En su nuevo libro, “El espíritu de la revelación” (The Spirit of Revelation), el élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días describe varios principios de la revelación.
El primer principio se llama el “principio apacible y delicado”. Este principio fue inspirado en el pasaje de las Escrituras en 1 Reyes 19:12, donde se describe al Espíritu Santo como “una voz apacible y delicada”.
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Sin embargo, alinear nuestras vidas con esta voz apacible y delicada puede no ser tan fácil como parece.
¿Por qué no querría asegurarse el Señor de que siempre reconozcamos Su voz de una manera clara e inconfundible?
El élder Bednar emplea los ejemplos de Pablo y Alma hijo para enseñarnos que esperar una gran manifestación de espiritualidad puede ser una señal de advertencia.
El élder Bednar escribe sobre la iniquidad que Pablo exhibió antes de su conversión a Cristo.
“¿Crees que un hombre así estaba preparado para reconocer, oír, sentir o responder a la voz apacible y delicada?
A fin de llamar la atención de este hombre descarriado, el Señor tuvo que emplear el equivalente de un rayo espiritual.
Algunas personas pueden pensar que fue esa única experiencia la que transformó a Saulo en Pablo. Pero eso no fue lo que lo convirtió.
Al final, él se convirtió al hacer lo que tú y yo debemos hacer: leer, estudiar, orar, ayunar y obedecer los mandamientos de manera constante.
Quizás muchos miembros de la Iglesia en la actualidad no suelen ver una luz ni escuchar voces en sus viajes personales a Damasco porque han tenido la bendición de estar en un lugar mucho mejor que Saulo espiritualmente hablando.
Dios confía en que aprendamos y respondamos a la voz apacible y delicada de Su Espíritu”.
El élder Bednar hace referencia a una cita del presidente Joseph F. Smith:
“Muéstreme a los Santos de los Últimos Días que tienen que alimentarse de milagros, señales y visiones para poder mantenerse firmes en la Iglesia, y les mostraré los miembros de la Iglesia que no tienen una buena posición ante Dios y que están caminando por senderos empinados.
No es por manifestaciones extraordinarias hacia nosotros que seremos establecidos en la verdad, sino por humildad y obediencia constante a los mandamientos y leyes de Dios”.
¿Cómo podemos saber entonces si estamos siendo influenciados por la voz apacible y delicada del Espíritu? El élder Bednar comparte una forma clara que nunca fallará.
“Honrar sus convenios y guardar los mandamientos son los indicadores más seguros de su capacidad espiritual”.
Fuente: ldsdaily.com