El 6 de noviembre, el élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, visitó a los Santos del Pacífico Sur junto a su esposa, la hermana Kathy Andersen.
Ambos viajaron a Nueva Zelanda y se reunieron con líderes, miembros, misioneros y amigos de la Iglesia. Esta semana irán a Fiji y Australia.
La oración tiene mucho poder
Foto: La Iglesia de Jesucristo
El apóstol compartió fe, esperanza y amor en sus diferentes mensajes.
Primero, se dirigió a los líderes de las congregaciones Santos de los Últimos días y dijo:
“Ustedes son los defensores de la fe.
El testimonio de Jesucristo, en gran medida, descansará sobre sus hombros.
Hay otras buenas personas en este país, pero su responsabilidad y la mía es orar fervientemente para que el espíritu del Señor esté con nosotros para que podamos entender lo que podemos hacer para elevar y fortalecer a nuestros hermanos y hermanas, ayudar a aquellos que vienen a la Iglesia, y los que no están en la Iglesia, a venir a Jesucristo.
Foto: La Iglesia de Jesucristo
Oremos. Hay un gran poder en la fe de cada persona. La oración puede conmover a las personas y darles esperanza en tiempos difíciles.
Si ven de cerca lo que está pasando en el mundo, verán lo que el Señor está haciendo para preparar a Su pueblo.
El papel de los convenios se vuelve mucho más importante para los discípulos de Cristo a medida que nos aproximamos a los últimos días del mundo”.
Todos somos iguales ante la vista de Dios
Foto: La Iglesia de Jesucristo
Al dirigirse a los hombres y mujeres, el apóstol dijo:
“Ante los ojos de Dios, todos somos iguales. Nuestras hijas deben sentir nuestra gran influencia sustentadora y debemos alentar a ser todo lo que pueden ser. Esta Iglesia es tan fuerte como lo es debido a las grandes contribuciones de las mujeres”.
El élder Andersen expresó el deseo de que cada persona sienta el amor de Dios y que este amor inspire mayor fe y obediencia.
Estudien las palabras de Jesucristo para que las puedan tener en su mente y corazón
Foto: La Iglesia de Jesucristo
En una de las reuniones con los Santos, el élder Andersen invitó a los misioneros a estudiar las palabras que Jesucristo pronunció durante Su ministerio terrenal, tal como se encuentran en el Nuevo Testamento, “para que pudieran tener Sus palabras impregnadas en sus corazones y mentes, y nunca las olviden”.
Además, el apóstol llamó el Libro de Mormón “un manual para acercarse a Dios”.
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El élder Andersen analizó con los misioneros algunas de las doctrinas y principios de Jesucristo, como la fe, el arrepentimiento, el perdón y la expiación de Jesucristo, que se enseñan en capítulos específicos del Libro de Mormón.
Después de leer los últimos cuatro versículos del capítulo 32 de Alma en el Libro de Mormón, el élder Andersen dijo:
“Debemos tener fe en Jesucristo, necesitamos ser diligentes, esforzarnos todos los días; y tenemos que ser pacientes, nunca rendirnos”.
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El élder Andersen concluyó con su testimonio:
“Jesús es el Cristo. Él Vive. Nuestra fe en Él nos acercará a Él. Él quitará de nosotros aquellas cosas que nosotros mismos no podemos levantar. Con todo el amor que puedo expresar, mis condiscípulos de Jesucristo, les comparto que Él es el Hijo de Dios, el Redentor, el Unigénito del Padre. Toda alma viviente que haya vivido o vivirá en este mundo se arrodillará a Sus pies y confesará que Él es el Cristo”.
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org
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