiedad es uno de ellos.
También te puede interesar: ““Si puedes manejar tu ansiedad, te desempeñarás mejor”: Psicólogos brindan formas de lidiar con la ansiedad”
La ansiedad útil
Hay niveles de ansiedad que son moderados que te pueden ayudar, como cuando te sientes nervioso antes de dar un discurso en la Iglesia, o haces una presentación o das un examen en la escuela.
¡El sentir cierta ansiedad antes de un examen puede ser algo bueno! Puede darte el impulso que necesitas para estudiar.
Del mismo modo, este tipo de ansiedad puede ayudarte espiritualmente al motivarte a estudiar más a fondo la doctrina del Evangelio, buscar paz e invitar al espíritu a tu corazón. En este nivel, a pesar de la ansiedad, puedes discernir fácilmente la presencia del Espíritu.
La ansiedad perjudicial
Por otro lado, los altos niveles de ansiedad deterioran nuestro rendimiento. Por ejemplo, si has estudiado y conoces el tema, pero tu ansiedad es demasiado alta, tal vez no puedas pensar con claridad durante un examen de la escuela.
Los altos niveles de ansiedad también pueden causar un deterioro espiritual. Cuando tu ansiedad es alta, quizás te es más difícil discernir las impresiones del Espíritu.
¿Sabías que puedes aprender más sobre la ansiedad útil y la perjudicial en el Libro de Mormón? A continuación se hallan algunos ejemplos de cómo la ansiedad ayudó a los profetas a obrar más diligentemente para el beneficio de su pueblo:
- “… grande es mi preocupación por vosotros… os he exhortado con toda diligencia” (2 Nefi 6:3).
- “Y mi deseo es que os acordéis de observar los estatutos y los juicios del Señor; he aquí, esta ha sido la ansiedad de mi alma” (2 Nefi 1:16).
- “Porque, por causa de la fe y el gran afán, verdaderamente se nos había hecho saber concerniente a nuestro pueblo” (Jacob 1:5).
Por otro lado, la ansiedad podría debilitar la capacidad que tiene un profeta para hacer lo que tenía que hacer.
El profeta Jacob dijo: “He aquí… os aclararé este misterio, a no ser que de algún modo se debilite mi firmeza en el Espíritu, y tropiece por motivo de mi gran ansiedad por vosotros” (Jacob 4:18; cursiva agregada).
En un nivel elevado de ansiedad, tal vez notes una sensación de confusión o estupor espiritual. Quizás te preguntes si tus sentimientos de ansiedad son impresiones del Espíritu.
La ansiedad elevada puede interrumpir nuestra capacidad de sentir revelación porque hace que nuestro cerebro libere sustancias químicas que crean respuestas fisiológicas que compiten con el Espíritu.
Puede ser difícil diferenciar entre lo que siente nuestro cuerpo debido a las sensaciones espirituales y lo que siente al liberar diversas hormonas del estrés.
La ansiedad vs el Espíritu
El Presidente Boyd K. Packer enseñó que hay ciertas características por las cuales podemos reconocer al Espíritu.
“El Espíritu no atrae nuestra atención por medio de gritos ni de sacudidas bruscas. Por el contrario, nos susurra; nos acaricia tan tiernamente que si nos encontramos demasiado enfrascados en nuestras preocupaciones, quizás no lo percibamos en absoluto…
En algunas ocasiones sólo nos presionará con la firmeza necesaria para que le pongamos atención, pero la mayoría de las veces, si no le hacemos caso a esa suave impresión, el Espíritu se alejará y esperará hasta que acudamos en su busca y lo escuchemos.”
Incluso en los momentos más críticos (donde es natural sentir cierto grado de ansiedad), debes procurar buscar y escuchar las impresiones del Espíritu. Sólo recuerda que tú Sí puedes discernir el poder del Espíritu.
El Elder Robert D. Hales (1932–2017) del Quórum de los Doce Apóstoles enseñó:
“Cada uno de nosotros sienta la influencia del Espíritu Santo de manera diferente. Sus impresiones se sentirán con diversos grados de intensidad, según sean nuestras necesidades y circunstancias personales.”
Cómo reducir tus niveles de ansiedad
¿Cómo poder lograr que tu ansiedad, incluso con los altos niveles de ansiedad, vaya de la mano con tu habilidad para discernir el “tierno sentimiento” del Espíritu?
1. Primero, debes generar conciencia. Si te das cuenta de que estás sintiendo ansiedad, reconócela.
2. Luego, puedes responder de manera proactiva eligiendo acciones que te generan tranquilidad para ayudar a que tu cuerpo responda de mejor manera al estrés. Entre esos tipos de acciones puede ser respirar profundamente, darte un masaje de manos o pies, salir a caminar, escuchar música suave o hacer ejercicio.
3. Cuando te sientas más tranquilo, otro paso útil es evaluar tus pensamientos. ¿Qué te dices a ti mismo? ¿Son tus pensamientos reconfortantes, reales o basados en la realidad? ¿O son negativos, de desaprobación y están llenos de mentiras o verdades parciales que solo aumentan tu ansiedad?
4. Si te das cuenta de que tus pensamientos no están equilibrados y que te empeoran las cosas, entonces ¡cambia tus pensamientos! Una forma de hacer eso es anotar cada pieza de evidencia que te puedas imaginar para probar que el pensamiento que te causa ansiedad no es 100% verdadero. A medida que buscas esa evidencia, con el tiempo el pensamiento que está aumentando tu ansiedad se debilitará.
Cuando consideres estas ideas al intentar discernir tus sentimientos, incluso las impresiones del Espíritu, recuerda que la ansiedad distorsiona las percepciones de la realidad.
Si no puedes superar la distorsión de la ansiedad mediante tus propios esfuerzos, tal vez tengas un trastorno de ansiedad y sería recomendable que consultes a un profesional que pueda ayudarte con lo que necesitas.
Este artículo fue escrito originalmente por ChurchofJesusChrist.org y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “Is It Me or the Spirit? How to Determine Whether You Are Feeling a Spiritual Prompting or Anxiety”