El poder del sacerdocio contra los espíritus malignos

mundo de los espíritus

Pregunta

Me preguntaba, ¿a dónde va o qué sucede con el espíritu de una persona si su cuerpo es poseído por un espíritu maligno?

Respuesta

espiritu de un hombre

Las Escrituras proporcionan una base para comprender lo que sucede. Imagen: Canva

Esta es una pregunta interesante. De acuerdo con las creencias de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la posesión demoníaca ocurre cuando un espíritu maligno toma control del cuerpo de una persona, afectando sus acciones, pensamientos y emociones.

Aunque la Iglesia reconoce que este tipo de posesión no es tan común como otras formas de aflicción espiritual, sí considera que es una realidad que puede ocurrir.

Aquellos que poseen el santo sacerdocio tienen la autoridad y el poder, otorgados a través de este sacerdocio, para enfrentar y expulsar espíritus malignos.

Dios

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Las Escrituras proporcionan una base para comprender la posesión demoníaca (por ejemplo, 3 Ne. 7:19). La Biblia relata numerosos casos en los que espíritus malignos habitaban en individuos, sometiéndolos a tormento y control malévolo.

En el Nuevo Testamento, por ejemplo, Jesús se encuentra con personas poseídas por espíritus malignos y, mediante la autoridad del sacerdocio, los expulsa (Mar. 1:27, 34, 39; Mar. 5:2-13).

Estos relatos demuestran que los espíritus malignos buscan perturbar la vida de las personas en la Tierra. Sin embargo, estos espíritus pueden ser vencidos a través de la intervención divina y el poder del sacerdocio.

Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Un aspecto central en la forma en que la Iglesia aborda la posesión demoníaca es el papel del santo sacerdocio. Se considera que el sacerdocio es una autoridad sagrada conferida a miembros dignos, capacitándolos para realizar ordenanzas y brindar protección espiritual.

Aquellos que poseen el sacerdocio tienen el poder, bajo la inspiración del Espíritu Santo, de ejercer autoridad sobre los espíritus malignos.

Cuando se cree que una persona está poseída, los poseedores del sacerdocio realizan oraciones y bendiciones con el propósito de liberarla de la influencia maligna.

Este proceso implica mandar al espíritu maligno que se retire, lo cual, según las enseñanzas de la Iglesia, es efectivo debido a la autoridad del sacerdocio y al poder del Espíritu Santo. En muchos casos, el resultado es inmediato, y la persona vuelve a su estado normal, sintiendo alivio y liberación del espíritu opresor.

mandamientos

Se enfatiza la importancia de vivir en rectitud. Imagen: Canva

Las enseñanzas de la Iglesia sobre la posesión de estos espíritus están profundamente arraigadas en las Escrituras. Pasajes como Mateo 8:28-34, Marcos 5:1-20 y Lucas 8:26-39 describen vívidamente encuentros entre Jesús y personas poseídas por espíritus malignos, en los cuales la liberación ocurre mediante la autoridad divina, frecuentemente acompañada de manifestaciones de poder sobre estas entidades malignas.

Además, el Libro de Mormón también aborda la influencia de los espíritus malignos. En Alma 13:13-14, se menciona cómo el “espíritu del diablo” puede apoderarse de un hogar, trayendo consigo graves consecuencias. Este pasaje enfatiza la importancia de la rectitud y del papel de la guía divina en la resistencia y superación de las influencias malignas.

En la actualidad, la Iglesia sigue sosteniendo estas enseñanzas y orienta a los miembros que puedan estar enfrentando opresión espiritual. Se enfatiza la importancia de vivir en rectitud, buscar apoyo en poseedores del sacerdocio y confiar en el Espíritu Santo para recibir protección y liberación. Este enfoque integral asegura que los individuos tengan acceso a recursos tanto espirituales como comunitarios al enfrentar estos desafíos.

tiempo de los gentiles

Una vez liberada, la persona recupera completamente su albedrío. Imagen: Canva

Cuando una persona es liberada de una posesión, la Iglesia enseña que su espíritu permanece intacto y no queda contaminado por la influencia maligna. La posesión se considera un estado temporal en el que el albedrío de la persona fue momentáneamente comprometido por el espíritu malévolo. Una vez liberada, la persona recupera completamente su albedrío y su capacidad de elegir el bien sobre el mal.

El alivio que se experimenta después de una posesión suele ser profundo, ya que la persona vuelve a tener control sobre sus pensamientos y acciones.

Esta restauración refuerza la creencia de la Iglesia en la resiliencia del espíritu humano y en el poder protector del sacerdocio. También es un recordatorio de la batalla espiritual constante entre el bien y el mal, destacando la importancia de la fe, la oración y una vida justa para proteger el alma.

Fuente: Askgraps

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