Si una mujer se casó en el templo y su esposo la maltrata o abusa de ella física o mentalmente, ¿tendrán que estar juntos por toda la eternidad? ¿Se puede cancelar el sellamiento de ese matrimonio? ¿Esa hermana puede casarse con otro hombre en el templo?
Respuesta
Lo primero que me gustaría compartir es la certeza de que nuestro amoroso Padre Celestial no obligará a nadie a estar con alguien que sea abusivo en la vida venidera.
Lo segundo es que, por lo general, en estos caso una pareja se divorcia, sin embargo, este divorcio es solo una separación terrenal.
El sellamiento no se anulará hasta que ella conozca a alguien más con quien desee sellarse en el templo. En ese momento, y no antes, podrá pedir que se cancele su sellamiento (Manual General).
El proceso de cancelar un sellamiento eventualmente requerirá la aprobación de la Primera Presidencia. Una vez que se cancele el sellamiento, aquella hermana podrá sellarse a otro hombre en el templo.
Si se da el caso de que esta hermana no se vuelva a casar y, por lo tanto, no se cancela su sellamiento, ella deberá tener la seguridad de que el Señor se encargará de ello a su debido tiempo.
Él desea que seamos felices y no la obligará a estar junto al hombre que la maltrató por toda la eternidad, es más, Él no obligará a nadie a pasar la eternidad con alguien que no queremos.
El sellamiento no se trata solo de estar sellado a un cónyuge, sino de tener conexiones y lazos eternos, como una gran cadena que nos une a todos con nuestro Padre Celestial.
Esa es la razón por la que el sellamiento no se cancelaría a menos que ella esté lista para sellarse a otra persona.
Por último, en la reciente Conferencia General el presidente Nelson compartió:
“El abuso o maltrato representa la influencia del adversario; es un pecado muy grave. Como Presidente de la Iglesia, afirmo las enseñanzas del Señor Jesucristo sobre ese asunto. Permítanme ser perfectamente claro: cualquier clase de abuso o maltrato hacia mujeres, niños o cualquier persona es una abominación para el Señor”.
Entonces, el Señor no aceptará ese tipo de comportamiento y, como ya lo dijo el profeta, es una abominación a Sus ojos.
El presidente Nelson también extendió la siguiente invitación:
“Insto a cada uno de nosotros a estar alerta a cualquier persona que pueda estar en peligro de ser abusada o maltratada, y a actuar de inmediato para protegerla. El Salvador no tolerará el abuso ni el maltrato, y como Sus discípulos, nosotros tampoco podemos hacerlo”.
Fuente: Askgramps